Los psicólogos hablan del complejo de Eróstrato para poner nombre a un tipo de personalidad con un deseo de fama tan intenso que quien lo padece es capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguirla.
Por Lucio Martínez Pereda | 28/07/2024
El juez Peinado ha hecho todo lo posible por conseguir su mayor logro “profesional”: una foto suya entrando en la Moncloa. El señor Peinado lleva no se cuantos años de ejercicio profesional de juez instructor, muchos, y en todos ellos no ha conseguido acceder a la condición de magistrado: ha visto en esta oportunidad la ocasión para salir del anonimato, ser recordado por algo. El juez peinado recuerda al pintor Andy Warhol cuando decía: 5 minutos de fama, y no importa porqué se consiga.
Probablemente estemos ante un síndrome de Erostrato de manual. Erostrato fue el pastor de Éfeso que incendió el templo de Artemisa, una de las 7 maravillas del mundo antiguo, con la única intención de ser recordado. Los psicólogos hablan del complejo de Eróstrato para poner nombre a un tipo de personalidad con un deseo de fama tan intenso que quien lo padece es capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguirla.
En el juicio posterior, para impedir que Erostrato consiguiera su objetivo, se dictó -según narra el historiador Plutarco- la primera sentencia de damnatio memoriae.
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