El PSOE tiene desde 1982 una larga experiencia histórica en alentar, proteger, y después premiar el trabajo realizado por los líderes de estos artilugios políticos fraccionalistas creados ad hoc.
Por Lucio Martínez Pereda
Hace un par de días la señora Díaz anunciaba públicamente la puesta en marcha de su proyecto político Sumar. Y la pregunta -absolutamente retórica- es : ¿Qué diferencia hay entre Yolanda Díaz e Iñigo Errejon? ¿Dos puntos de partida distintos para llegar al mismo sitio: el PSOE ?¿ No es política y es personalismo oportunista ?
Yolanda e Iñigo tienen en común haber sustituido la ideología por el marketing, y haber abandonado la apuesta de izquierdas por la transformación social para así abrazar la retórica hueca de los “ significantes vacíos”.
El PSOE tiene desde 1982 una larga experiencia histórica en alentar, proteger, y después premiar el trabajo realizado por los líderes de estos artilugios políticos fraccionalistas creados ad hoc.
Recordar que la señora Díaz no pudo evitar decir lo que pensaba sobre los partidos izquierdas resistentes a dejarse absorber por el PSOE. Sus declaraciones de diciembre del 2021 fueron reveladoras de esta forma de pensar: “No quiero estar a la izquierda del PSOE, le regalo esa esquinita. Es muy pequeña y marginal”
Si Unidas Podemos acude a las generales detrás del proyecto híper personalista de la señora Díaz, no es arriesgado aventurar que se hundirá en las urnas, como le sucedió a las otras fuerzas de izquierdas que desde 1979 pasaron por este trance. Y tras ese hundimiento resulta lógico inferir que seguirá la misma senda de inanidad que ahora está transitando en la derecha un moribundo Ciudadanos.
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