RIP Pedro

Por Hernán Tiseyra @htiseyra76 | Ilustración de El último mono @_elultimomono

La división en el PSOE no es nueva ni oculta, aunque muchos de los miembros de la directiva intentaban ocultar la realidad, lo cierto es que Susana Díaz tenía la mira en Ferraz hace mucho tiempo, gatillo en índice, solo esperaba el momento oportuno.

pedroooh

Aclaremos que Pedro Sánchez Castejón no es para nada de mi agrado, cabe recordar cómo se encargó de limpiar de Madrid a Tomás Gómez (el destino no está carente de cierta ironía) pero si hay algo que huele mal en todo esto, son las formas.

Como un sicario avanzado en edad, Felipe González aireó en los medios una (supuesta) conversación con Pedro Sánchez donde éste le confiaba una abstención en segunda vuelta al proceso de investidura del candidato del Partido Popular.

Esto sólo fue la chispa en la mecha que incendió Ferraz, los motivos, depende del momento y a quien se le pregunte varían, desde que los resultados en las últimas cinco elecciones deberían haberlo hecho dimitir, pasando por sus intenciones ocultas de pactar con Podemos o con los nacionalistas e independentistas catalanes y vascos o la menos comentada pero creíble diferencia entre el jefe de la ejecutiva y los barones territoriales al veto a Rajoy.

Luego que 17 miembros renunciasen en grupo, para activar el artículo 60 de los estatutos del partido y proclamar a viva voz que ya no existía ejecutiva (cortando la cabeza de Sánchez) las acciones cayeron como fichas de dominó. Triste en particular es que uno de los miembros que se cuentan para el exitoso derrocamiento de Sánchez sea el del fallecido (y añorado) Pedro Zerolo, pero se ve que en estos juegos de poder, la ética no entra en los planes.

Que consecuencias se pueden sacar de este golpe de interno a base de estatuto?

Lo primero y más claro, Pedro Sánchez ha muerto políticamente y no tiene poder alguno en su partido, aunque se atrinchere en la sede, el mando ya no le pertenece. Han ganado.

La segunda consecuencia es una limpieza ideológica en la cúpula misma del PSOE, dejando en manos de la gestora (Verónica Pérez, del núcleo fuerte de Susana Díaz) hasta el nuevo congreso extraordinario y consiguiente votación de la militancia, las decisiones en Ferraz.

Siguiendo con los planes tazados, el congreso no se realizaría antes de marzo de 2017, lo que dejaría sin candidato al PSOE en una posible investidura que se oponga a Mariano Rajoy, con lo cual la gestora, podría plantear una “libertad de voto” a los diputados, que con ausentarse por una (más que conveniente) necesidad urinaria, allanarían el camino a un segundo gobierno del partido popular.

Con el problema de las terceras elecciones finiquitado, el PSOE tiene cuatro años por delante, siendo una “oposición” con 85 escaños en fase de reorganización y como ya sabemos, el tiempo lo cura todo..

 

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