MacDonald insistía mucho en el carácter individualista del anarquismo, llegando a afirmar que no podía ser desglosado de las teorías individualistas.
Por Eduardo Montagut | 10/10/2024
En esta pieza nos hacemos eco de un escrito sobre lo que no era socialismo, publicado en castellano en El Socialista, del líder laborista Ramsay MacDonald, del que comentamos la parte dedicada al anarquismo, del año 1927, dos años antes de regresar al poder.
Para MacDonald el anarquismo era la negación del Estado coercitivo, y consideraba que existía más cosas en común entre aquel y el “individualismo antisocialista” de Herbert Spencer, que entre el anarquismo y el socialismo, siendo su antítesis.
El anarquismo presuponía la no existencia del Estado, o bien una unión con motivos morales y sociales, haciendo de estos nexos una relación puramente voluntaria. El socialismo, en cambio, defendía la continuidad del Estado legislador y, por consiguiente, coercitivo, mientras el segundo admitiría una especie de Estado administrativo y voluntario.
MacDonald insistía mucho en el carácter individualista del anarquismo, llegando a afirmar que no podía ser desglosado de las teorías individualistas.
Pero había otra diferencia. Para el líder laborista el anarquismo era la creencia en la bondad de la naturaleza humana, aunque esta característica aparecería también mucho entre los primeros socialistas, con excepción de Fourier, en su opinión, es decir, presuponemos que se refería a los socialistas utópicos con esta salvedad. Pero el socialismo posterior no basaba su teoría en la bondad, sino en la sociabilidad de esa naturaleza humana.
Por otro lado, afirmaba que la experiencia habría demostrado que, en todo el mundo, el anarquismo estaba en conflicto con el socialismo. Pero también era cierto, siempre según MacDonald, que muchas personas asociaban estos dos sistemas opuestos como si se tratasen de una misma cosa. Pensaba que esta consideración se derivaba de que se solían asociar todas las formas de oposición al orden existente, especialmente en personas que no razonaban.
Hemos trabajado con el número 5809 de El Socialista, de 21 de septiembre de 1927.
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