Después del asesinato del maestro Dominique Bernard en Francia, urge más que nunca luchar contra todo tipo de oscurantismo para construir la Escuela de la Ilustración.
Por Redacción NR
El Polo del Renacimiento Comunista en Francia (PRCF) denunció a través de un comunicado el nuevo asesinato de un profesor a manos de un islamista. El suceso se produjo el pasado 13 de octubre en el Instituto Gambetta de Arras, en Paso de Calais, y justo coincide con el tercer aniversario del asesinato del profesor Samuel Paty.
Los comunistas franceses recuerdan que esta muerte golpea a una comunidad docente «maltratada durante años» y «sometida a múltiples ofensivas ideológicas que hacen el juego a todas las formas de oscurantismo».
La organización señala que el asesinato de Arras «revela varias dinámicas dañinas para los trabajadores» y muestra «el gran peligro que representa el islamismo –como todos los demás oscurantismos religiosos que matan en todo el mundo– debido a su rechazo visceral de la Ilustración y al pensamiento crítico».
El PRCF recuerda que el islamismo fue fomentado en buena parte por las fuerzas imperialistas (comenzando por los Estados Unidos) que, en su lucha contra su principal enemigo, el comunismo, armaron y financiaron a estos fanáticos religiosos. Una estrategia, según apuntan, que iba encaminada a la destrucción del movimiento panárabe (antiimperialista, laico, socializador y defensor de la soberanía nacional), como fue el caso de Egipto, Siria, Irak, etc. Aquí jugaron un papel importante el wahabismo de Arabia Saudita y el sionismo israelí.
Buen ejemplo de ello es el apoyo estadounidense a los muyahidines afganos desde julio de 1979 para expulsar a Najibullah y a la URSS. En este sentido, escuchar a Le Pen-Zemmour y a Macron hablar de la ‘lucha contra el islamismo’ tiene algo de gracia cuando sabemos que estas fuerzas aceptan la alianza y las relaciones con Arabia Saudita y/o Qatar, hasta el punto de que Nicolas Sarkozy llegó a decir en febrero de 2008 que Arabia Saudita practica un ‘Islam moderado’.
Los comunistas franceses advierten, además, que los sucesivos gobiernos de la República han contribuido a la destrucción de la Ilustración, haciendo referencia a las ofensivas contra las ciencias, y en particular contra las ciencias humanas y sociales, que alimentan así todas las corrientes reaccionarias, empezando por la extrema derecha fascista lepéno-zemmourista.
La formación marxista-leninista considera que el asesinato de Dominique Bernard no puede reducirse simplemente a un nuevo ataque islamista, sino que se trata de la consecuencia de la existencia de un orden capitalista que, como ya dijo Lenin, es sólo una “reacción generalizada”, que resulta en particular en el rechazo de la Ilustración, que es la característica más fuerte de las fuerzas fascistas.
Además, señalan que el orden mundial dominado por el Eje atlántico se está desmoronando y por eso trata de criminalizar a las voces críticas, equiparando, por ejemplo el comunismo con el nazismo o calificando cualquier crítica hacia Israel como antisemitismo.
«Por eso, más allá de la lucha esencial contra el islamismo y contra todos los oscurantismos religiosos que causan guerras y fascistas, el asesinato de Dominique Bernard exige la reconstrucción esencial de una Escuela Común de la Ilustración (ELC), una Escuela única e indivisible para toda la República, un verdadero servicio público nacional en las antípodas de la pseudoescuela actual», afirman.
La organización hace un llamamiento a «liderar la lucha profundamente humanista por la Ilustración y trabajar para conquistar una nueva hegemonía cultural que no sea reaccionaria sino progresista, al servicio de los trabajadores y para el triunfo de género humano». Para alcanzar dicho objetivo, matizan, es inevitablemente romper con la Unión Europea del capital y la OTAN, el brazo armado del imperialismo estadounidense y sus compinches occidentales».
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