Por qué es imprescindible la retirada total del proyecto de LOSU

No nos resignamos: llamamos a la organización de todo tipo de iniciativas para parar la aprobación de este proyecto de ley, tan negativo para la universidad pública.

Por Xabier Arrizabalo Montoro

La trampa es conocida. Primero se declara el rechazo de un proyecto de ley, por su carácter reaccionario. Pero no se prepara movilización alguna contra él, ni siquiera se convocan asambleas en los centros de trabajo, ni en las propias secciones sindicales. Luego se descubre que lo reaccionario son sólo algunos aspectos, de modo que bastaría con eliminarlos para que la ley pueda apoyarse.

Es así con la contrarreforma laboral del PP, de febrero de 2012, rechazada masivamente. Pese al compromiso de los partidos del gobierno para derogarla, después de casi dos años de mandato la ley sigue vigente, con las negativas consecuencias negativas para la clase trabajadora. Después de las movilizaciones, para las direcciones de partidos y sindicatos el problema ya no era la contrarreforma, sino sus aspectos más “lesivos”. Lo mismo con la LOMCE: el compromiso de derogarla sólo tomó la tardía forma de la LOMLOE, que no enfrenta los ataques a la enseñanza pública.

Las leyes no son una mera suma de elementos, individualmente identificables como buenos y malos, de modo que bastaría con eliminar los malos para que la ley pasara a ser buena. Las leyes tienen una orientación general a la que se subordinan el conjunto de los elementos que la integran, su articulado. Y las leyes son también el procedimiento que hace posible su promulgación. No es una casualidad que se acostumbre imponer las contrarreformas educativas en periodo vacacional, para dificultar la movilización en su contra.

La LOSU refrenda y profundiza la odiada LOU de Aznar

La imposición de la LOU, por el gobierno del PP en 2001, concitó una gran oposición, materializada en enormes movilizaciones. Rodríguez Zapatero, entonces líder del PSOE se comprometió a derogarla cuando fuera presidente del gobierno. Lo fue tras las elecciones de marzo de 2004 pero nunca la derogó, facilitando la reforma parcial de la LOU por el gobierno del PP en 2012, que incluyó la medida que hace posible hoy que a los estudiantes extracomunitarios se les penalice con matrículas de hasta el quíntuple que los comunitarios (contra lo que se han hecho campañas, recogidas en Información Obrera).

El proyecto de LOSU es promovido por un ministro propuesto por Unidas Podemos, aquí no puede ni alegarse el falso mantra de que los problemas siempre son de “la otra parte” del gobierno. También en este periódico hemos explicado con detalle por qué la LOSU no hace frente a los problemas de la universidad pública, disparados por la LOU y los recortes, sino que, al contrario, de ponerse en marcha los profundizaría. Es decir, que no se trata del proyecto de una ley realmente nueva: porque no combate la infradotación presupuestaria, porque promueve una mayor mercantilización; porque no lucha realmente contra la precariedad laboral y la insuficiencia de la plantilla, sino que las refrenda; porque no rebaja las tasas en la perspectiva de su desaparición, ni establece un compromiso concreto en materia de becas; porque profundiza el funcionamiento antidemocrático y cuestiona la autonomía universitaria. Nada de eso desaparecería, incluso si se suprimiera algún aspecto, como una forma alternativa de elección de rectora o rector aún más antidemocrática. Digámoslo con claridad: el maquillaje no cambia la fisonomía, en este caso horrenda para los intereses de la mayoría, de disponer de una universidad pública digna de este nombre, que esté en condiciones de cumplir su función social. La LOSU es incompatible con la reivindicación del derecho a la educación y todo lo que comporta.

Contra los conchabeos para convertir el proyecto en ley, levantemos comités por su retirada

Decíamos que una ley también es la forma en la que se aplica. Denunciamos previamente que no había habido un debate público transparente, con la participación de las organizaciones sindicales y estudiantiles, no cupularmente, sino ampliamente, abierto a quien quisiera involucrarse en el proceso. Denunciamos ahora que sigue sin haber un auténtico debate público. Dicho de otro modo: denunciamos que lo que hay en curso son conchabeos para hurtar a la mayoría la posibilidad de expresar su posición.

No nos resignamos. Llamamos a la organización de todo tipo de iniciativas para parar la aprobación de este proyecto de ley, tan negativo para la universidad pública. Como el acto previsto para el próximo día 20 en el Campus de Somosaguas de la Complutense. No actos puntuales, aislados unos de otros, sino dotados de la conexión y continuidad necesarias hasta la efectiva retirada total del proyecto, para lo que debemos promover la conformación de comités por su retirada coordinados entre sí.

[1] Artículo publicado en Información Obrera, nº 362 suplemento, octubre de 2021. LOSU es el acrónimo de Ley Orgánica del Sistema Universitario, anteproyecto del ministerio de universidades dirigido por Manuel Castells.

[2] trabajador de la Universidad Complutense y miembro de su Junta de Personal Docente e Investigador por CCOO.

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