El gran desencaje y alejamiento entre los contenidos que componen los ritos y la representación de los valores de la contemporaneidad, es uno de los signos principales para medir el grado de atraso cultural de una sociedad.
Por Lucio Martínez Pereda | 22/08/2024
Pontevedra sigue siendo una vieja capital provinciana anclada en rituales de representación social de origen decimonónico con marcados contenidos demo fóbicos y clasistas. Algunos comentaristas han calificado este rito como: “Feria de ganado en Pontevedra” Lo ven- y no le falta razón- como expresión de un rancio machismo.
Este gran desencaje y alejamiento entre los contenidos que componen los ritos y la representación de los valores de la contemporaneidad, es uno de los signos principales para medir el grado de atraso cultural de una sociedad.
Las primeras teorías sobre los ritos fueron formuladas por Durkheim, Mauss y Hubert. Los tres fueron incapaces de ponerse de acuerdo sobre una definición que incluyera su diversidad de funciones, ya que muchas de las motivaciones que acompañan al rito ya estában desacralizadas en las sociedades contemporáneas: la comida, la danza, el juego, la expresión de las emociones, los ritos preparatorios de la vida matrimonial.
Uno de los elementos que asume esa desacralizacion necesaria para que el rito sea visto como socialmente útil es su flexibilidad, su capacidad para la polisemia, para adaptarse al cambio social, que es, como resulta obvio, lo que no puede afirmarse de este caso del Casino pontevedrés. Un espectáculo tan bochornoso como este es seguro que ya no se ve ni en Tomelloso.
Pontevedra sigue siendo una vieja capital provinciana anclada en rituales de representación social de origen decimonónico con marcados contenidos demo fóbicos y clasistas pic.twitter.com/AvtJeZG8fu
— Lucio Martínez Pereda (@anluma99) August 20, 2024
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