En la mente del seguidor de las teorías conspiracionistas lo que menos importa es la ausencia total de pruebas que demuestren su veracidad, ya que esa ausencia es la prueba irrefutable que confirma la existencia de una complot para ocultar la verdad.
Por Lucio Martínez Pereda
Los chorros de los aviones siguiendo órdenes del Anticristo comunista español vuelcan misteriosas sustancias en el aire para producir caos en el planeta y terminar con la vida humana el 31 de diciembre de 2023. Menos mal que Alerta Digital lo ha descubierto!
Volviendo a lo serio: este nuevo terraplanismo que circula por los medios de la ultraderecha española desde hace 2 meses tiene su origen en los mismos círculos conspiranoicos que pusieron en circulación la teoría del Pizza Gate durante la campaña electoral de Donald Trump del 2016.
El déficit de formación escolar es fundamental para que prensa y “ teorías” como esta mantengan sus seguidores y lectores. I. Ramonet afirma en “ La era del conspiracionismo: “ en las primarias republicanas de 2016, Trump ganó en el 88% de los condados en los que la población más numerosa no poseía ningún diploma escolar.” “Amo a la gente con un nível educativo bajo”, declaró el magnate republicano en Nevada”
En la mente del seguidor de las teorías conspiracionistas lo que menos importa es la ausencia total de pruebas que demuestren su veracidad , ya que esa ausencia es la prueba irrefutable que confirma la existencia de una complot para ocultar la verdad. El creyente conspiracionista, aunque sepa que la teoría que sigue no es verdad, la difundirá, ya que está convencido de la maldad intrínseca- pseudo diabólica- de aquellos a quienes acusa como autores del complot.
Por esa razón, en España, los lectores de este tipo de bulos se encuentran con más facilidad entre los seguidores de la religión católica. Para el conspiranoico su Fe es indestructible y no existe prueba alguna que la pueda refutar, por la misma razón de pensamiento mágico que el creyente católico cree con el mismo tipo de Fe en la existencia de un Mal personificado en el Diablo y en un hombre que ha sido hijo de un Dios y que ha recibido el encargo de combatirlo con la Verdad. Para estos medios de la derecha española Sànchez es un malvado que solo tiene un objetivo: hacer el Mal. Siempre tiene un plan aún no realizado para el futuro. Hay que desconfiar, especialmente cuando no hay constancia de su participación en una maligna maquinación. Sino la ha llevado a cabo es porque aún no ha podido. Terminará haciéndola: es – como el diablo- malvado por definición y naturaleza.
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