Ábalos es consciente del horizonte de incertidumbres e inseguridades que se le abre al PSOE.
Por Lucio Martínez Pereda | 30/08/2024
Una sombra más amenaza al PSOE. La auditoría del señor Puente no ha gustado al señor Ábalos, que a partir de ahora “votará en conciencia”. Eso de que el diputado vote en conciencia está muy bien. Es muy bonito. Pero esa conciencia ¿a quien representa?. Y sobre todo: ¿a quien beneficia?. Votar en conciencia parece que es la última ratio de la libre conciencia moral del diputado electo, pero en realidad es una expresión de poder autocrático que destruye la noción de Soberanía y representatividad. Al señor Ábalos le faltó decir: aquí estoy para representar a mi conciencia. Es mia y hago con ella lo que quiero.
Ábalos es consciente del horizonte de incertidumbres e inseguridades que se le abre al PSOE: brutal acoso sistematizado de toda la prensa de derechas, causas judiciales “feas”, reactivación del ancestral anticatalanismo por la nueva ley de financiaron para Catalunya, e indisciplina oportunista de algunos barones autonómicos. En medio de este panorama de futuros inciertos para el gobierno el señor Ábalos ha decidido convertirse en un nuevo actor político-móvil, que puede dirigir su voto en el congreso en una o en otra dirección y sentido.
Entiendo que hasta el momento funcionaba entre la dirección del PSOE y el señor Ábalos un compromiso de neutralización de daños mutuos. Parece que ese pacto tácito se ha roto y las acciones de una y otra parte estarán a partir de ahora motivadas por la impredecibilidad de lo que suceda. Ojo con cabalgar un tigre: te montas encima de él pero nunca sabrás donde te lleva.
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