Pie de foto: ¿Las víctimas de qué terrorismo?

Quienes lucharon después de la muerte del genocida español son nuestros héroes de la Libertad, la que esperaba este país con la muerte del dictador. 

Por Iñaki Alrui / LQSomos

Madrid, la ciudad que destruye el memorial dedicado a las víctimas de la dictadura, la que reimpone nombres del fascismo a la nomenclatura de calles ganadas para la democracia. Madrid, la ciudad, la Comunidad, la que no condena la barbarie franquista, se lanza a una nueva maniobra para apropiarse del relato histórico y organiza el denominado “I Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo”, junto a una fundación universitaria de radicalidad católica. Vale, bien, hacen lo que les da la gana y gastan el dinero público en lo que les apetece (además el Comisionado del Gobierno para la Atención a las Víctimas del Terrorismo ha aportado una subvención directa de 50.000 euros), lo sabemos, funciona así.

Pero en este nuevo intento, cargado de olor a naftalina, de seguir manteniendo debates sobre terrorismo y antiterrorismo en boga, ¿quiénes son víctimas?, ¿quiénes verdugos?, ¿quiénes terroristas? ¿Cuándo empieza el terrorismo en el estado español? Y puedo seguir haciendo preguntas, muchas, pero no me apetece perder el tiempo, soy más de buscar respuestas.

Entre el listado de ilustres participantes, no hay ningún luchador contra el terrorismo de estado que practicó el régimen franquista, desde el primer al último día el dictador genocida. Tampoco hay víctimas de los asesinatos durante la sangrienta transición, ya fuera por las bandas fascistas o por las fuerzas del «orden». Por último, tampoco hay ninguna víctima del terrorismo de las cloacas del estado, llamémosle GAL, aunque tuvo más nombres.

A pesar de que se les ha acabado el chollo de ETA y ya no pueden pasar la apisonadora de «todo es ETA», se esfuerzan por mantener viva la memoria de las víctimas (léase: «de las víctimas que yo diga») para perpetuar un relato que casualmente entronca con el de la sublevación fascista y felonía militar, del 36 hasta nuestros días.

Resumo:

Quienes defendieron la legalidad republicana son héroes de la democracia, miles de esas personas fueron asesinadas por los militares sublevados por defender la constitucionalidad de la II República. Admonición a congresistas: revisen la historia del ejército español, cuya mayor victoria del siglo XX es haber masacrado a su propio pueblo. Para avanzar en la convivencia, mientras se siguen abriendo las fosas y se va dando nombre y entierro con justicia a todas las víctimas del genocidio militar-falangista, no estaría de más que se sepa, que se denuncie, que se pida perdón a las víctimas. Que esas también son víctimas.

Quienes se enfrentaron a la dictadura consentida por la hipócrita Europa post Segunda Guerra Mundial, con los escasos medios que disponían, son nuestros héroes de la resistencia. Miraron cara a cara a los asesinos, torturadores y meapilas del régimen franquista, y lo hicieron porque es un deber democrático luchar contra las dictaduras, muchas de esas personas fueron asesinadas (tiradas por ventanas a manos de la policía, a garrote, fusiladas) miles torturadas y encerradas en prisiones. Admonición a congresistas: estaría bien que imitando a los países europeos se celebrasen en el estado español homenajes a nuestros resistentes: Julian Grimau, Enrique Ruano, Salvador Puig Antich, Cipriano Martos, Xosé Ramón Reboiras, Jon Paredes Manot, Ángel Otaegi, José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz… son solo algunos nombres para empezar a trabajar, la lista es larga. Pero es seguro que con el reconocimiento a estos luchadores conseguiremos un estado más fuerte y democrático.

Quienes lucharon después de la muerte del genocida español son nuestros héroes de la Libertad, la que esperaba este país con la muerte del dictador. Jóvenes en su mayoría que salieron a las calles a pedir amnistía, derechos, autodeterminación o simplemente que llegara a su casa el agua corriente (Ursino Gallego-Nicasio, Parla 1979) (1), todas y todos ejerciendo el derecho a manifestarse, a protestar, a disentir. Todas y todos asesinados por las fuerzas del «orden» o por bandas fascistas bajo amparo policial. Admonición a congresistas: Es un buen momento para denunciar los asesinatos de estado cometidos durante la sangrienta transición, su congreso es una buena ocasión para recuperar los nombres de estos luchadores por la libertad y constructores de esta democracia (peor-mejor) que hoy tenemos. Al recuperar sus nombres quiero decir poner en práctica lo de Verdad, Justicia y Reparación, y con todo ello la garantía de NO repetición.

Me extiendo un poco más para mencionar a otras víctimas del terrorismo (del peor terrorismo, podríamos decir, el del estado) son las de los GAL, las que asesinaron bajo la batuta planificada en casas cuartel, comisarias o gobiernos civiles (2).

¡Victimas todas!

Estaría muy bien también, a modo de sugerencia, que en estos congresos se repasara el papel de la Iglesia en todas estas historias con sus bendiciones al dictador y acólitos, su participación en el robo de bebés y su implicación en la sustracción de propiedades inmobiliarias. También repasar en qué situación se encuentran todos los funcionarios y cargos políticos implicados en torturas y asesinatos (nombres y apellidos), es importante para la justicia y la memoria saber quiénes apretaban el gatillo y quienes daban el visto bueno, por ejemplo a matanzas como la de Vitoria, 1976, o a barbaries de carácter criminal como la de San Fermines, 1978, porque muchos de ellos en la actualidad lucen y cobran medallas al mérito, cosa que resulta intolerable en cualquier estado de derecho.

Lo del “terrorismo” en el estado español tiene muchos intereses, agujeros negros, del poder para justificar lo injustificable, y me permito recordar al gran pedagogo librepensador Francesc Ferrer Guardia condenado a muerte por un consejo de guerra en 1909 bajo la acusación de terrorismo…

La presidenta de la CAM habla en la web de este congreso de la «restitución de las víctimas» y de «honrar a las víctimas»… Llevamos muchos años esperando que se honre a TODAS las víctimas. ¡Ojalá!

Final para un pie de foto (demasiado largo)

Los dos de la foto, a los que tuteo con el cariño de saberlos como amigos, compañeros, son dos víctimas de la transición, Manuel y Javier, ambos hermanos de asesinados en protestas ciudadanas por la libertad.

Uno es hermano de Ángel Almazán Luna (3), asesinado por la policía en diciembre de 1976. Ángel se manifestaba a las puertas del referéndum de la «Reforma política» (así se ponía el primer ladrillo de la democracia, empapado en sangre) y la policía le propinó una brutal paliza en plena calle a base de patadas, golpes con la culata del fusil y las porras. Fue arrastrado después por la policía a un portal donde se desangraba y retorcía del dolor, hasta que al cabo de una hora llegó una ambulancia. Cinco días duraría su agonía en el hospital hasta su muerte. No hay culpables, no hay asesinos…

El otro es hermano de Arturo Ruiz (4), asesinado en 1977 por la banda fascista “Guerrilleros de Cristo Rey”. Se manifestaba reclamando la amnistía de los presos políticos, cuando una bala entró por la espalda de Arturo Ruiz y le atravesó el corazón. El gatillero fue José Ignacio Fernández Guaza, un matón de 29 años que hacía trabajos sucios para las fuerzas de seguridad, y que huyó (protegido y encubierto) sin que hasta el día de hoy haya sido detenido.

Los dos están a las puertas del I Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo, pero a ellos NO se los considera víctimas (¿?), los dos llevan en sus camisetas los rostros de sus hermanos asesinados, los dos llevan en su vida el dolor de la muerte, al lado de la injusticia, la mentira, la manipulación.

La imagen que acompaña esta nota lo dice todo: los dos han construido la foto más digna en la calle, frente a las puertas de quienes se empeñan en mirar para otro lado ante las víctimas de las fuerzas represivas de la monarquía y sus bandas parapoliciales durante la transición, y pasar página ante los crímenes de la dictadura fascista del genocida Franco.

Los dos son el camino de la Verdad, la Justicia y la Reparación.

¡Salud compañeros!

Notas:

1.- Ursino Gallego-Nicasio
2.- CHERID. Un sicario en las cloacas del Estado
3.- Ángel Almazán Luna
4.- Arturo Ruiz García

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