Entrevistamos al periodista e historiador Mario Amorós, autor del libro «Salvador Allende: Biografía política. semblanza humana» (Capitán Swing).
Por Dani Seixo
El legado de Salvador Allende, trasciende las fronteras de la Cordillera de los Andes y atraviesa América Latina convertido en un símbolo inexorable del movimiento antiimperialista en esta breve, pero intensa, historia de la humanidad, la cual seguimos escribiendo con la sangre, el sudor y la rebeldía de los pueblos. Su experiencia de gobierno, caracterizada por la consecución de una vía propia al socialismo y una visión de soberanía económica y política para su país, ha dejado, sin posibilidad de debate alguno, una profunda huella en la historia de Chile.
Allende, había probado fortuna electoral en 1952, 1958 y 1964, pero finalmente lograría ser elegido democráticamente como «compañero presidente» en 1970. Con ello, encabeza el camino hacia una profunda transformación social y económica en su país. Su enfoque político, marcado por la impronta del socialismo y la lucha contra la injusticia y el imperialismo, desafió permanentemente el dominio de las potencias extranjeras en América Latina. Enfrentando de manera directa el sometimiento económico y político al que Washington había sometido a la sociedad chilena y a gran parte del continente.
Durante su mandato presidencial, Allende implementó una serie de reformas políticas que buscaron la justicia social y la redistribución de la riqueza en su país. Su gobierno logró milagrosamente el apoyo parlamentario necesario para la nacionalización de importantes sectores de la economía, como la minería del cobre, la industria del acero y encaro sin temor alguno la tarea de estatalizar la banca. Con estas medidas, alejadas del mero maquillaje político, se desafiaron los intereses de las empresas y naciones imperialistas que habían ejercido una influencia significativa sobre la economía chilena y se marcó un hito en la búsqueda de la independencia económica del país andino.
Sin embargo, la visión de Allende iba más allá de la economía. Su lucha antiimperialista se extendía al ámbito político y social, buscando fortalecer la soberanía de Chile y promover la solidaridad entre las naciones en vías de desarrollo. Allende fue un defensor acérrimo de la autodeterminación de los pueblos y se opuso firmemente a la intervención extranjera en los asuntos internos de su país y de toda Latinoamérica. Célebre es la visita del líder cubano Fidel Castro a Chile para conocer la experiencia política del gobierno de Allende. Durante los 24 días que Fidel Castro permaneció en suelo chileno, sus palabras, acompañando a las del propio Allende, parecían abrir un nuevo rumbo en el que la voz del pueblo podría al fin ser escuchada por encima de la imposición de los intereses económicos y la violencia contrarrevolucionaria de la burguesía.
Durante los apenas 1000 días que duró su gobierno, Allende enfrentó numerosos obstáculos y resistencia interna y externa. Las fuerzas conservadoras en Chile, apoyadas por intereses económicos poderosos a nivel internacional y nacional, se opusieron ferozmente a las reformas de Allende y buscaron socavar su gobierno a través de diversas estrategias. Además, el gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Richard Nixon y su asesor de seguridad nacional, Henry Kissinger, no escatimó esfuerzos para desestabilizar y derrocar a Allende, incluso apoyando activamente el golpe militar que finalmente lo derrocó el 11 de septiembre de 1973.
A pesar de su trágico desenlace, el legado de Salvador Allende sigue vivo en la memoria colectiva de Chile y en la lucha por la justicia social en todo el mundo. Su compromiso con la independencia económica y política, su visión de un socialismo democrático y su defensa de la autodeterminación de los pueblos continúan inspirando a generaciones posteriores.
Por todo ello, esta biografía política, semblanza humana, escrito con tino y valentía por el periodista e historiador Mario Amorós, para la editorial Capitán Swing, supone un libro imprescindible para conocer, defender y reivindicar el legado de Salvador Allende. Frente a la desmemoria, el fascismo y la manipulación informativa, que pretenden acallar o soterrar las palabras y los actos del compañero Allende, nos queda la tarea y obligación de estudiar aquella digna y valiente experiencia revolucionaria, que solo pudo ser silenciada por el implacable peso de las armas. Sin duda alguna, un libro capaz de abrir de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
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