Allende sabía que las Fuerzas Armadas estaban bien controladas por los golpistas, y que los trabajadores no podían enfrentarse a un ejército profesional, bien organizado y pertrechado con tanques, buques y aviones de guerra. Habría sido una carnicería.
Cuando Argentina y Chile se dividieron la ‘Tierra del Fuego’ a fines del siglo XIX, la mayoría de la tierra pasó a manos de terratenientes. Estos poderes persiguieron y exterminaron a la población nativa, especialmente a los selk’nam.
Al ocupar el puesto de ministra del Trabajo (2022-2025), la candidata presidencial logró la aprobación de la reforma de pensiones, que fortalecerá las jubilaciones más bajas, la reducción de la jornada laboral a 40 horas, que se está logrando de manera paulatina, y la Ley Antiacoso Laboral.
Para Allende, que creía firmemente en la igualdad como pilar fundamental de una sociedad justa, el socialismo debía garantizar dignidad a los sectores más desfavorecidos: los trabajadores, los campesinos y las clases populares.
El abogado Luis Toro en ese entonces trabajaba en la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado de Santiago y era el que presentaba la mayoría de los recursos de amparo y de protección de los perseguidos por la dictadura.