A pesar de proyectar una imagen juvenil, fresca, austera y renovadora para la izquierda latinoamericana, Boric parece carecer de logros concretos en su gestión que lo diferencien realmente.
Las dictaduras militares instauradas reprimieron brutalmente toda forma de oposición política. Se realizaron miles de detenciones ilegales. La tortura y la violencia sexual fueron frecuentes.
Cuando Salvador Allende llega a La Moneda, el modelo de economía hacia adentro hacía agua por todos lados y exigía a todas luces ser reemplazado por otra forma de acumular.
Hoy en Chile son dos las amenazas que deben movilizar el proceso de articulación de una alternativa política de cambio en Chile. En primer lugar, la emergencia de sectores reaccionarios. En segundo lugar, la profundización de la crisis económica y la consiguiente precarización de la vida.
Nuestro pueblo es preexistente al Estado. Nosotros retornamos al lugar de donde, en algún momento, fueron sacados nuestros abuelos. Por herencia nos corresponde.
La imagen de los legisladores siga deteriorándose sino también la del propio gobierno de Boric, hasta aquí incapaz siquiera de concitar acuerdo entre sus integrantes.
Carmen Soria, hija del diplomático Carmelo Soria asesinado por la dictadura en 1976, señaló que, «yo estoy en Plaza Dignidad y ustedes (el gobierno) son una vergüenza.