Los socialistas catalanes deportados en Alemania

 

En este artículo recordamos la importancia de la prensa en el exilio en favor de los deportados en Alemania en la Segunda Guerra Mundial, a través del ejemplo catalán y en relación con los socialistas.

Eduardo Montagut

Terminada la Segunda Guerra Mundial, y casi coincidiendo con la salida de Endavant, órgano de expresión del socialismo catalán en el exilio a través del Moviment Socialista de Catalunya, el periódico tuvo una especial preocupación por los socialistas que habían sido deportados en Alemania, relatando la suerte de los mismos, y pidiendo noticias de los que no se sabía nada para localizarlos.

En el número tres de Endavant se informó por vez primera sobre los socialistas catalanes prisioneros y deportados, aludiendo a un retorno incesante. En el periódico se nombraban a Josep Comabella, Josep Rodes, Amadeu Pons, y al doctor Josep Capellas i Zayuelas, internados en Dachau.

Pero, sobre todo, se aludía a las gestiones que se estaban realizando para conocer la suerte de los socialistas de la campaña 1939-1940. Se hizo un llamamiento para que los compañeros del Moviment que quisieran hacer gestiones para localizar familiares o camaradas suyos internados en Alemania se dirigieran a la secretaría del mismo.

En ese momento, además, no se tenía noticia, a pesar de las gestiones realizadas, de los siguientes compañeros: Joan Farre, Josep Vilar, Rafael Casanovas, Josep Buiria, Antoni Perenya, Ignasi Iglesias, Tarafa hijo, Ramon Guasch (Picola), Ángel Álvarez, Antoni Sentis y Ramón Capellades.

En el siguiente número se amplió la información de los deportados. En primer lugar, se informaba que habían regresado de Dachau Josep Rodes, que en 1941 había sido condenado a 15 años de trabajos forzados, y Josep Capella, condenado ese año a la pena de 5 años de trabajos forzados. Del campo de Neuhassen había llegado Josep Buiria y Josep M. Tarafa, que habían estado en el Campo de Vernet, pero luego habían pasado a Alemania. El Moviment les saludaba en nombre de todos los socialistas catalanes sin distinción de tendencias.

Por otro lado, se tenían noticias de que estaban bien de salud y que pronto llegarían (recordemos que el Moviment estaba radicado en la Francia del exilio) Josep Comabella, condenado en 1941 a 5 años de trabajos forzados, e internado en Buchenwald. También se sabía de Amadeu Pons, con la misma condena, pero internado en Dachau. Comabella estaba enfermo en un hospital, pero Pons pudo llegar a Francia.

Aunque se tenían algunas noticias no se sabía aún dónde estaban: Vicens Buron, Antoni Perenya, Cesari Zayuelas y Rafael Casanovas.

Por otro lado, continuaban las gestiones para localizar a los siguientes compañeros: Joan Farre, Josep Vilar, Ignasi Iglesies, Antoni Sentis, Ramón Guasch (Picola), Ramón Capellades, Josep Marques, Joaquim Cardona, Romá Busquets, Ricard Llorens y Josep Silvestre. Se pedía, de nuevo, colaboración para conseguir noticias. También se solicitaba a los retornados para que dieran información de Emili Vaque Casals, que había sido deportado a Alemania, pero que no había enviado noticias desde febrero de 1941.

El largo artículo, además, hacía especial mención a una destacada noticia sobre un socialista fundamental, aunque no fuera catalán, esto es, Largo Caballero, puesto que, según Endavant alegraba a toda la clase obrera peninsular. Se incluía el texto de la información que había publicado el Daily Mail sobre la liberación producida gracias a las fuerzas del ejército polaco en el campo de Oranienburg, cerca de Berlín. Llevaba el número 69.040 de prisionero y el triángulo rojo. Estaba siendo atendido en un hospital militar polaco, y había relatado que había sido entregado por la Gestapo cuando Alemania ocupó Francia. Endavant aprovechaba para saludarle en la esperanza de tenerle pronto. Como sabemos, Largo Caballero no viviría mucho tiempo más.

En este sentido, también se daba noticia de la liberación de Léon Blum, el secretario de la SFIO, y que había dirigido el gobierno de Francia.

Más triste fue la noticia de la muerte de Ángel Álvarez, dirigente de la UGT y miembro del POUM, que hecho prisionero en Francia, fue deportado a Alemania, consiguiendo sobrevivir al sufrimiento, y murió al ser liberado a causa de un bombardeo. También se supo que Josep Vilar, miembro del POUM y del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Tarragona había muerto en Dachau en febrero de 1945.

En el número sexto de Endavant se siguió dando noticia de los llegados y de los que no se sabía nada, pero, sobre todo, se informó de la muerte en Gussen de Francesc Mir, oficial de la 29 División, y uno de los fundadores del BOC, y luego perteneciente al POUM.

En números siguientes se continuó dando información de los deportados.

No podemos finalizar este artículo sin mencionar el trabajo pionero de Montserrat Roig en un intenso estudio sobre los deportados catalanes, y que en el Portal PARES podemos consultar los datos de los catalanes deportados.

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