Italia atacó la Tripolitana y la Cirenaica (la Libia actual) por su interés imperialista en el norte de África.
Por Eduardo Montagut | 3/07/2025
La Guerra italo-turca, de Tripolitana, o de Libia fue un conflicto, entre 1911 y 1912, entre Italia y el Imperio turco, y que funcionó como uno más de los precedentes de la Gran Guerra. Italia atacó la Tripolitana y la Cirenaica (la Libia actual) por su interés imperialista en el norte de África. En dicho conflicto se ensayaron modernas técnicas de combate que luego se desarrollaron en la Primera Guerra Mundial con mayor efecto devastador.
Pues bien, la Segunda Internacional se movilizó contra la misma, pero también otras organizaciones. En este contexto, el Congreso Nacional Francés del Librepensamiento, celebrado a finales de 1911, adoptó tres resoluciones contra dicha guerra.
El Congreso realizó un llamamiento dirigido a las Sociedades o Ligas de librepensadores para que reclamasen la aplicación integral de las convenciones internacionales, firmadas en La Haya. Las Sociedades de librepensamiento debían invitar a los diputados republicanos a pedir al gobierno de la República francesa para que el mismo tomase la iniciativa con el fin de emprender negociaciones con el fin de limitar los presupuestos militares y navales, y asegurar el desarme “convencional, progresivo y simultáneo”. Pero, además, las Sociedades de Librepensamiento francesas se dirigían a sus homónimas en Italia y Turquía para que reclamasen en sus respectivos estados la aplicación de los convenios internacionales de La Haya. La tercera decisión que se tomó tenía que ver con la necesidad de que el gobierno francés, conforme a dichas convenciones, emprendiese sin demora pasos para mediar con el fin de poner fin al conflicto.
Los socialistas españoles se hicieron eco de estas resoluciones en Vida Socialista, (enero de 1912, número 102).
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