Las derechas y la eutanasia del sentido común

Esta semana hemos sido testigos de una serie de mezquinas declaraciones de algunos representantes políticos a raíz de la nueva proposición de ley sobre la eutanasia. Al no encontrar argumentos de peso para posicionarse en contra, las derechas han optado directamente por infundir miedo a través de mentiras. Aunque parezca increíble, se ha escuchado decir que es una ley para ahorrar costes en sanidad o incluso que habrá gente eutanasiada en contra de su voluntad. Una estrategia política que opta por el miedo, la desinformación y la confrontación para aferrarse al statu quo postfranquista.

Por Juan Teixeira / Eulixe

Miente, que algo queda. E infunde miedo, que los borregos asustados son los más fáciles de pastorear. Esta parece la táctica que van a utilizar las derechas durante esta legislatura, y que supone un grave contratiempo para el progreso social. Un ejemplo claro de esta vil forma de hacer política la hemos podido sufrir esta misma semana a raíz de la proposición de ley sobre la eutanasia. Un tema que convierte en especialmente despreciable esta forma de hacer política por parte de los sectores más conservadores de esta nuestra comunidad. 

Sin duda el de la eutanasia es un debate necesario y que necesita soluciones urgentes (para muchos ya llega tarde). Todos los posicionamientos lógicos, meditados y con sentido común son bienvenidos. Sin embargo, en el parlamento no se ha escuchado un solo posicionamiento lógico en contra de la eutanasia. Quizá sea por falta de argumentos sólidos. O quizá por falta de inteligencia en la búsqueda de esos argumentos por parte de los defensores de la vida por fascículos.

El caso es que ha habido diputados que se han dedicado a infundir miedo a través de mentiras para enfangar un debate que supone sufrimiento y agonía para algunos. Y esto es algo que no se debería tomar a la ligera. Pero al partido neofascista del logo verde esto se la pela. Su macho alfa soltó lo siguiente desde la tribuna del Parlamento: «los ancianos casi salen corriendo de los hospitales porque tienen miedo de que acaben con ellos a partir de cierta edad». Él sabía perfectamente que esta proposición de ley tiene en cuenta mecanismos muy estrictos para poder optar a esta salida de emergencia que es la eutanasia. Y también que es totalmente absurdo pensar que nadie vaya a ser eutanasiado en contra de su voluntad. Pero ahí está su argumento, falso a sabiendas y ruín hasta la arcada. 

Desde la nueva Alianza Popular también se han sumado a este juego de ver quien es más indigno: «Para el PSOE, la eutanasia es una política de recortes… En estos momentos tienen graves problemas de financiación del Estado del bienestar. Cada vez que desaparece una persona de estas características, desaparece un problema económico y financiero para el Estado. Cada vez que una de estas personas es empujada al fallecimiento por la vía de la eutanasia, el Estado está ahorrando muchísimo. Detrás hay una filosofía de la izquierda para evitar el coste social del envejecimiento en nuestro país«, ha soltado sin ruborizarse el portavoz adjunto del PP en el Congreso, José Ignacio Echániz. Es decir, su argumento en contra de la eutanasia es que es un mecanismo puesto en marcha por el Gobierno con la única finalidad de ahorrar costes en sanidad. Se posicionan así en contra del derecho de las personas a morir dignamente cuando así lo deseen, pero están a favor de los recortes en la sanidad pública que matan a personas enfermas que no quieren morir. No se han parado siquiera a pensar en el sufrimiento agónico de aquellas personas para las que la eutanasia es poner fin a una pesadilla. No han recurrido siquiera a hablar de cuidados paliativos o alternativas para esas personas. Simplemente se han inventado una teoría conspiranoica sin pies ni cabeza con la única finalidad de mantener su estrategia del NO a todo aquello que sea progreso. Lo hicieron con el divorcio, con el matrimonio homosexual y con el aborto. Y lo seguirán haciendo con todo. Ahora toca la eutanasia. 

Saben de sobra que los derechos no obligan a nada, pero les da igual. Ellos insisten en hacer pensar a la gente que una ley de eutanasia significará que el estado podrá eutanasiar a quien quiera en contra de su voluntad. Y ojo, que hay quien se lo cree. Lo mismo hicieron con el aborto, vendiendo la idea de que obligarían a las mujeres a abortar en contra de su voluntad, o con el divorcio en su momento. Y ahí siguen, enrocados en un posicionamiento absurdo, arcaico y mezquino que convierte a la derecha española en la más rancia y radical de Europa. Para finalizar, una gran frase sobre el tema de la mente más privilegiada de las derechas hoy en día, Isabel Díaz Ayuso, y que supone el argumento más elaborado en contra de la eutanasia que hemos escuchado: «La muerte no es digna, la muerte es muerte». 

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