La ultraderecha se burla de la Ley de Memoria Democrática

Foto: Alejandro Martínez Velez / Europa Press

Este 20 de noviembre, aniversario de la muerte del dictador, las hordas fascistas volvieron a salir a la calle para mostrar las banderas del águila de San Juan y de la Falange, cuya simple exhibición ya supone una humillación a las víctimas

Por Angelo Nero

Sin perjuicio de derecho de reunión pacífica y sin armas, regulado por la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del Derecho de Reunión, se considerarán actos contrarios a la memoria democrática la realización de actos efectuados en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, y supongan exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial. A tal efecto, si en la celebración de un acto público de esa naturaleza se advirtieran hechos que pudieran ser constitutivos de delito, las autoridades competentes pondrán los mismos en conocimiento del Ministerio Fiscal.

Este es el punto primero del artículo 38, titulado como Actos públicos contrarios a la memoria democrática, de la recién aprobada Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática. Poco ha tardado la ultraderecha “sin complejos”, la que se siente heredera orgullosa de la dictadura que hizo desaparecer a 114.000 personas, muchas de las cuales permanecen en fosas comunes a lo largo de todo el estado, la que reivindica el legado del régimen que encarceló, torturó y expolió a cientos de miles de españoles a lo largo de cuarenta años, que llevó al exilio a medio millón de republicanos tras la derrota en la guerra civil.

Este 20 de noviembre, aniversario de la muerte del dictador, las hordas fascistas volvieron a salir a la calle para mostrar las banderas del águila de San Juan y de la Falange, cuya simple exhibición ya supone una humillación a las víctimas, a sus familias y a todos aquellos que consideramos que esto supone realmente una apología del genocidio, y como tal debe ser perseguida por la justicia. Lejos de ello, en el aniversario de la muerte de Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera, responsables ideológicos o materiales de ese genocidio, la Delegación del Gobierno de Madrid ha permitido varios homenajes en su honor, y no solo eso, además ha enviado a un numeroso dispositivo de la policía nacional, no para que verifique su flagrante vulneración de la ley, sino para protegerlos contra una eventual protesta de grupos antifascistas.

Uno de ellos, convocado por el Movimiento Católico Español, reunió en la plaza de Oriente a unas 200 personas, enarbolando banderas franquistas, y gritando las viejas consignas y cánticos que durante la dictadura eran obligadas a seguir, atreviéndose a señalar que la nueva ley de Memoria “es un peligro para la libertad de expresión, cuyo propósito es llevar a la cárcel a los que intentan manifestarse”.

En la víspera, otros 200 ultraderechistas se concentraron delante de la casa natal de José Antonio Primo de Rivera, en el cruce de la calle Génova y Marqués de Ensenada, donde, además de falangistas se pudo constatar la presencia de militantes de extrema derecha italiana, francesa y alemana. En la concentración, el jefe nacional de Falange también señaló: “este acto viene marcado por la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática”. Esa ley sobre la que Espinosa de los Monteros, portavoz de la ultraderecha en el Congreso, ha dicho que “VOX derogará la ley de Memoria Democrática en su primer día en el Gobierno de España. Asumimos el compromiso de hacer posible que los españoles piensen con libertad y que no se ven a obligados a atenerse a una memoria colectiva decidida por políticos.”

Ante la pasividad del gobierno y de la justicia, el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva, se preguntaba: “¿Veríamos esa pasividad del Estado si se exaltara a un grupo terrorista? No la veríamos, porque a pesar de las recomendaciones de Naciones Unidas en España, siguen existiendo víctimas de primera y de segunda?”, a la vez que se quejaba de que “ni la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, ni la Fiscalía General del Estado han hecho nada contra esta concentración de exaltación fascista que atenta contra la democracia y agrede a las víctimas de la dictadura”. Por ello la ARMH ha presentado un escrito en el registro de la Presidencia del Gobierno en el que denuncia la pasividad del ejecutivo ante las manifestaciones franquistas, en una larga exposición que reproducimos a continuación:

La ARMH expone

Durante el pasado fin de semana se han llevado a cabo diferentes actos de exaltación de la dictadura franquista y de dirigentes de organizaciones que, constituidas en bandas terroristas tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, asesinaron a miles de civiles. Misas, concentraciones y manifestaciones, autorizadas por el Gobierno, donde agentes de la Policía Nacional no han llevado a cabo ninguna actuación sancionadora. Pasividad y consentimiento mientras algunos participantes gritaban que las únicas fosas que existen en las cunetas son de víctimas de ETA, negando la existencia de miles de desaparecidos asesinados por el fascismo y negando de ese modo la condición de víctimas a sus familias y deshumanizándolas.

Hemos visto cómo la Delegación del Gobierno en Madrid autorizaba la celebración de actos que no tenían otro objeto que enaltecer a quienes alentaron y orquestaron un golpe de Estado que asesinó a más de cien mil civiles, obligó a exiliarse a medio millón de personas, humilló y violó a miles de mujeres, encarceló a otro medio millón e impidió el ejercicio de libertades durante cuarenta años.

La ARMH solicita

Conocer por qué la apología del terrorismo está incluida en el Código Penal, con penas de cárcel y sanciones económicas, y la apología del franquismo no está regulada en el mismo código y en condiciones similares.

Saber cuáles son los argumentos por los que la Delegación del Gobierno en Madrid autoriza concentraciones fascistas para enaltecer a franquistas y jamás autorizaría una concentración similar de grupos que quieran celebrar la existencia de bandas y actos terroristas.

Saber si por la diferencia de trato puede parecer que las víctimas del franquismo no merecen la misma protección que las del terrorismo o si se considera que su sufrimiento y su dignidad son de alguna manera inferiores y las agresiones que reciben no merecen estar igualmente sancionadas en el Código Penal. Hay que recordar que los dos informes de Naciones Unidas, el del Grupo de Trabajo contra la Desaparición Forzada e Involuntaria y el del Relator Especial para la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición señalaron que en un Estado democrático no puede existir discriminación entre víctimas y así lo expresaron al hablar de “una serie de medidas más ambiciosas en favor del reconocimiento y reparación otorgadas a otra categoría de víctimas de delitos graves como el terrorismo”, con respecto a las del franquismo.

Saber si el Gobierno, tras los acontecimientos del pasado fin de semana, considera insuficientes las medidas previstas en la Ley de Memoria Democrática y podría estudiar una modificación del Código Penal que termine con el apartheid entre víctimas de distintas violencias y haga que todas las víctimas de todas las violencias tengan derecho a una misma protección.

A esto hay que añadir que en el caso de las desapariciones forzadas, como bien sabe el Gobierno, ya que el Estado ha ratificado la Convención contra la Desaparición Forzada, son delitos permanentes que se siguen cometiendo y eso agrava las cosas por lo que debería activar mecanismos especiales de protección.

Fotografía: Laura Kas

Por la contra, en la noche del sábado 19 de noviembre, se celebró en el municipio madrileño de Fuenlabrada una manifestación Antifascista, que convocó a un millar de personas y que requirió un desproporcionado desligue policial, aunque, en esta ocasión, nada amable con los manifestantes, a los que sometió a identificaciones y cacheos arbitrarios y a los que mantuvieron retenidos durante más de dos horas en la estación de Renfe de Méndez Álvaro, y a los que se prohibió la exhibición de varias pancartas antifascistas y antiracistas, siendo totalmente encapsulados durante un recorrido que, una hora más tarde de la convocatoria, discurrió sin incidentes, bajo el lema “Aquí estamos los barrios y pueblos del Madrid Antifascista”. El porque de esta convocatoria la explicaba la Coordinadora Antifascista de Fuenlabrada en su cuenta de twitter:

Esta es una ciudad de tradición obrera; en sus inicios Fuenlabrada era una ciudad dormitorio, desde la cual sus habitantes se desplazaban al centro de Madrid a trabajar, para posteriormente volver a Fuenlabrada para el descanso. Hace 3 años, el ascenso en 2019 del club de fútbol de Fuenlabrada a la segunda división, llevó consigo el aumento y el crecimiento de la grada, y asimismo aprovechando la inercia del club, reconocidos grupúsculos fascistas de otros clubes de la Comunidad de Madrid se hicieron hueco en la grada de nuestra ciudad, atrayendo a jóvenes del municipio.

A raíz del Covid19, las caceroladas promovidas por los llamados “cayetanos» en otros puntos de Madrid, en nuestra ciudad e convirtieron en Fuenlabrada en “paseos» con total impunidad de los nazi-fascistas y concentraciones por diferentes puntos de nuestra ciudad.

Para contextualizar la historia del crecimiento del nazismo en Fuenlabrada habría que remontarse años atrás, desde la impunidad del tráfico de drogas, con las consecuentes alianzas por el control y el beneficio económico y de bares en la localidad, hasta el regreso a las gradas como ultras del equipo local, cambiando de nombres bajo la misma bandera del fascismo. También debemos recordar momentos en los que colectivos como «Invencibles» querían establecer un mini Hogar Social al estilo del conocido colectivo de la capital, organizando torneos para la recogida de comida y entrega al citado HSM para su asistencialismo excluyente.

Ya en tiempos más recientes y con la política del partido VOX, se han manifestado relaciones de los citados grupos nazis con las convocatorias locales de dicho partido. El ejemplo más claro fue la visita de Santiago Abascal, en la anterior campaña autonómica en nuestra ciudad con un meeting y en la cuál estos grupos ultras nazis intentaron confrontar violentamente y una intervención policial desmesurada acabó cargando contra quienes expresaban su rechazo a esta visita.

Fuenlabrada, para desgracia colectiva, es pionera en tristes hechos como el intento de suspensión e ilegalización de un torneo antirracista solidario (sin conseguirlo), en un contexto histórico en el que el fascismo, una vez más, apunta con su odio hacia abajo, culpando de los males de la sociedad a las personas que no encajan en su ideal colectivo. Otro reciente episodio fue la triste campaña, organizada el verano pasado, por la empresa Desokupa en repulsa a una familia refugiada que no podía afrontar los pagos de su vivienda. Esta campaña mediática y de acoso contó con la presencia de numerosos grupos nazis y el apoyo de un barrio que cayó en las falsas argumentaciones contra la okupación.

Por todo ello, este 20N, como cualquier otro, volveremos a salir a las calles para reivindicar que el fascismo no tiene cabida en nuestra sociedad, y mucho menos en nuestros barrios.”

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