El bombardeo de la embajada de la República Popular China en Belgrado se produjo el 7 de mayo de 1999, durante el bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia (Operación Fuerza Aliada).
Luna Izquierdo y Javier F. Ferrero
El pasado 15 de marzo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló que China «debería unirse al resto del mundo condenando firmemente la brutal invasión de Ucrania por parte de Rusia». China tiene «una obligación como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU de apoyar y defender el Derecho Internacional, y la invasión rusa de Ucrania es una flagrante violación del Derecho Internacional», añadió.
Esa petición ha tenido la respuesta de un portavoz de la Misión china ante la Unión Europea. En un comunicado publicado en su página web, el representante recuerda el bombardeo en Yugoslavia, algo que China «nunca olvidará».
«Como remanente de la Guerra Fría, la OTAN continúa expandiendo su alcance geográfico y rango de operaciones. ¿Qué tipo de papel ha desempeñado en la paz y la estabilidad mundiales?», ha dicho el portavoz poniendo en duda el papel de la Alianza Atlántica.
En el mismo comunicado invita a los miembros de la organización a «tener una buena reflexión», además de asegurar que China no acepta, ni aceptará, «sermones sobre Justicia de un abusador del derecho internacional».
Con dicho comunicado, el país asiático aclara que no tienen intención alguna de intervenir, y aunque se ha mostrado abrumado por la muerte de civiles, se resiste a reprobar a Vladímir Putin.
Bombardeo de la embajada china en Belgrado
El bombardeo de la embajada de la República Popular China en Belgrado se produjo el 7 de mayo de 1999, durante el bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia (Operación Fuerza Aliada). Cinco bombas JDAM lanzadas por Estados Unidos alcanzaron la embajada de China en el distrito de Belgrado de Nuevo Belgrado, matando a tres periodistas chinos e indignando a la opinión pública china. El presidente estadounidense Bill Clinton se disculpó formalmente por el bombardeo, al que calificó de accidental.
Según el gobierno de Estados Unidos, la intención era bombardear la cercana Dirección Federal Yugoslava de Suministros y Adquisiciones. El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet, testificó ante un comité del Congreso que el bombardeo fue el único de la campaña organizado y dirigido por su agencia, y que la CIA había identificado las coordenadas erróneas de un objetivo militar yugoslavo en la misma calle. El gobierno chino emitió una declaración el día del atentado, afirmando que se trataba de un «acto bárbaro».
En junio de 2021, China contestaba a las acusaciones de la Alianza Atlántica sobre su preocupación por las «políticas coercitivas» del país asiático. También en un comunicado, un portavoz señaló que el bombardeo fue una «tragedia histórica» que nunca será olvidada.
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