La explotación infantil en el mundo en 2021: 160 millones de menores que trabajan

Solo en el continente africano hay 86,6 millones de niños trabajando.

Javier F. Ferrero

La erradicación del trabajo infantil tiene para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ​una prioridad urgente y muy importante. Durante siglos, el trabajo infantil fue aceptado y era legal, mientras que actualmente esta y otras prioridades forman parte de la Declaración de los Derechos del Niño. Los niños procedentes de familias pobres y de zonas rurales resultan ser las más vulnerables ante las diferentes formas de explotación. Estos niños, a los que se priva de su infancia, conocen condiciones de trabajo miserables.

En 1856, la ley permitía el trabajo infantil en Inglaterra después de los 9 años, durante 60 horas a la semana, de noche o de día. En 1900, la edad permitida para el trabajo infantil se elevó a 12 años. Hace 120 años de esto, sin embargo, en todo el mundo aún hay 160 millones de niños que trabajan.

En 1992, la OIT creó el programa internacional para la erradicación del trabajo infantil para combatir el trabajo de los niños y niñas que atentan con su desarrollo y en 2014 el fundador del Centro Internacional sobre trabajo infantil y educación, Kailash Satyarthi fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la explotación infantil en la India. Sin embargo, el Covid-19 y su crisis derivada ha disparado el trabajo infantil en el mundo.

El trabajo en menores puede tener consecuencias físicas, ya que los niños que trabajan pueden llegar a desarrollar enfermedades y dolencias crónicas, desnutrición, sufrir cortes y quemaduras por trabajar con maquinaria y herramientas inadecuadas para su edad o sufrir abuso por parte de los adultos; y consecuencias psicológicas, ya que los pequeños pasan mucho tiempo en un ambiente hostil y violento, lejos del amparo y protección de sus familiares. Debido a las largas horas que dedican al trabajo, se ven obligados a dejar sus estudios o a combinar ambas actividades. Esto acarrea consecuencias psicológicas como estrés, bajos niveles de autoestima y falta de esperanza en el futuro.

La Organización Mundial del Trabajo (OIT) y UNICEF creen que la ya de por sí brutal cifra de menores trabajando puede aumentar, a pesar del compromiso alcanzado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2025 y que 2021 es el Año Internacional de la Erradicación del Trabajo Infantil.

África y el trabajo infantil

Según datos ofrecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) durante una conferencia regional celebrada en Accra (Ghana), en el continente africano hay 86,6 millones de niños trabajando, una cifra que supone la mitad de todos los niños que trabajan en el mundo.

Cuatro de cada cinco trabaja en la agricultura de subsistencia, una de las consecuencias de la crisis y la pobreza a la que la pandemia ha traído. Aunque antes de la pandemia también trabajaban niñas y niños en el campo por la falta de recursos para la educación, la pobreza familiar y la falta de tecnología y mecanización de la agricultura, ahora son cada vez más quienes empujan a muchas familias a destinar a sus hijos al trabajo agrícola. La crisis ha agudizado el problema.

El trabajo infantil es mano de obra barata que contribuye a prolongar o aumentar la pobreza y además impide que los niños sean educados: uno de cada tres no sigue sus estudios.

Asimismo, el trabajo infantil supone un peligro para la salud de los niños, ya que a menudo realizan trabajos peligrosos o de riesgo para su salud, como estar en contacto con pesticidas sin protección adecuada.

India, fuente de explotación

La Constitución de la India prohíbe el trabajo infantil en las industrias peligrosas (pero no en las industrias inofensivas) como un derecho fundamental en virtud del artículo 24. UNICEF estima que la India, con su numerosa población, tiene el mayor número de trabajadores menores de 14 años de edad en el mundo.

Grandes compañías incluyendo Gap, Inditex, Primark o Monsanto han sido criticadas por el uso trabajo infantil de manera indirecta en sus productos. Las compañías afirman que tienen políticas estrictas contra la venta de productos hechos por niños menores de edad, pero hay muchos eslabones en la cadena de suministro que son difíciles de supervisar.​

En diciembre de 2014, el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos publicó una lista de bienes producidos por trabajo infantil o trabajo forzoso y la India figuró en un grupo de 74 países donde se han observado una incidencia significativa de condiciones críticas de trabajo. A diferencia de otros países, a la India se le atribuyeron 23 bienes, la mayoría de los cuales son producidos en el sector secundario.

Muchas ONGs como Bachpan Bachao Andolan, ChildFund, CARE India, Talaash Association, Child Rights and You, Global march against child labour, RIDE India, Childline, etc. han estado trabajando para erradicar el trabajo infantil en la India.

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