La Cañada Real y Ayuso

Ningún funcionario estaba dispuesto asumir el riesgo de disgustar a sus jefes que habían recibido ordenes de apagar todo aquello que pudiese estropear la imagen turística de una dictadura

Por Lucio Martínez Pereda

La Cañada Real es el cordón umbilical que une en Madrid el urbanismo de la dictadura franquista con el urbanismo de Ayuso.

Las cañadas reales son vías pecuarias destinadas al tránsito de ganado. Durante la dictadura franquista se dictó una modificación de la ley que regula el uso de las Cañadas Reales permitiendo a lo largo de su trazado el establecimiento de huertas y la construcción de pequeñas casas para el almacenamiento de aperos y el descanso de los pastores trashumantes. Cuando el Ministerio de Vivienda de la dictadura estaba dirigido por el falangista José María Martínez Sánchez Arjona, a la Dirección General de Urbanismo y Política de Suelo, dependiente de la Secretaría Técnica, llegaron informes avisando que las infraviviendas estaban siendo usadas para servir de vivienda habitual para personas. Los informes fueron respondidos aconsejando silencio “ ya que ello nos garantizará que esos menesterosos no invadan la Gran Vía y se sitúen en esta céntrica urbe con su suciedad, mal olor, y agresivas maneras, estropeando con ello la inmejorable imagen que España está consiguiendo en el extranjero con su política turística. “Esos informes rápidamente dejaron de ser escritos. Ningún funcionario estaba dispuesto asumir el riesgo de disgustar a sus jefes que habían recibido ordenes de apagar todo aquello que pudiese estropear la imagen turística de una dictadura que quería dejar de ser vista en Europa cómo lo que era: una dictadura que para asegurarse su implantación precisó del apoyo de la Alemania nazi y la Italia fascista.

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