La Asociación Salvemos Cabana considera que el plan de restauración planteado por la Xunta de Galicia para el espacio minero está «claramente incompleto» por circunscribirse de manera casi exclusiva a la zona de cantera explotada por la empresa Leitosa, y que el peligro «sigue plenamente vigente» en la antigua explotación metalífera la cumbre del monte, cuya explotación comenzó en el primer cursto del siglo XX.
El colectivo, que el pasado verano cursó una reclamación sobre la situación del Monte Neme a la Oficina del Defensor del Pueblo, lleva años alertando de los riesgos que encierran los antiguos taludes de la mina de wolframio y estaño, tanto por la altura de los mismos, que carecen de cierre perimetral o señales de advertencia, como del lamentable estado de las balsas mineras del complejo, en las que nunca se ha llevado a cabo un proceso de restauración.
Para Salvemos Cabana, la situación actual del Monte Neme «deja en evidencia» que la falta de control de las administraciones sobre los proyectos industriales «puede derivar en situaciones indeseadas de salud pública para las personas y el medio ambiente». Por este motivo, considera lamentable «que tenga que ser la sociedad civil la que ejerza la tarea de fiscalización que en ocasiones los representantes políticas, por inoperancia o desconocimiento de la función para la que fueron elegidos, no son capaces de llevar a cabo».
Por esta razón -valoran-, hablar de términos como «minería responsable» o «minería sostenible», teniendo en cuenta situaciones ambientales como las originadas por la actividad extractiva en el Monte Neme, la mina de cobre de Touro o las pizarreras de Valdeorras, «no deja de ser una falacia y una quimera inalcanzable que lo único que encierra, es la maximización del beneficio para las empresas a costa de unos impactos ambientales y económicos que tiene que asumir la ciudadanía gallega en su conjunto.
Se el primero en comentar