Julio Pacheco Yepes: “Cuando llegabas a la cárcel, tras el paso por la DGS, tenías la sensación de haber salido del infierno”

Entrevistamos a Julio Pacheco Yepes, miembro de La Comuna, Asociación de presos y represaliados por la dictadura franquista. 

Por Angelo Nero

En 1975 militabas en el PCE (m-l) y en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), cuando la dictadura estaba agonizando, aunque no por ello suavizaba la represión contra los obreros y los estudiantes que comenzaban a disputarle una calle en la que habían mandado durante 40 años. ¿Cómo comienzas a militar, en un momento en el que, además, te jugabas la libertad, incluso la vida, y en que consistía esa militancia?

La decisión de empezar a militar, viene dada por la situación de opresión a que el régimen franquista nos sometía, como bien dices, la falta absoluta de libertad te obligaba a tomar la decisión de querer cambiar el estado de cosas, aunque comportara riesgos de detención, cárcel, torturas.

En mi caso, también influyó mi origen familiar. Mi padre luchó en el bando republicano, fue condenado a muerte y luego conmutado, se paso 11 años en distintos penales y en trabajos forzosos. Nunca nos ocultó su pasado, y eso, claro, orientó mi forma de pensar y ayudo a tomar la decisión de organizarme en la lucha antifranquista.

Con 14 años, obtuve una beca para estudiar el Bachillerato Superior en la Universidad Laboral de Alcalá de Henares. Era en régimen de internado. Era el curso 70-71.

Ese curso estalló una huelga en la Laboral, que se extendió a otras universidades laborales, por una serie de reivindicaciones (creo recordar que eran 10 puntos). Estuvimos 2 meses de huelga tanto de clases como de comedores, y aunque al principio hubo estudiantes expulsados, al final conseguimos la readmisión de todos los expedientados y algunos de los puntos reivindicados.

El clima de solidaridad y lucha que viví en aquella experiencia fue el primer contacto con la lucha antifranquista.

En la Universidad Laboral estudié 5º, 6º y COU y en ese periodo conocí a los comités pro-FRAP.

El primer contacto fue en los comités de barrio, y cuando entré en la Universidad Complutense me integré en la FUDE. Eso fue en el curso 73-74. El 74 pedí mi ingreso en el Partido Comunista de España (marxista-leninista).

La militancia consistía fundamentalmente en actividades propagandísticas, en difundir nuestros planteamientos y en una labor de proselitismo. Repartir octavillas, pintadas, colgar carteles, que en realidad eran murales escritos a mano en papel de estraza, en los que se exponían los temas de actualidad, se daban consignas y se llamaba a la lucha y a la organización. Éramos muy activistas, y eso atraía a los jóvenes.

Entonces luchabais por una ruptura con el régimen, por libertades democráticas plenas, incluso algunos soñabais con la construcción del socialismo. Luego vino la Transición, la jefatura del estado la asumió el sucesor designado por el dictador, las estructuras económicas y judiciales quedaron intactos, los cuerpos policiales y militares siguieron siendo los mismos. ¿Cómo se gestionó el desencanto que trajo la Transición para esos sectores más combativos de la sociedad, en los que tu estabas?

En el PCE(m-l) siempre denunciamos la maniobra de la Transición, de los pactos del PSOE y PCE con el aparato franquista, de la monarquía como continuidad del franquismo.

Defendimos la bandera de la República como única salida democrática y progresista. Pero no tuvimos la fuerza necesaria para que nuestros planteamientos se impusieran.

Las políticas de pactos calaron en las clases populares, lograron desmovilizar todas las organizaciones creadas al calor de la lucha antifranquista y consolidaron a la monarquía como salida democrática. Las organizaciones de izquierdas antipactistas quedamos sin margen de maniobra. El PCE(m-l) se disolvió en 1992.

El 24 de agosto de 1975 es un día que nunca podrás olvidar, ya que es la fecha en la que eres detenido por la policía franquista.. ¿En que circunstancias se produce tu detención, y que recuerdos tienes de los días que pasaste en manos de la siniestra Brigada Político Social?

Me detuvieron en una casa en la que residía temporalmente. Era una casa de apoyo en el barrio madrileño de Lavapiés. Tenia 19 años y estudiaba 2º de Biológicas.

Serian las 11 de la noche cuando llamaron a la puerta. Al abrir me encañonaron con una pistola, me esposaron y me bajaron a un coche que estaba esperando en la puerta. Me llevaron a la DGS en la Puerta del Sol.

Ya en el coche empezaron los golpes y amenazas que no pararon hasta el 1 de septiembre cuando me trasladaron a la cárcel de Carabanchel.

Durante esos 7 días, las torturas fueron continuas, con sesiones que duraban horas y amenazas constantes de muerte.

Querían que me auto inculpara como jefe del comando que atento contra el teniente Pose de la Guardia Civil.

La Brigada Político Social no investigaba. Su técnica consistía en torturar y de la información que obtenían, seguían deteniendo. No buscaban pruebas, lo que buscaban eran declaraciones arrancadas bajo tortura. Con eso ya cobraban sus recompensas. Eran torturadores mercenarios.

De esos días recuerdo golpes, no recuerdo haber comido, ni haber dormido, hasta que me bajaron a los calabozos y me hicieron la ficha policial al 4º día de mi detención.

Mi objetivo, como detenido, era no delatar a nadie, que la cadena de detenciones se parara en mi. Me impuse no quejarme, que no me oyeran quejarme, como forma de salvar mi dignidad como persona, de ser más fuerte que ellos, aunque solo fuera moralmente, de poner en valor mi orgullo.

Detención de 36 miembros del FRAP”, titula la Vanguardia Española, el 5 de septiembre de 1975. En la relación de detenidos leemos: “Julio Pacheco Yepes, alias Acosta, secretario político del Comité Provincial del FUDE. Entre las varias misiones subversivas que llevó a cabo, figuran la adquisición de gasolina para la quema de un vagón del metro, en la estación del Portazgo, así como la programación de atentados contra departamentos del Ministerio de Justicia.” Las acusaciones eran de bastante gravedad, ¿Cuál fue la pena que te impusieron?.

Me acusaron de terrorismo por la jurisdicción militar. Se personaron en la DGS un coronel, un capitán y un soldado y me comunicaron la acusación de terrorismo. Mi abogado, estando ya en Carabanchel, me informó de que me pedían 30 años.

En noviembre, la jurisdicción militar se inhibió en favor del Tribunal de Orden Publico.

Tas tu paso por la Dirección General de Seguridad te envían a Carabanchel, en aquel momento llena de presos políticos. ¿Cuál es el panorama que te encuentras en la cárcel y cuando te liberan?

Cuando llegas a la cárcel, tienes la sensación de haber salido del infierno. El sistema carcelario no es ni mucho menos un paraíso, pero tienes un sentimiento de liberación, de haber pasado ya lo peor.

Cuando ingresé en Carabanchel, estuve 4 días en celdas de aislamiento. Una vez que pasaron esos días me trasladaron a la 6ª galería reformatorio. Habían habilitado esa galería para los acusados de terrorismo. Eran celdas individuales y pasábamos mucho tiempo encerrados con algunas horas de salir al patio.

El día 3 de diciembre salí en libertad provisional bajo fianza de 30.000 ptas.

Durante esos 3 meses que estuve en la cárcel, te sientes arropado por el resto de camaradas, puedes hablar, cambiar impresiones, hacer deporte, etc…

Por supuesto, no puedes salir, estas encerrado, pero la compañía de los camaradas, la experiencia de la comuna, de compartir todo, la alegría de las comunicaciones con la familia, te hacen la vida carcelaria mas llevadera.

Lo mas doloroso fue cuando anunciaron por la televisión el 26 de septiembre la confirmación de pena de muerte de nuestros tres camaradas y los dos de ETA. La sensación de rabia e impotencia fue inmensa. Yo creo que esa noche no durmió nadie en la 6ª galería reformatorio de Carabanchel.

A través de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), has presentado una querella por torturas contra varios policías franquistas, José María González Reglero, Álvaro Valdemoro y José Luis Montero Muñoz, y también al oscuro comisario José Manuel Villarejo. Parece que con el la conexión entre los cuerpos policiales de la dictadura y de la democracia han quedado bastante evidentes, sin embargo, ¿Por qué casi 50 años después todavía tenemos que seguir invocando a la justicia internacional para juzgar los crímenes del franquismo? ¿porqué ni los sucesivos gobiernos de la democracia, ni el poder judicial ha hecho nada hasta ahora en la materia?

Creo que es consecuencia de la transición pactada. No se tocó nada el estamento jurídico, ni policial, ni del ejército. Los jueces del TOP pasaron directamente a la Audiencia Nacional, los torturadores siguieron en sus puestos, con medallas y ascensos. Se firmó una Ley de Amnistía que en realidad fue una ley de punto final, en la que los jueces se han escudado para rechazar todas las querellas puestas en España. La cúpula del PSOE hoy por hoy es el principal defensor de la Monarquía, y ha vetado cualquier intento de investigación sobre las fechorías del emérito. Las mayores fortunas actuales tienen su origen en el franquismo. Como verás tienen mucho que ocultar. Investigar la impunidad del franquismo destaparía muchas cloacas que los poderes fácticos no quieren dejar que se abran.

Acaba de ser aprobada la nueva Ley de Memoria Democrática que no llega a romper las costuras de la Ley de Memoria Histórica de 2007, aprobada en el gobierno de Zapatero, aunque en algunos aspectos las ensancha. ¿Sigue siendo la Ley de Amnistía un muro infranqueable bajo el que se amparan los crímenes franquistas y post-franquistas? ¿Cómo valoras la nueva Ley de Memoria con respecto a casos como el tuyo?

Creo que esta nueva Ley de Memoria Democrática puede abrir alguna nueva puerta para obtener justicia en España. En el articulo segundo obliga a interpretar la Ley de Amnistía del 1977 según la legislación internacional, ya que los crímenes del franquismo son crímenes de lesa humanidad y por lo tanto no prescriben ni se pueden amnistiar.

Tanto la prescripción de los delitos como la amnistía han sido los argumentos con que las querellas interpuestas en España han sido rechazadas.

Por otra parte, la nueva ley tiene lagunas importantes. Deriva los casos investigados a la jurisdicción voluntaria, lo cual es una barbaridad, tratándose de delitos de lesa humanidad.

Está pendiente de que se nombre al Fiscal de Sala y gran parte de su articulado depende de desarrollos posteriores para que no se quede en papel mojado.

De todas formas, veremos qué pasa. Las querellas presentadas están ahí, y eso es una forma de hacer presión.

No deja de ser curioso el blanqueamiento de ciertos personajes de la dictadura y de la parte más oscura de la democracia, como Martín Villa, que hace poco recibió el apoyo de históricos dirigentes del sindicalismo, o del propio Villarejo, convertido en un personaje muy conocido gracias al apoyo de capos de los medios, como Ferreras. ¿Qué opinas del papel que han jugado los medios de comunicación en la Transición y después, en la democracia, y que opinas también de esos dirigentes sindicales, que ya retirados de sus cargos hacen estos autos de fe?

Los medios de comunicación, salvo honrosas excepciones, atienden a la voz de su amo. En España la inmensa mayoría sus dueños son las grandes corporaciones, muy interesadas en que todo siga igual.

Los medios de comunicación, junto con los partidos artífices de la transición, son las columnas sobre las que se ha apoyado nuestro deficiente estado democrático.

De todos es sabido la confabulación de los medios en tapar los delitos del Emérito, tratar de desprestigiar a partidos de izquierdas o a las movilizaciones populares como el procès catalán.

Sin duda, los medios han sido los artífices del relato de nuestra transición “modélica”.

2 Comments

  1. Importante testimonio de Julio Pacheco, con el que estoy totalmente de acuerdo sobre todo en cuanto a la llamada Transición «Democrática» que fue una verdadera farsa. Que el Psoe se prestara a esa farsa no me extrañó pero que el PC se prestara también a dicha farsa, me desilusionó mucho y ahora estamos pagando por ello, en más de 40 años de democracia «Vigilada», hemos avanzado muy poco. El 15 M fue una inyección de optimismo para los que luchamos contra el franquismo y ahora mismo todavía hay una esperanza con Unidas-Podemos pero la juventud de ahora ya no es la misma de aquella época (Años 70) y muchos de nosotros somos ya muy mayores para la lucha, en mi caso 81 años. En mi opinión la solución sería la llegada de la III República pero el Psoe sería el guardián de la puerta de entrada para ello, junto con todas las derechas y la extrema derecha.

  2. Un testimonio muy preciso y valiente.
    Refleja muy bien lo que era el franquismo en los 70.
    Así mismo es de agradecer su querella contra los torturadores, a ver qué hacen los jueces ahora.

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