Se confirma también el ascenso de la Alianza Sahra Wagenknecht-Por la Razón y la Justicia (BSW), que en Brandeburgo lidera el juez y antiguo miembro del SPD, Robert Crumbach, y que entra como tercera fuerza.
Por Angelo Nero | 24/09/2024
El canciller alemán Olaf Scholz, a un año de las generales, ha conseguido una victoria pírrica en las elecciones del estado alemán de Brandeburgo, y frenar la debacle de los recientes comicios en los länder de Turingia y Sajonia, donde el fuerte ascenso de la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD) -primera y segunda fuerza respectivamente- vino de la mano del hundimiento del Partido Socialdemócrata (SPD), al que las encuestas no le auguraban nada bueno este domingo, 22 de septiembre.
El mérito no es tanto de Scholz, sino del veterano Dietmar Woidke, que lleva una década como ministro-presidente de Brandeburgo, y que ha incrementado el porcentaje de voto de su partido, del 26% al 31%, pasando de 25 a 32 escaños, teniendo un crecimiento importante también en número de votos, más de 130.000. También ha subido la participación, con respecto a las anteriores elecciones en este importante land, con dos millones de habitantes, que rodea completamente a Berlín, subiendo 11 puntos, hasta alcanzar casi el 73%.
Pero no todo son buenas noticias para el SPD, ya que se confirmó el fuerte ascenso de Alternativa por Alemania (AfD), que bajo el liderazgo de Hans-Christoph Berndt, fundador de la asociación antiinmigración Zukunft, ha pasado del 23,5% al 29,2%, a solo unas décimas del porcentaje logrado por los socialdemócratas, subiendo de 23 a 30 escaños, tan solo con dos diputados menos que el partido de Scholz, y ganando también más de 130.000 nuevos votantes. Sumado este resultado a los obtenidos en Turingia y Sajonia, parece que el ascenso de la extrema derecha alemana es imparable, que ha conseguido polarizar la campaña electoral en torno a la emigración y a la seguridad, además de la guerra de Ucrania.
Se confirma también el ascenso de la Alianza Sahra Wagenknecht-Por la Razón y la Justicia (BSW), que en Brandeburgo lidera el juez y antiguo miembro del SPD, Robert Crumbach, y que entra como tercera fuerza en el parlamento de este land, gracias a los 200.00 votos, el 13,5% del porcentaje, que se traducen en 14 escaños.
La Unión Demócrata Cristiana (CDU), que con Angela Merkel al frente rigió los destinos de Alemania durante 16 años, continúa su lenta agonía, y baja del 15% al 12%, perdiendo 3 escaños, se queda con 12 diputados, y pierde también 15.000 votos, que, muy posiblemente, habrán acabado en el granero de AfD.
Pero, sin duda, los que se llevan la peor parte en estas elecciones al estado de Brandeburgo son los verdes de B’90/Die Grünen, socios de Scholz en el gobierno federal y de Woidke en el estatal, que desaparecen del parlamento, perdiendo también la mitad de los votos que lograron en 2019, cuando consiguieron diez diputados, con casi un 11% -el domingo apenas llegaron al 4%-. Hay que recordar que en Turingia esta fuerza también desapareció de su parlamento estatal, en las últimas elecciones, y que en Sajonia perdieron la mitad de su representación.
También muy malos resultados para la izquierda de Die Linke, que pierde también sus diez escaños y se queda fuera del parlamento, descendiendo del 10,7% al 3%, lo que sin duda agravará la crisis desatada en la fuerza formada por escisión del SPD, liderada por Oskar Lafontaine, y la sucesora del Partido Socialista Unificado de Alemania, que dirigió la RDA hasta su disolución.
El Movimientos Cívicos Unidos de Brandeburgo/Votantes Libres, también desaparece del parlamento de Brandeburgo, al perder sus cinco diputados, con lo que solo cuatro fuerzas políticas formaran parte de la próxima legislatura en este land alemán.
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