Frente de Liberación de Bretaña, ¿regreso a las armas?

Tras el asesinato del preso independentista Yvan Colonna, el FLB ha vuelto a manifestarse, a través de una carta remitida al diario Ouest-France en el que el grupo exige “la organización de un referéndum sobre la reunificación de Loire-Atlantique con Bretaña

Por Angelo Nero

“Retomamos la lucha progresista y revolucionaria que cada generación de bretones ha emprendido por la libertad de Bretagne y por el derecho de los bretones a rechazar el estatus colonial para gobernarse a sí mismos”, así se daba a conocer, en 1966 el Front de Libération de la Bretagne (FLB) o Talbenn Diebiñ Breizh, en su primer comunicado reivindicando la colocación de un artefacto incendiario en la prefectura de Saint-Brieuc. En los años siguientes, el FLB, a través de su rama militar, el Armée Républicaine Bretonne (ARB) inició una campaña de ataques a edificios públicos, prefecturas, cuarteles de la Gendarmerie y oficinas de hacienda, pasando de la treintena de atentados, el más importante el que destruyó el garaje del cuartel de la CRS, también en la ciudad bretona de Saint-Brieuc, y el ataque al palacio de Versalles, en 1978. En la década de los setenta llegaron a pasar de las doscientas acciones, sumando a sus objetivos los medios de comunicación parisinos, e infraestructuras del estado, a la vez que la sociedad bretona también se movilizaba contra la discriminación por parte del gobierno francés y el empobrecimiento de su país, luchas a las que se sumó el FLB.

A principios de los ochenta ya había una veintena de activistas del FLB en prisión, y cuando fueron amnistiados por el gobierno de François Mitterrand, un grupo de ellos decidió la creación de la Union Democratique Bretonne (UDB) o Unvaniezh Demokratel Breizh, que “sitúa su acción política en el marco del debate democrático, excluyendo todo recurso a medios violentos”, como señala sus estatutos.

Michel Herjean, otro de los amnistiados, fundó, en 1983, Emgann–Mouvement de la Gauche Indépendantista, junto a activistas de los Comités Amnestie Bretagne o Kuzulioù an Distaoliadeg (KAD), y que, tras su disolución, en 2009, daría lugar a la organización independentista Breizhistance. Herjean también fue secretario general de la organización de ayuda a los presos, Skoazell Vreizh, especialmente activa en los noventa, cuando un centenar de militantes bretones fue acusado de formar parte de una red de apoyo a la organización armada vasca ETA.

El ARB se desarmó en el año 2000, entregando los explosivos que había robado en Plevin, dos años antes, y el escaso armamento que formaba su arsenal, al juez Thiel, y durante toda la siguiente década no volvió a haber expresiones armadas en el independentismo bretón, hasta la rebelión de los Bonnets Rouges, una movilización masiva de la sociedad bretona, que también contó con el apoyo de la UDB, de Breizhistance y del NPA, por el empleo y contra el impuesto medioambiental, donde fue muy importante el colectivo “Vivre, décider, travailler en Bretagne”, y donde la ARB reivindicó la destrucción de radares en Morbihan.

La ARB Nevez, volvió a reivindicar acciones puntuales a partir de diciembre de 2013, y en mayo de 2016 también una nueva organización Ni Hon Unan (NHU), Nosotros Solos, atentó contra una empresa minera. Entre 2017 y 2021, el FLB también reivindicó una una decena de atentados contra segundas residencias, también contra empresas de construcción y contra beneficiarios de la industria turística, en medio de una campaña de los movimientos bretones contra la especulación inmobiliaria.

Hace tan solo unos días, a raíz de los debates abiertos en el gobierno francés, con la promesa del ministro de interior Gérald Darmanin de explorar la concesión de una mayor autonomía a Córcega, donde la situación se ha vuelto muy volátil, tras el asesinato del preso independentista Yvan Colonna, el FLB ha vuelto a manifestarse, a través de una carta remitida al diario Ouest-France en el que el grupo exige “la organización de un referéndum sobre la reunificación de Loire-Atlantique con Bretaña, pero también un referéndum sobre la autonomía o independencia de la Bretaña reunificada”. También se añade en el comunicado que “El Ejército Revolucionario Bretón reconoce que el pueblo de Córcega solo es escuchado por el gobierno después de acciones violentas. Concebimos la lucha armada como un complemento de la lucha política. Estos referéndums deben llevarse a cabo antes del 31 de diciembre de 2022, de lo contrario, la ARB tomará medidas.”

Mientras esto ocurre en Bretaña, en Córcega el Fronte di Liberazione Naziunale Corsu (FLNC), que había abandonado la lucha armada en 2014, también amenazó al estado francés con volver a tomar las armas, tras el asesinato de Yvan Colonna, a través de otro comunicado: “Si el Estado francés permanece sordo, no podría haber sacrificio de juventud que no condujera a una reacción mostrada por nuestra parte, y las batallas callejeras de hoy pronto serán las de los maquis de la noche de mañana”, añadiendo que “el desprecio engendró ira, y la ira lleva a la revuelta. Y con nosotros, la rebelión conduce a la insurrección”.

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