El Partido Comunista Francés pidió, el 31 de diciembre de 2019, al gobierno francés que reconociera oficialmente la República de Artsakh
Por Angelo Nero
El 27 de agosto, el Partido Comunista Francés, mediante un comunicado de prensa firmado por Fabien Roussel y Pierre Ouzoulias, hacía firme su postura de que “Francia debe reconocer oficialmente a la República de Artsakh”. Fabien Roussel, es el secretario nacional del PCF, y Ouzoulias es senador comunista, además de un reconocido historiador y arqueólogo, nieto de destacados dirigentes de la resistencia francesa. En la declaración decían lo siguiente:
“Desde diciembre de 2022, las poblaciones armenias de Artsakh (Nagorno-Karabakh) están sometidas al bloqueo organizado por Azerbaiyán y su dictador I. Aliyev.
El corredor de Lachín, el único acceso posible a Artsakh desde Armenia, está bloqueado por Azerbaiyán desafiando el derecho internacional. La Unión Europea firmó un acuerdo el 18 de julio de 2022 con Azerbaiyán sobre el suministro de gas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró en esta ocasión que Azerbaiyán es un “socio fiable”.
En su larguísima entrevista concedida a un semanario, el Presidente de la República evocó la situación de Artsaj en términos ambiguos que sugieren que la diplomacia francesa se alineará con la de la Unión Europea y abandonará a las poblaciones armenias de Artsakh en manos de sus verdugos.
Renunciando a defender la integridad de esta pequeña República que declaró su independencia tras un referéndum organizado según las leyes de la época, Francia se dispone a aceptar su retrocesión a Azerbaiyán a cambio de una promesa ilusoria de establecimiento de una paz duradera con Armenia.
¿Cómo se puede creer que la dictadura de Aliyev respetaría los derechos de los armenios de Artsakh cuando viola los de sus propios ciudadanos? El proyecto del aliado de Turquía, Azerbaiyán, es erradicar la presencia armenia en el sur del Cáucaso para establecer una continuidad territorial entre los dos países. El abandono de Artaskh no sólo no salvará a Armenia, sino que fortalecerá a Azerbaiyán en sus demandas de nuevas conquistas territoriales.
El Partido Comunista Francés pidió, el 31 de diciembre de 2019, al gobierno francés que reconociera oficialmente la República de Artsakh. Después de la guerra de 2020 y la anexión por la fuerza de parte de su territorio por parte de Azerbaiyán, consideramos que su reconocimiento por parte de Francia es aún más que ayer una condición para la protección de sus poblaciones y un requisito previo para la resolución del conflicto en el Cáucaso Meridional.
Missak Manouchian, cuya familia fue víctima del genocidio de 1915, dio su vida por nuestra libertad. No abandonemos a las poblaciones armenias de Artsakh amenazadas por un nuevo genocidio.”
Un día después del comunicado del PCF, Emmanuel Macron, anunció que pondría en marcha una “iniciativa diplomática”, para levantar el bloqueo del Corredor de Lachín, por parte de Azerbaiyán, que ya ha entrado en el noveno mes, causando una grave crisis humanitaria en la población de Nagorno Karabakh, que se ha visto privada de bienes de consumo básicos, de medicamentos y de suministro de combustible, enfrentando también continuados cortes de gas y de electricidad. El presidente francés indicó que “tendré la oportunidad de debatir esta semana con el primer ministro Pashinyán y con el presidente Aliyev.
Macron, en la entrevista a la que aludía el comunicado del PCF, al semanario Le Point, anunció que Francia estaba dispuesta a presentar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis humanitaria de Artsakh. “Nuestro enfoque es claro. Deploramos y condenamos el bloqueo, pero no es el momento de la diplomacia. (…) el papel de Francia es presionar para obtener ayuda humanitaria y estamos haciendo todo lo posible para lograrlo. En particular, seguimos tomando medidas para garantizar la entrega de alimentos y medicinas y el libre acceso a Nagorno Karabakh. (…) Siempre heomos dicho que apoyamos la soberania del pueblo. La cuestión de Nagorno Karabakh es compleja y no entraré en detalles sobre aspectos complicados es esta cuestión.” A pesar de la insistencia del periodista, Macron evitó utilizar la palabra genocidio, o pronunciarse sobre el derecho de autodeterminación del pueblo de Artsakh, queriendo evitar, tal vez, señalar que este no es solo un problema de derechos humanos, sino un problema político, y como tal requiere soluciones políticas como las que exige el Partido Comunista Francés.
Esta clave nos la daba, hace unos, días la periodista argentina Betty Arslanian, en una entrevista para NR, en la que le preguntábamos, entre otras cuestiones, sobre la reciente sesión del Consejo de Seguridad sobre el conflicto: “En esta sesión, la cuestión de Artsakh fue predominantemente un tema humanitario; no digo que sea erróneo, porque efectivamente la urgencia es la supervivencia de los 120.000 habitantes que carecen de absolutamente todo en este momento. Sin embargo, es preciso considerar que Artsakh es un tema político, y eso es lo que se debería resolver en estas instancias en las que rigen mecanismos internacionales: el estatus de Artsakh. De hecho, este periodo de incertidumbre e inacción es lo que conduce la realidad a una emergencia humanitaria.”
A los continuos llamamientos de la comunidad internacional para que se restablezca la libre circulación de personas y mercancias en el Paso de Lachín se ha sumado la Comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, señalando que: “a pesar de sus llamamientos y los de numerosos otros actores internacionales, la situación humanitaria en la zona se ha deteriorado aún más, afectando especialment a los más vulnerables, debido a la prolongada interrupción del movimiento de personas y acceso a suministros de alimentos y atención médica urgente.”
Paralelamente a estas iniciativas, la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, viajó a Armenia con el Consejo de Coordinación de las Organizaciones Armenias de Francia, para visitar el Corredor de Lachín, como muestra de solidaridad con el pueblo de Artsakh. A iniciativa de Anne Hidalgo, París y otras regiones del estado francés han enviado ayuda humanitaria con destino a Nagorno Karabakh, y el primero de los camiones franceses ya llegó a a la población fronteriza de Kornidzor, para unirse al convoy de 20 camiones enviados por el gobierno armenio, que las autoridades azerís se niegan a dejar pasar.
La canciller francesa, Catherine Colonna, también declaró recientemente que: “la estrategia de estrangulamiento, cuyo objetivo es provocar un éxodo masivo de armenios en Karabakh, es ilegal, como también lo confirmó la Corte Internacional de Justicia. Este comportamiento es inmoral.”
Nuestro colaborador Vahe Hambardzumyan, armenio residente en Galicia, apuntaba sus reservas ante estos nuevos movimientos: “Hoy llega la ayuda humanitaria de Francia, con la alcaldesa de París a la cabeza. Por eso los rusos y los azerís quieren forzar la apertura del camino desde Agham, antes de que se haga insostenible la presión occidental, para abrir desde el Corredor de Lachín. Los rusos ya se están preparando para recibir a los franceses y evitar que choquen directamente con los azerís.”
Azerbaiyán está utilizando incluso a la Media Luna Roja para forzar a que la ayuda humanitaria a Artsakh entre a través del corredor de Aghdam, en territorio azerí. El gobierno de Artsakh, a través de su portavoz, Lusine Avanesyan, ha negado esa posibilidad: “Si las autoridades de Azerbaiyán están realmente interesadas en eliminar el peor desastre humanitario del pueblo de Artsaj y detener el genocidio, entonces no deberían hacer una filantropía falsa, sino simplemente no prohibir el restablecimiento del suministro a Artsaj a través del corredor de Lachin, como se planeó en 2020 con la declaración tripartita del 9 de noviembre y las órdenes de la Corte Internacional de Justicia”
Vahe apuntaba también a una iniciativa venida desde otro punto de Europa: “Lo único esperanzador para mi fue la disposición del príncipe de Liechtenstein de llevar ayuda humanitaria a Stepanakert, a lo que los azeríes amenazaron con derribarlo.”
Según informa la agencia armenia Mediamax: “El Príncipe Michael de Liechtenstein expresó su disposición a liderar un puente aéreo humanitario a la sitiada Artsakh y a formar parte de la junta que volará a la región. Según uno de nuestros socios en esta misión humanitaria, Impact Investing Solutions de Suiza, junto con otros líderes mundiales, jefes de Estado actuales y anteriores que también están dispuestos a liderar los puentes aéreos necesarios a Nagorno-Karabaj, donde 120.000 personas, entre ellas 30.000 niños, están privadas de alimentos y medicamentos desde hace más de 8 meses”.
Lo que es cierto es que, ahora más que nunca, la presión internacional es clave para detener el riesgo inminente de genocidio sobre la población de Nagorno Karabakh. La diáspora armenia ha organizado este sábado, 2 de septiembre, movilizaciones en Los Ángeles, Buenos Aires y Montevideo.
Se el primero en comentar