El silencio de los cómplices

¿Es esto lo que podemos esperar de un partido político que se autodenomina como progresista y feminista, pero que decide primar la repercusión pública de personajes como Jorge Javier Vázquez a sus supuestos principios?

Por Dani Seixo

«Teníamos dos opciones: estar calladas y morir o hablar y morir. Decidimos hablar»

Malala Yousafzai

«Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo»

Elie Wiesel

El 4 de noviembre de 2017, durante una fiesta organizada en la casa del programa de televisión Gran Hermano, Carlota Prado fue agredida sexualmente por uno de sus compañeros de programa, José María López, quien actualmente ha sido condenado por estos hechos a 15 meses de prisión por un delito de abuso sexual.

Quizás a día de hoy muy pocos lo recuerden. Algunos han intentado restarle importancia a lo acontecido y, sin duda, muchos otros han continuado esforzándose durante estos años por ocultarlo todo bajo el ensordecedor ruido del sensacionalismo y la frivolidad televisiva, intentando con ello evitar las posibles repercusiones de lo acontecido sobre sus propias carreras. Pese a ello, la violación sufrida por Carlota Prado durante su participación en Gran Hermano es una realidad que no debería permanecer impune.

Los hechos narrados fueron grabados por las cámaras de Gran Hermano y, posteriormente, la dirección del programa decidió mostrárselas a la víctima en una sala aislada, sin contar siquiera con la presencia de un psicólogo que pudiera acompañarla para ayudarla a asimilar lo que estaba sucediendo. En las imágenes resultantes, podemos observar a Carlota Prado en estado de shock, acompañada únicamente por la voz en off del conocido como «Súper» y visiblemente afectada, pidiendo ayuda e intentando explicarse lo que acababan de mostrarle. Fue un espectáculo incomprensible y dantesco, con el que los responsables del concurso parecían intentar ampliar el morbo que aparentemente les provocaba la violación acontecida en el interior de la casa de Guadalix.

Además de esta, a todas luces, negligente respuesta por parte de la dirección del programa, posteriormente la víctima de esta violación tuvo que soportar en sus carnes las burlas de Jorge Javier Vázquez, presentador de Gran Hermano España, que en una de las galas de ‘GH VIP 7’ llegó a declarar: «Es como cuando te lo hacen y no te das cuenta», en una actitud completamente inaceptable que rompía meses de silencio acerca de lo acontecido por parte de Gran Hermano. En lugar de denunciar públicamente la agresión sexual y apoyar a Carlota Prado, los responsables del programa, con su presentador a la cabeza, decidieron ocultarla y minimizarla para proteger la imagen de Gran Hermano y sus propias reputaciones.

Nada de todo esto ha impedido el coqueteo público y notorio de supuestas figuras del progresismo español con el presentador responsable de aumentar el dolor de una víctima de violación. Durante todo este tiempo, Jorge Javier Vázquez ha sido seducido por las filas socialistas, se ha dejado ver con el ministro Alberto Garzón e incluso han coqueteado descaradamente con Yolanda Díaz y la formación atrapalotodo Sumar, en una simulación de participación política deseada de forma populista por ambas partes. Todo ello narrado elogiosamente por una pluma tan conocida en la izquierda sentida española como la de Antonio Maestre.

El último en sumarse a este descarado coqueteo con un señor tan poco ejemplar y que debería, al menos, estar perpetuamente condenado al ostracismo mediático por su papel en relación al caso de Carlota Prado, ha sido el ex Vicepresidente y líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Una vez que Mediaset hizo público que no renovaría el espacio de la parrilla destinado durante años al conocido programa de telebasura Sálvame, e ignorando premeditadamente el papel de Jorge Javier Vázquez en el caso de violación a Carlota Prado, Pablo Iglesias decide usar su espacio mediático en Canal Red para ofrecer cínicamente un ficticio puesto de trabajo a Jorge Javier. En una de sus habituales ocurrencias, el director de Canal Red y pareja de la ministra de Igualdad, detalle este último nada desdeñable para el caso, consideró una idea brillante el utilizar la popularidad del presentador de Telecinco para remover el avispero y quizás conseguir un nuevo impulso al micromecenazgo de su canal de YouTube. Mediante el mensaje «Muy pronto en Canal Red. ‘Rojos y Maricones’ presentado por Jorge Javier Vázquez» y un enlace para aquel que lo desease pudiese colaborar económicamente con su canal, Iglesias parecía obviar que para aquellos que defienden los derechos de las mujeres y la lucha contra la violencia sexual, la presencia de Jorge Javier Vázquez en cualquier iniciativa política debería ser motivo claro de rechazo y condena.

Llegados a este punto, cabe preguntarse: ¿Es esto lo que podemos esperar de un partido político que se autodenomina como progresista y feminista, pero que decide primar la repercusión pública de personajes como Jorge Javier Vázquez a sus supuestos principios? Este señor, es el vivo ejemplo de la cultura de la violación que socialmente nos esforzamos en combatir, pero en lugar de denunciarlo y condenarlo públicamente, Iglesias y compañía prefieren seguir vinculándose abiertamente con él en diferentes iniciativas políticas y mediáticas.

En definitiva, qué se le va a hacer. El parlamentarismo burgués español es solo un juego de poder y de intereses, un trágico sainete en el que los valores y principios quedan en segundo plano. Al menos, podemos consolarnos con la idea de que la hipocresía de Podemos y de Jorge Javier Vázquez no pasará desapercibida para aquellos que aún tenemos un mínimo de sentido crítico.