El pulgarcito de Asia y el Sáhara ex español

Kennedy felicitando al ex presidente indonesio Suharto por haber masacrado a un millón de sus compatriotas ‘comunistas’

Fue el mayor genocidio perpetrado en el planeta a finales del siglo XX pero, aun así, tampoco fue contado por ningún medio mainstream español.

Por Nònimo Lustre / LQSomos

En las elecciones del 19.abril.2022, José Ramos-Horta se convirtió en el quinto presidente de Timor Este (Leste o Lorosae; en adelante TL) con el 62% de los votos. Ningún medio español de desinformación se dignó publicar esta noticia. No nos extrañó porque tampoco se informó de hechos mucho más vitales que ocurrieron en el pasado inmediato. Ejemplo: en 1974, la población de TL era de unas 700.000 personas; ocho años después, tras la invasión indonesia, había descendido a 400.000. Si tenemos en cuenta el crecimiento vegetativo, es evidente que Indonesia masacró a la mitad de la población timoresa. Fue el mayor genocidio perpetrado en el planeta a finales del siglo XX pero, aun así, tampoco fue contado por ningún medio mainstream español. Aunque valgan poco, valgan los siguientes párrafos para recordarnos que TL ‘también existe’ (*)

Dejando para otro momento los comentarios sobre EEUU, China, Portugal, Japón y Europa, hoy nos limitaremos a analizar la actuación en TL de Australia, contradictorio caso de hegemón regional… subalterno de los EEUU.

Australia, hipocresía e ignorancia geopolítica –o viceversa

Australia considera que, seguramente por designio divino, es la guardiana de la mitad del Océano Pacífico –la otra mitad, ‘pertenece’ a EEUU, Japón y, desde hace poco, a China. Aunque, parafraseando al asesinado poeta salvadoreño Roque Dalton, podríamos decir que el presidente de EEUU es también presidente de Australia. Así lo ha demostrado históricamente, e incluso en conflictos tan recientes y tan teatrales como su actual indignación por el acercamiento entre las Islas Salomón y China que, por lo pronto, se ha materializado en que Taiwán ha desaparecido de la diplomacia solomonesa (ver Otros patios traseros).

Por ende, TL es suyo. Y tiene razones geográficas para creerlo así pues recuerda que, durante la II Guerra Mundial, los japoneses bombardearon Darwin desde las Molucas (a mil kms.), única vez que Australia ha sido atacada. TL está todavía más cerca puesto que sólo 680 kms. separan Dili su capital, de Darwin [esta ciudad, la más septentrional de la isla-continente, es totalmente caucásica gracias a que, desde su sede episcopal, Mgr. Xavier Gsell se vanaglorió de haber eliminado a toda “una tribu de bosquimanos de Australia” por el eficacísimo método de secuestrar a 150 muchachas casaderas para ofrecérselas en matrimonio solamente a los muchachos que se bautizaran].

En línea con esta pretensión, Australia intervino sin aparentemente intervenir en la guerra que TL mantuvo primero contra Portugal como potencia colonial activa y luego contra Indonesia, potencia invasora que ocupó TL durante más de veinte años –por supuesto, gracias al genocidio antes citado.

En 1974, el pueblo portugués estalla en la Revolución de los Claveles (cravos) y todo cambia en TL. Las tropas invasoras abandonan la colonia oriental timoresa y, en 1975, TL declara su Independencia. Indonesia invade TL nueve días después. La resistencia contra Portugal pasa a denominarse Frente Revolucionária de Timor-Leste Independente, FRETILIN, y su rama guerrillera se convierte en las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Timor Oriental, FALINTIL.

Según C. Fernandes –a quien seguiremos en los siguientes párrafos-, en 1974, el gobierno laborista de Whitlam, primer ministro en Canberra, había retirado de Vietnam a las tropas aussies, reconocido a la República Popular China, abolido el servicio militar obligatorio y comenzado –sobre el papel- a descolonizar Papúa Nueva Guinea. El movimiento por los derechos de los aborígenes, el feminismo y los refugiados asiáticos estaban deteriorando el ideal de una Australia Blanca. Sin embargo, Australia mantiene la misma política imperial-paternalista con respecto a TL, seguramente porque se alía aún más a los EEUU. Whitlam declara que los EEUU “permanecem como os verdadeiros líderes do mundo e são a sua melhor esperança.” Por ello, está seguro de que un TL independiente sería “Um estado inviável e uma potencial ameaça para a região”. Pese a lo cual, la opinión pública aussie rechaza horrorizada al agresivo presidente indonesio Suharto mientras Whitlam sostiene que los DDHH mejorarán gracias al ejército indonesio.

Los burócratas de Canberra se aficionan a escribir con pluma bífida: por un lado no disuaden ni amenazan a Yakarta sino que redactan confusos comunicados sólo para que quedara registrado en el futuro que ellos eran neutrales. Otra vez Whitlam: “Eu sou a favor da incorporação [de TL na Indonésia], mas isso deve ser feito respeitando o princípio da autodeterminação. Quero a incorporação”. Respeto la autodeterminación pero… exactamente lo mismo declaró el gobierno español dizque ‘socialista’ mientras apuñalaba por la espalda al pueblo saharaui en este fatídico año 2022.

En octubre de 1974, Suharto envió a los generales Ali Murtopo y Benny Murdani -experimentados genocidas-, en visita secreta a Lisboa donde se entrevistó con Costa Gomes, Vasco Gonçalves y Mário Soares. Informaron a Yakarta que “os portugueses acreditavam que a integração de TL na Indonésia seria a melhor solução para o território.” Los ministros españoles han sostenido exactamente lo mismo y con las mismas palabras cuando, recientemente, se han visto obligados a explicar la entrega del Sáhara al cortijo del rey alauita. Y lo peor: en efecto, los citados prebostes lusos querían desembarazarse de TL. Por ende, podemos aseverar que la invasión indonesia fue estimulada por la satrapía lisboeta post-cravos –y, calcando los mismos hechos, es obvio que la socialdemocracia española ha propiciado el genocidio y el saqueo del Sáhara ex español. Por otra parte, en la decisión de anexionarse TL influyó mucho la aprobación de los católicos indonesios agrupados en el engendro jesuítico CEEI liderado por K. Kanisius. Exactamente lo que hicieron calladamente los grupos de presión de los católicos españoles con respecto al Sáhara ex español (ver Clinton Fernandes, “Conseguiremos viver com as nossas consciências? A Austrália e a anexação indonésia de Timor-Leste”; pp. 353-371, en Rui Graça Feijó, ed. 2016. Timor-Leste: Colonialismo, Descolonização, Lusutopia; Afrontamento, Porto. ISBN: 978-972-36-1469-5)

TL y el Sáhara ex español no se parecen en nada pero las élites de las potencias buitres son exactamente iguales, en Madrid, en Rabat… y, sobre todo, en Washington. La hipocresía del laborismo australiano en TL se repite hasta el plagio en la traición al pueblo saharaui perpetrada por su correligionario, el Psoe español. Obviamente, no es mera coincidencia sino criminal coherencia socialdemocrática.

Hoy, TL se ha estabilizado y ‘progresa adecuadamente’. Y sigue teniendo problemas con Australia puesto que se ha encontrado petróleo (90% del presupuesto nacional) en una parte de sus aguas territoriales que, oh! casualidad, Australia ansía pasando por encima de la “ley de la mediana”. En un odioso dèjá vu, TL vuelve a estar amenazado por la ‘maldición de los recursos’ (resource curse).

El verdadero peligro que amenaza a las timoresas –y a los timoreses
Pero el que quiera consolarse (engañarse), puede refugiarse en el omnipresente National Geographic quien se ha dignado mencionar a este rincón isleño para incluirlo en su lista de destinos raros. De TL, la NG nos recomienda visitar sus “100-plus miles of wildly colorful coral reef networks right off its extended, still undeveloped coasts” para terminar con la obligada advertencia de género: “Women in particular should exercise extra caution if traveling alone or after dark.”

(*) Esta nota continúa mi interés por Timor Leste manifestado de antaño en otras dos notas: Aviso a los navegantes: ante la concesión del Noble de la Paz 1996, con fecha 30.X.1996 y, El mayor genocidio del siglo XX, con fecha 20.V.2016; ambos en el blog perezia.wordpress.com)

Además, en 1983, mientras recorría Melanesia, me entrevisté con varios portavoces de Timor Leste. La primera vez fue en Port Vila, capital de Vanuatu, durante la manifestación por un Nuclear Free Pacific en contra de los ensayos franceses en el atolón de Mururoa. En aquella gloriosa ocasión, marchamos desde melanesios, europeos y gringos hasta tahitianos, malayos, chinoides-japonesoides, hawaianos, polinesios, algún africano y, por supuesto, todas las gamas intermedias… y dos delegados de Timor Oriental –uno dellos hablaba perfectamente castellano. Una niña entregó en la embajada francesa un grueso memorial de agravios pero los (poco) diplomáticos galos rehusaron recibirla: dicho en el pidgin-patois local o bislama, Franis ino akseptem petison.

Semanas después, en Honiara, capital de las Islas Salomón, Roque Rodrigues, otro delegado del FRETILIN, ofreció una conferencia en el Museo Nacional –en aquel entonces, único museo del país. Recuerdo que Rodrigues subrayó que la guerra de liberación contra Indonesia les había obligado a cambiar el cultivo tradicional del maíz por la yuca y la batata puesto que éstas resistían mejor los bombardeos.

Item más, en 1988, participé en Madrid en un acto en solidaridad con Timor Leste por el que recibí una reprimenda de la embajada de Indonesia y el regalo de Timor-Timur, un ¿libro? de un estómago agradecido cuyo nombre prefiero no recordar. Y, en 1996, tuve el placer de montar con materiales propios la –probablemente- única exposición que se hizo en España para festejar la concesión del Nobel de la Paz 1996 a dos líderes timoreses, guerrillero uno y obispo el otro]

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