El consecuente incremento de adicción a las drogas y suicidios lo han convertido el único país avanzado con disminución en su esperanza de vida y el país del mundo donde hay más adictos al Fentanilo.
Por Lucio Martínez Pereda
Solamente en el 2022, 110.000 estadounidenses murieron por sobredosis de fentanilo, un opioide sintético 100 veces más potente que la morfina. El sistema sanitario americano -que algunos líderes de PP tienen como modelo de gestión para intentar trasladar a España- deja a las víctimas de esta terrible droga, absolutamente desprotegidas y a su suerte.
Cuando la derecha española se muestra partidaria de reducir impuestos y Estado del bienestar para reactivar el mercado, oculta que la manera como evolucionó el capitalismo en EEUU hacia la economía postfordista dejó a una buena parte de los trabajadores en un estado de indefensión. La innovación tecnológica y la consiguiente automatización de las actividades productivas trajo una recomposición importante del empleo. Se asumió -según las teorías del capitalismo neoclásico- que los nuevos mercados laborales reacomodarían eficientemente a los trabajadores, pero lo hicieron con una dramática reducción de salarios. El Estado norteamericano -por diversas e históricas razones- no ha sido capaz de construir un escudo de protección social eficiente y una Sanidad pública gratuita, y el consecuente incremento de adicción a las drogas y suicidios lo han convertido el único país avanzado con disminución en su esperanza de vida y el país del mundo donde hay más adictos al Fentanilo.
Esto deberíamos tenerlo muy en cuenta todos los ciudadanos cuando votamos a un partido que tiene como principal y obsesivo objetivo de su política económica reducir los impuestos, pero no tiene instrumentos para analizar las consecuencias que se derivan de ello.
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