El Partido Comunista de España cumple cien años

La historia del PCE es lúcida, triste, combativa, heroica y seguramente con muchos errores, pero siempre en el lado correcto de la historia. La historia del centenario del PCE representa lo mejor de la historia de nuestro país. Pero no se trata de mirar al pasado, se trata de mirar al futuro.

Por Victor Arrogante

El Partido Comunista de España celebra su centenario. Ha llovido mucho desde aquel 14 de noviembre de 1921, todo un siglo de historia y de lucha. El PCE surgió tras la unión de los dos partidos comunistas existentes en España, creados al calor de la Internacional Comunista, y herederos de la gran Revolución Soviética de 1917.

En 1919 se había constituido en Moscú la Internacional Comunista, que llamó a los partidos obreros a adherirse. Poco después, las Juventudes Socialistas acordaron unirse a la naciente Internacional y, como resultado de ello, nació el Partido Comunista Español (1920). En el Congreso Extraordinario del PSOE (1921), Óscar Pérez Solís afirmó que con fe inquebrantable, el proletariado español caminaría por la senda áspera, pero senda de salvación de la Internacional, bajo cuyo pabellón se acogía liderado por el naciente Partido Comunista Obrero Español.

El nacimiento ocurría al finalizar la Primera guerra Mundial, en la que España se mantuvo neutral, pero los acontecimientos que se produjeron entre 1914 y 1918 influyeron notablemente en el desarrollo interno del país dejando importantes secuelas tras el final del conflicto. La guerra había desencadenado procesos políticos, económicos y sociales, que provocaron situaciones nuevas como la movilización social que permitió la participación ciudadana en política, el estancamiento de la economía europea, principalmente la de los bandos beligerantes, la influencia de la Revolución Rusa o el aumento de la importancia de los colectivos frente al individualismo.

Por otra parte, los efectos de la Revolución Rusa, que habían sustituido en Europa numerosas monarquías por repúblicas, fueron notándose también en España. Alfonso XIII comenzó a ser crítico con el sistema político liberal y con las instituciones parlamentarias, que habían vivido un período de continuos cambios sin obtener resultados. En agosto de 1923 planteó la posibilidad de gobernar él solo con el apoyo de la Junta de Defensa, prescindiendo del Parlamento. Un mes después, Miguel Primo de Rivera, se sublevó contra el gobierno liberal de Manuel García Prieto, Alfonso XIII le nombra Presidente del Consejo de Ministros, disolviendo las Cortes y poniendo fin a cinco décadas de monarquía constitucional, iniciándose una dictadura hasta 1931.

En abril de 1920 gracias al impulso de la Federación de Juventudes Socialistas se crea el Partido Comunista Español. Un año después se funda el Partido Comunista Obrero Español por un grupo de militantes socialistas favorable a la adhesión a la Internacional Comunista. Finalmente del 7 al 14 de noviembre de 1921 se celebró en Madrid la Conferencia de fusión de los dos partidos comunistas, y de aquella unión nació el Partido Comunista de España, que celebró su I Congreso el 15 de marzo de 1922. El principal objetivo del recién creado PCE era el frente único de la clase obrera.

Como ya se ha apuntado, en septiembre de 1923 se produce el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera iniciando una dictadura de más de seis años. En los inicios de la dictadura, el PCE insistió en el frente único de la clase obrera para derrotar la dictadura y a la oligarquía que lo sustentaba. Sin embargo, fue rápidamente ilegalizado, sus sedes y locales clausurados, la prensa obrera cerrada, y muchos militantes comunistas fueron arrestados y encarcelados, otros tuvieron que exiliarse. Hubo que esperar hasta la proclamación de la Segunda República para que se saliera de la clandestinidad y se retomara la actividad política.

Se celebró el IV Congreso del PCE en marzo de 1932, un hecho de gran importancia en la historia del partido. Una nueva dirección tomó las riendas de la organización, con José Díaz a la cabeza como secretario general, acompañado por Dolores Ibárruri, y de muchos otros militantes de la talla de Vicente Uribe (ministro entre 1936 y 1939), Trifón Medrano, Jesús Larrañaga y tantos otros que tuvieron un papel muy destacado durante el periodo republicano y especialmente en la guerra contra el fascismo, y la posterior lucha antifranquista, muchos de ellos dejando su propia vida.

Se consiguió el primer diputado comunista en las generales de noviembre de 1933. De un diputado se pasó a 17 en las elecciones que dieron la victoria al Frente Popular en febrero de 1936. Durante la República, el PCE siempre buscó la unidad y suma de fuerzas, se luchó duramente en la Revolución de Asturias del 34. Y aunque por número de afiliados era un partido pequeño, tuvo un papel decisivo en la construcción del Frente Popular, único camino para cortar el paso al fascismo que estaba a las puertas del poder.

Llegó el golpe militar fascista del 18 de julio del 36. El PCE se mostró como la fuerza política más eficaz para organizar y aglutinar los esfuerzos de la lucha antifascista durante la guerra civil; como ejemplo, la defensa de Madrid, la creación del 5º Regimiento, el trabajo y disciplina en los frentes de guerra y en la retaguardia, la difusión cultural y el sacrificio constante de las miles de comunistas que dieron su vida por defender la República hasta el último momento.

Tras la derrota, la lucha continuó. Muchos militantes del PCE combatieron en la Segunda Guerra Mundial contra los nazis y fueron pieza clave para organizar la resistencia francesa y la liberación de París. Durante los primeros años de franquismo se centró el esfuerzo en organizar a las fuerzas antifranquistas tanto en el exterior como en el interior. En 1944 tuvo lugar el audaz e insólito intento de invasión por el Valle de Arán, liderado por el comunista pamplonés Jesús Monzón.

En pleno franquismo, bajo la clandestinidad más dura, se organizaron núcleos comunistas en centros de trabajo, universidades, municipios, etcétera. En ese momento se pusieron los cimientos para el nacimiento de Comisiones Obreras. Marcelino Camacho al frente hizo un enorme trabajo en las luchas. En definitiva, el PCE fue sin una de las organizaciones políticas que más luchó durante los 40 años de sanguinaria y brutal dictadura, para derrocar a Franco y devolver la democracia a este país. Miles de comunistas pagaron esa entrega con la cárcel, torturas, exilio, y con su propia vida.

Una vez fallecido el asesino dictador Franco, el PCE siguió en la clandestinidad, hasta que en abril de 1977 por fin fue legalizado, siendo Secretario General Santiago Carrillo. Desde entonces el PCE ha continuado la batalla por construir un país mejor para la clase trabajadora, para alcanzar una Tercera República, una mejor democracia, más libertades, justicia e igualdad. La defensa y mejora de lo público, la educación, la sanidad, los servicios sociales, las pensiones, la dependencia, etcétera.

Cien años después, el PCE es un elemento indispensable en el Gobierno actual y en el futuro de la izquierda. Los cien años que cumple el Partido, van más allá de una efeméride irrepetible. La historia del PCE es lúcida, triste, combativa, heroica y seguramente con muchos errores, pero siempre en el lado correcto de la historia. La historia del centenario del PCE representa lo mejor de la historia de nuestro país. Pero no se trata de mirar al pasado, se trata de mirar al futuro. El centenario del partido indica que hay que ensanchar la democracia.

Más democracia y más libertad, no más limitaciones ni restricciones, como a ha hecho el juzgado número 30 de Madrid al aceptar la petición de medidas urgentes de la asociación ultra de Abogados Cristianos y ha ordenado suspender la emisión del sello con el que Correos conmemoraba el centenario del nacimiento del Partido Comunista, legalizado en España desde 1977. El Partido Popular, Vox y Ciudadanos también censuraron la decisión de Correos de emitir el sello conmemorativo, llegando a pedir la dimisión de su director. La respuesta del Partido Comunista no ha tardado en llegar, recordando que la jueza trabajó para el Gobierno Rajoy, por lo que no cabe extrañarse al atender la denuncia de un chiringuito de extrema derecha.

Mil razones justifican, la existencia del PCE hoy en España. Enrique Santiago (Secretario General del PCE) hace un llamamiento a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país para que engrosen las filas y ayuden a construir el Partido Comunista para el futuro, que más allá de todos los pronósticos, seguirá existiendo mientras haya una sola persona explotada en el mundo.

En su artículo un partido para el futuro, el Secretario General, se refiere a que el planeta no soporta más una forma de producción y unos niveles de consumo irresponsables como los que actualmente padecemos. Si queremos preservar lo que nos queda de planeta e invertir el cambio climático y la degradación de los ecosistemas, es hora de decir con contundencia que el capitalismo, tal y como lo conocemos, es incompatible con la preservación de la vida. Igualmente hace referencia a que las libertades democráticas en España han llegado gracias a las luchas de las fuerzas políticas progresistas, como los recortes de las libertades y de la democracia son el resultado de las intervenciones de las fuerzas reaccionarias. Recuerda que las ideas no viven sin organización; y que el objetivo del PCE será siempre la unidad de quienes coinciden en torno a una idea progresista y transformadora de España, que tenga al ser humano y al planeta en el centro de su acción política.

El PCE, con todo su bagaje y su capacidad, ha estado dando el soporte teórico, humano y organizativo a todas las personas que también quieren alcanzar una sociedad mas justa, con toda la humildad. Sigue siendo el partido para el pueblo y por la democracia.

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