El Partido Laborista ha sumado 9 escaños más a los que ya tenía, hasta los 86 diputados, diez más de los necesarios para obtener una mayoría absoluta.
Por Angelo Nero | 7/05/2025
«Hoy el pueblo australiano ha votado por los valores australianos: por la equidad, la aspiración y la oportunidad para todos; por la fuerza de mostrar coraje ante la adversidad y amabilidad hacia quienes lo necesitan», declaró Anthony Albanese este pasado 4 de mayo, tras conocerse el escrutinio de las urnas, en las que se renovaban los 150 miembros de su Cámara de Representantes y 40 de los 76 escaños de su Senado. Albanese ha ganado las elecciones con mayoría absoluta, con lo que revalidará su cargo como primer ministro, algo que no ocurría en Australia en las últimas dos décadas.
El sistema electoral australiano es a dos vueltas, y en esta segunda el Partido Laborista ha subido del 34,75% al 55,87%, tres puntos por encima del resultado conseguido en los comicios de 2022. También ha sumado 9 escaños más a los que ya tenía, hasta los 86 diputados, diez más de los necesarios para obtener una mayoría absoluta. Mientras que en el senado logra 27 escaños, sumando un nuevo senador laborista. Este es el mejor resultado del Partido Laborista desde 1987.
Aquí también han fallado las encuestas, que le daban una ligera ventaja a los liberales, en parte gracias a la acertada campaña de Albanese, y también del tardío distanciamiento del candidato de la Coalición Liberal-Nacional, Peter Dutton, de Donald Trump, con el que tiene bastante afinidad, tras el anuncio del presidente norteamericano de la aplicación de aranceles del 10% al país austral, que alcanzan el 25% en el acero y el aluminio. La Coalición pasó del 31,86% de la primera vuelta al 45,13% en esta segunda realizada el pasado sábado, 3 de mayo, casi tres puntos por debajo de los resultados finales de 2019. Pierden 19 escaños y se quedan con 39 diputados, mientras que en el Senado no logran mantenerse como primera fuerza, con 26 senadores, perdiendo 6 escaños. El propio líder de la oposición, Peter Dutton, perdió su escaño y no estará en el parlamento en la próxima legislatura. Ha sido el peor resultado de su historia para los liberales.
Los Verdes australianos liderados por Adam Bandt se afianzan como tercera fuerza política, bajando del 12,25% al 12.94%, y pasando de cuatro a dos escaños. También bajan de representación en el Senado, pierden un escaño y se quedan con 11.
Por su parte el agrario Katter’s Australian Party de Robbie Katter conservaría su único escaño, así como el social liberal Centre Alliance, liderado por Nick Xenophon, que repite los resultados de 2020.
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