La oposición ha denunciado numerosas irregularidades en el proceso electoral, e incluso piden la repetición de los comicios municipales en la capital, Belgrado.
Por Angelo Nero | 19/12/2023
Este domingo, 17 de noviembre de 2023, se celebraron elecciones parlamentarias en Serbia, para elegir a los 250 miembros de su Asamblea Nacional, a la vez que en más de medio centenar de municipios, como en la capital del país, y también se realizaban elecciones provinciales y locales en la provincia autónoma de Vojvodina, donde hay una importante minoría de origen húngaro.
El populista conservador Partido Progresista Serbio (SNS) – que se creó en 2008, a partir de una escisión del ultraderechista Partido Radical Serbio (SRS)- del actual presidente, Aleksandar Vučić, ha ganado los comicios con mayoría absoluta, con 128 escaños, y el 48% de los votos. El SNS, en el poder desde las elecciones de 2012, en las que formó un gobierno de coalición con el Partido Socialista de Serbia, había perdido la mayoría parlamentaria en las elecciones del año pasado, en las que bajaron 68 escaños, y aunque se hayan recuperado, logrando incrementar en ocho sus parlamentarios, no han podido evitar las protestas de la oposición, que han denunciado numerosas irregularidades en el proceso electoral, e incluso piden la repetición de los comicios municipales en la capital, Belgrado. Son numerosos también los observadores internacionales los que han señalado un deterioro democrático en la última década, en lo que respeta a los derechos civiles y a la libertad de prensa.
La oposición al gobierno de Vučić, nucleada en torno a la coalición Serbia contra la violencia (SPN), que reúne a una decena de organizaciones, liderada por la periodista Marinika Tepić -vicepresidenta del socialdemócrata Partido de Libertad y Justicia (SSP)- y Miroslav Aleksić -presidente del conservador Partido Popular-, y en cierta forma herederos de la alianza Unidos por la Victoria de Serbia, que se disolvió poco después de las anteriores elecciones parlamentarias, logró 65 diputados, duplicando la representación en la cámara legislativa, con el 24% de los votos. Con una campaña dirigida contra la corrupción, el crimen organizado, la crisis económica, y el acuerdo con Macedonia, la coalición opositora esperaba recoger los frutos de las multitudinarias manifestaciones en contra del gobierno, tras las masacres de Vračar y Mladenovac. Ya han anunciado que volverán a movilizarse en las calles tras denunciar la manipulación de la voluntad electoral.
El tercer grupo parlamentario será el de la coalición liderada por el Partido Socialista de Serbia (SPS) -fundado por Slobodan Milošević, y heredero de la Liga de los Comunistas, que gobernó el país entre 1945 y 1990-, cuyo presidente es el ex-primer ministro Ivica Dačić, y que sufre un severo retroceso, pasando de 31 diputados a 18, y perdiendo casi el 50% de sus apoyos electorales. El SPS ha sido un aliado de los gobiernos del actual partido en el poder, el Partido Progresista Serbio (SNS).
En cuarta posición ha quedado la monárquica Alternativa Democrática Nacional, liderada por Miloš Jovanović, con 13 diputados -pierde dos escaños-. Le sigue la formación de polémico antivacunas Branimir Nestorović, Nosotros la Voz del Pueblo, que irrumpe con fuerza en el parlamento con 13 escaños.
Las minorías étnicas también obtienen representación, la Alianza de húngaros de Vojvodina de Bálint Pásztor, consigue 6 representantes en la cámara serbia; el bosniaco Partido Justicia y Reconciliación, liderado por Usame Zukorlić conserva sus dos diputados; y el Partido de Acción Democrática, que representa los intereses de la étnica albanesa, también renueva el escaño de su presidente, Shaip Kamberi.
Por último la lista Ruska Stranka, que representa a la minoría rusa, y que está apoyada por el el Nuevo Partido Comunista de Yugoslavia (NKPJ), logra entrar por primera vez en el parlamento, con su líder, Slobodan Nikolić.
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