El bastión universitario de resistencia contra el totalitarismo de Erdoğan

«Desde el comienzo de todo, estudiantes de todo el territorio han salido a las calles leyendo manifiestos de apoyo, convocando manifestaciones u organizando otros eventos».

Por Berfîn Çiya

Durante los últimos meses, más concretamente durante los últimos 9 meses, estudiantes y académicas han estado en pie de guerra contra el totalitarismo de Erdoğan. La sociedad turca se ha plantado y ha dicho basta a las políticas despóticas del presidente.

Todo comenzó el 2 de Enero de 2021, cuando Erdoğan nombraba a dedo al rector de la popular Universidad del Bósforo (Boğaziçi Üniversitesi), en Estambul. El nuevo rector no era otro que Melih Bulu, político del AKP de Erdoğan: uno de los cofundadores de la asociación del distrito del AKP Sariyer, que también se había presentado a las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2015 en Estambul como parte del AKP. Las estudiantes apodaron a Bulu como el “fidecomisario”, haciendo referencia a los alcaldes depuestos de los ayuntamientos de las ciudades kurdas y reemplazados por fidecomisarios nombrados por el gobierno.

El nombramiento a dedo del rectorado y otros cargos universitarios es algo habitual a día de hoy en Turquía, siendo el origen de esto las políticas predecesoras al intento de golpe de Estado de 2016. Hasta ese momento los rectores eran elegidos mediante procesos internos en cada universidad, pero tras los sucesos de ese año, Erdoğan se encargó de asegurarse el país de todas las formas posibles y una de las medidas que tomó para ello fue el nombramiento de cargos en las universidades. Todos los poderes de decisión relativos al funcionamiento de las universidades pasaban a estar en manos de rectores nombrados por el propio gobierno. Como ejemplo del control que ejerce el presidente turco tenemos la Universidad de Van (Kurdistán ocupado), en la que la administración al completo está gobernada por fidecomisarios designados.

Hasta hace unos meses Boğaziçi era considerada uno de los últimos bastiones del desarrollo intelectual sin miedo a represalias, la universidad tenía una posición especial por su capacidad de mantener una estructura de gobierno descentralizada, basada en el consenso y la aplicación de un sistema por mérito. Por ello, tras el nombramiento de Bulu, dieron comienzo protestas estudiantiles que fueron secundadas por académicas, iniciativas de la sociedad civil y organizaciones por los derechos humanos.

El levantamiento de las estudiantes y sus demandas

El estudiantado y la juventud conforman un sector activo en las reivindicaciones políticas en Turquía. Las estudiantes de la Universidad del Bósforo son también conocidas por su criticismo ante las barbaridades del gobierno. Ejemplo de esto son los sucesos de 2018, cuando estudiantes de la Universidad protestaron por la invasión de Afrin. Así pues, ante este nuevo atropello han sabido reaccionar rápidamente y con contundencia.

Tras el conocimiento de que Bulul pasaría a ser el nuevo rector de la universidad las estudiantes reaccionaron saliendo a protestar para mostrar su rechazo. En todo este tiempo han conseguido articular una estructura de solidaridad que han gestionado desde la plataforma Solidaridad con Boğaziçi, así como han llevado a cabo en el campus eventos que han permitido la maduración y perduración de la resistencia.

Durante todo este periodo de protestas el presidente turco manifestó su disposición a poner fin a las protestas mediante la represión generalizada, haciendo provecho de toda situación para criminalizar a las estudiantes tachándolas de terroristas. La respuesta de Erdoğan ante la solicitud de dimisión del rector fue: si tenéis suficiente valor, también pediréis la dimisión del presidente. Tras estas declaraciones la red social Twitter se llenaba de peticiones de dimisión contra Erdoğan.

A principios de febrero las estudiantes, desde la plataforma Solidarida con Boğaziçi, escribieron una carta abierta al presidente donde recogían sus demandas, entre las que estaban:

-Liberación de las compañeras detenidas durante las protestas.

-Fin de las campañas destinadas a desacreditar a la comunidad LGB y otras minorías.

-La dimisión del rector Salih Bulu.

-La celebración de elecciones democráticas en las universidades turcas para la elección del rectorado.

La sublevación del profesorado

La confrontación a esta violación de la autonomía de la institución universitaria ha sido abanderada también por las académicas que imparten aulas en la Universidad de Boğaziçi.

El 5 de febrero tenía lugar la ceremonia de entrega por la cual se nombraba oficialmente a Bulu como nuevo rector, las académicas asistieron al evento con sus togas y dieron la espalda al edificio del rectorado a modo de protesta. Desde ese día, sin faltar uno solo, independientemente de si hiciera sol, lloviese o nevase, las académicas se han concentrado todas las mañanas lectivas frente al edificio del rector y le han dado la espalda demostrando su rechazo al nombramiento arbitrario.

En uno de sus primeros comunicados el profesorado declaraba “Se trata de otro caso más de muchas prácticas antidemocráticas en curso desde 2016, cuyo objetivo es abolir las elecciones al rectorado. No lo aceptamos, ya que viola claramente la libertad académica y la autonomía científica, así como los valores democráticos de nuestra universidad«.

Así mismo las académicas de la universidad han tomado acciones contra las manipulaciones de Erdoğan. Ejemplo de ello es la acción de anulación que presentaron al Consejo de Estado ante un decreto del presidente por el cual preveía abrir dos nuevas facultades en la Universidad del Bósforo. Las académicas calificaron esto como incompatible con los principios constitucionales, y alejado de atender los intereses públicos. Pues estaba claro que las pretensiones eran un mayor control de la Universidad saltándose nuevamente todos los procedimientos democráticos.

El profesorado también se vio en la obligación de presentar una denuncia penal a principios del mes de julio, debido a la decisión de la administración universitaria designada de restringir las entradas al campus. Sucedió que el profesorado, cuando pretendía asistir al campus para ocupar su puesto de trabajo, se encontraron con la negativa de acceso por parte de los guardias de seguridad debido a las órdenes de Bulu.

Represión continuada para sofocar a la oposición al régimen

Desde el inicio de las protestas el régimen turco ha respondido como mejor sabe, a través de la violencia y del amedrentamiento. Desde el principio circularon por las redes eses terroríficos vídeos de la policía turca allanando casas de estudiantes en plena madrugada, así como la brutalidad policial durante las cargas. Por otro lado la universidad se llenó de francotiradores, vehículos de contrainsurgencia y unidades de la policía antidisturbios.

A principios de febrero, tras pocos días de cumpir un mes de protestas, 563 personas habían sido ya detenidas. El número se ha ido incrementando, dado que la represión ha continuado para intentar acallar la resistencia.

Irregularidades fueron denunciadas por estudiantes durante los procesos de detención: desde insultos y agresiones físicas, que llegaron a dejar estudiantes hospitalizadas, hasta cacheos estando totalmente desnudas. La copresidenta de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), quién había intentado reunirse con las estudiantes que se encontraban detenidas en el Departamento de Policía de Estambul y habían sufrido los cacheos al desnudo, declaró que su petición de reunión había sido denegada.

Otro caso que ha sido bastante sonoro es el de Beyza Buldağ, estudiante de la Universidad de Bellas Artes Mimar Sinan (MSGSÜ) y miembro de la Organización Juvenil Provincial de Estambul de las Juventudes Socialistas Revolucionarias (SDG), que fue detenida y llevada a los juzgados acusada de “incitación al odio e incitación a cometer un delito” por crear un grupo de WhatsApp en apoyo con las protestas de la Universidad Boğaziçi.

Una de las grandes polémicas de la represión han sido los ataques homófobos vertidos por el gobierno y sus instituciones, así como por los medios de comunicación. En diferentes ocasiones estudiantes han sido arrestadas por portar banderas del arcoíris, dado que el gobierno considera que es una acción que incita al “odio, hostilidad o humillación”. Los medio de comunicación también llevaron a cabo un linchamiento acusando a las estudiantes de “pervertidas LGBT”.

Así bien las estudiantes han sufrido una brutal represión desde su primera línea, estas no han sido las únicas que han recibido los ataques del régimen del AKP. Ejemplo de esto es el caso de Ahmet Sik, periodista y diputado libre, al que la Oficina de Acusación llegó a abrir una investigación por sus declaraciones sobre los sucesos de Boğaziçi. Ahmet afirmaba en sus declaraciones que «la mafia no puede ser combatida con leyes salidas de la pluma de los gobernantes. Para luchar por los principios básicos de las normas jurídicas universales, es deber de los ciudadanos solidarizarse con la resistencia de los estudiantes«. Por esto la fiscalía de Ankara llegó a solicitar la retirada de su inmunidad parlamentaria, hecho que hubiese abierto la posibilidad de una condena de entre seis meses y cinco años.

Solidaridad

Dentro del territorio turco la solidaridad ha venido de la mano de estudiantes, docentes, políticas, artistas…

Desde el comienzo de todo, estudiantes de todo el territorio han salido a las calles leyendo manifiestos de apoyo, convocando manifestaciones u organizando otros eventos.

Docentes se sumaban al apoyo de sus homólogas de la Universidad Boğaziçi. Como es el caso del de los de la Universidad Técnica de Oriente Medio, que declaraban Estamos de acuerdo con las objeciones justificadas de todos los componentes de la Universidad de Boğaziçi que defienden las tradiciones universitarias básicas, universales, autónomas y democráticas[…] Estamos orgullosas de los que defienden estas tradiciones y principios.

Se debe poner fin a la opresión y la violencia policial contra ellos, y todos los detenidos y arrestados en este proceso deben ser liberados de inmediato.[…]

Como profesorado de METU, anunciamos respetuosamente al público que seguimos con preocupación los desarrollos en la Universidad de Boğaziçi que dañan el principio universitario autónomo y democrático, que la defensa de este principio es una responsabilidad social y, por lo tanto, seguiremos este proceso«.

Las estudiantes de la universidad turca se han visto también arropadas por la solidaridad internacional que organizaciones y colectivos han mostrado públicamente su apoyo a la resistencia de la Universidad del Bósforo.

En Londres, ante la embajada turca, organizaciones kurdas y turcas protestaron y exigieron la renuncia del rector y desplegaron banderas del arcoíris con los lemas de “no nos inclinaremos”, “no miraremos abajo” (hacen referencia a la orden que un policía dio a un estudiante arrestado). También han mostrado su solidaridad la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de Reino Unido, el Sindicato de Estudiantes de Gran Bretaña (NUS), organizaciones juveniles suizas, Universidades alemanas…

Así mismo el portavoz principal de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Peter Stano, se pronunció declarando que «es inaceptable el discurso de odio mostrado por altos cargos del gobierno contra estudiantes LGBT durante estos eventos y el cierre de una asociación LGBT. La detención de más de un centenar de estudiantes que ejercen su legítimo derecho a la libertad de reunión, así como la decisión del gobernador de Estambul de prohibir todo tipo de reuniones, manifestaciones y marchas en dos distritos que cubren el interior de la universidad de Boğaziçi, es un hecho profundamente preocupante«.

La destitución de Melih Bulu y el nuevo ataque a la autonomía de la Universidad

A mediados de julio Meluh Bulu era destituido por decreto presidencial, todo esto sin una sola palabra o explicación por parte de Erdoğan. Posteriormente Naci İnci, quién había ocupado el cargo de vicerrector hasta el momento, era nombrado rector en funciones. Una de las primeras acciones del rector en funciones era la destitución de Can Candam, profesor de la universidad desde 2007 y partidario de la resistencia contra los rectores nombrados a dedo.

Poco después de la destitución de Bulu se llevó a cabo una votación en la universidad, en la cual tanto el profesor Inci como el profesor Gürkan Kumbaroğlu( el otro vicerrector) recibieron el voto negativo de las académicas, con un 95% y un 93% respectivamente. A pesar de ello el 2 de Agosto Naci İnci era nombrado, por un decreto de Erdoğan, como nuevo rector de la Universidad Boğaziçi.

Las académicas de la universidad hicieron una declaración pública tras el nombramiento de Inci. «La lucha que iniciamos contra el nombramiento de Melih Bulu el 2 de enero diciendo: ‘No aceptamos, no nos rendimos’ no era sólo contra el nombramiento de una persona ajena a la universidad. Los puntos principales que no aceptamos fueron que el proceso de nombramiento del rector se llevó a cabo sin dirigirse a los comités pertinentes de la universidad, haciendo caso omiso de la voluntad de la institución y de forma poco transparente. Tras la destitución de Melih Bulu como rector, celebramos una votación de confianza para todos nuestros profesores que habían anunciado su candidatura el 30 de julio.

Los resultados de esta votación son claros: mientras que se decidió apoyar a 17 académicos, dos suplentes de Melih Bulu no obtuvieron un voto de confianza«.

Han pasado ya más de 9 meses, siendo casi 10, pero las estudiantes y las académicas siguen en pie defendiendo la universidad. Todo apunta a que estas movilizaciones no pararán hasta que la universidad vuelva a estar regida democráticamente. Estés sucesos han dejado una importante marca en la historia de Turquía, pues no solo confrontan la dictadura de Erdoğan si no que golpean el conservadurismo que ahoga a la sociedad.

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