La revocación del veredicto Roe vs Wade por parte de la Corte Suprema de EE.UU. niega a las mujeres un derecho fundamental.
Por Zhang Zhouxiang | China Daily
Una niña de 13 años en los Estados Unidos se convirtió en madre recientemente porque las leyes en su estado natal de Mississippi no permiten el aborto. Lo peor es que quedó embarazada después de ser violada. Trató de abortar en otro estado donde el aborto es legal, pero su familia, bajo pobreza severa, no pudo costear el viaje de nueve horas.
Este es solo uno de los impactantes casos reportados más de un año después de que la Corte Suprema de EE.UU. negara a las mujeres el derecho al aborto al revocar el veredicto Roe vs Wade. Tras la reversión, 14 estados prohibieron el aborto con efecto inmediato, lo que lo supone terribles consecuencias para las mujeres violadas que quedan embarazadas.
El gobierno de EE.UU. suele culpar a otros países por las «violaciones de los derechos humanos», sin embargo, hace la vista gorda ante las violaciones de derechos humanos dentro de sus propias fronteras.
El derecho de la mujer a su propio cuerpo y a la salud es un derecho fundamental que debe ser incluido en todas las constituciones, con el objetivo de evitar que este derecho sea violado.
Algunos sectores conservadores de los EE.UU. tienen opiniones contrarias al derecho al aborto, un consenso social sobre la base del cual los estados aprobaron leyes que lo prohíben. Sin embargo, tener una opinión es una cosa e imponerla a los demás va en contra de los valores básicos del mundo moderno.
Es absurdo que los legisladores priven a las mujeres del derecho al aborto solo porque están en contra, por lo que el fallo Roe vs Wade de 1973, que convirtió en constitucional el derecho al aborto, fue visto como un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos.
Ahora, más de un año después de que se revocara el veredicto, las mujeres son las más afectadas. Tal vez sea hora de que el gobierno de EE.UU. haga una corrección de rumbo para evitar que más mujeres sufran.
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