Tomasz Szmydt había adoptado una posición independiente respecto a la política de confrontación y sanciones contra Rusia y se mostraba partidario del diálogo con el Kremlin.
Por Redacción NR | 8/05/2024
El 6 de mayo, el juez Tomasz Szmydt abandonó su país, Polonia, con destino a Bielorrusia. A su llegada a Minsk, solicitó asilo político a las autoridades argumentando que estaba siendo víctima de acoso, amenazas y persecución política debido a su postura independiente respecto a la política de confrontación y sanciones contra Rusia.
‘Pido cuidado y protección al presidente Alexander Lukashenko y a Bielorrusia en general’, afirmó el juez, quien añadió que su renuncia ‘es una expresión de protesta contra la política injusta y dañina de las autoridades de la República de Polonia hacia la República de Bielorrusia y la Federación de Rusia. Este acto es también una expresión de protesta contra las acciones destinadas a llevar a mi país a un conflicto armado directo con la República de Bielorrusia y la Federación de Rusia’.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Bielorrusia, Anatoli Glaz, dijo que estudiará la solicitud del juez polaco sobre la concesión de asilo político en Bielorrusia de acuerdo con la legislación nacional.
En una entrevista con el periodista Vladimir Soloviev, Szmydt señaló que ‘nuestras naciones eslavas pueden y deben vivir en armonía’ y denunció que lleva cuatro años teniendo problemas por su posicionamiento a favor del diálogo entre Polonia, Bielorrusia y Rusia. El juez aseguró que estaba recibiendo llamadas telefónicas amenazantes y que algunos desconocidos se le habían acercado advirtiéndole que debía irse de Polonia para no tener mayores problemas.
Por su parte, el gobierno de Polonia acusa a Szmydt de haber actuado durante este tiempo como un espía del Kremlin. El ejecutivo polaco afirma que se trata de un caso grave de traición ya que por su actividad profesional y por el cargo que ocupaba, el juez tenía acceso a información confidencial e incluso a secretos de Estado.
Es importante destacar que Polonia está jugando un rol fundamental para los intereses de la OTAN en la guerra de Ucrania. En este país se ha establecido la base de operaciones de la alianza atlántica, convirtiéndose en el territorio desde el que se coordina toda la ayuda militar destinada a Kiev. Polonia también es un punto clave desde el que operan asesores militares de la OTAN y donde se instruye militarmente a soldados ucranianos que posteriormente son mandados al frente de batalla.
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