Desmontando el CIS

  Por Victor Chamizo | Viñeta de Rubio 

Lo de las encuestas del CIS es algo absolutamente vomitivo. ¿Se han dado ustedes cuenta de que siempre que se revelan los resultados de las famosas encuestas, dan vencedor al partido que gobierna? Aunque sea por una ventaja mínima, si las cosas pintan mal, siempre sale beneficiado el partido gobernante.

Ahora, que el PSOE ha alcanzado el gobierno gracias a Unidos Podemos y a los partidos minoritarios de la cámara, y sin haber hecho absolutamente nada de relevancia, resulta que la intención de voto a su favor aumenta espectacularmente. ¿Es curioso? No, es simplemente, manipulación. Es el adjetivo que mejor puede definir esta forma torticera de tratar de influir en la ciudadanía.

De alguna manera la ciudadanía debe ser influenciable con estos resultados de las encuestas, de otro modo no se entendería ese cocinado de los datos que se han recopilado para ofrecer un determinado resultado. Esto no lleva a otro pensamiento sino al de que, continuamos viviendo en un país cuya población adolece de una incultura política de niveles estratosféricos, y del poco criterio existente entre nuestros conciudadanos. Lo peor es que no es algo nuevo, y así nos luce el pelo.

Me envuelve la amarga sensación de que el PSOE trata de desandar el camino y volver a la vieja y raída idea del bipartidismo. Empiezan a vender de nuevo esa rancia entelequia de “la estabilidad” como forma de gobierno –sugiero leer mi artículo ¿Qué es la estabilidad? Publicado en mi blog personal rompamoslosgrilletes.com– algo que, ya se ha comprobado, ha obtenido como resultado una nación de corrupciones y corruptelas, y acuerdos tácitos entre los partidos mayoritarios para esconder todas sus miserias al grueso de la población.

Esto no es sino un aviso a navegantes. La izquierda, los partidos que defienden los valores de progreso, de igualdad, de solidaridad, de transparencia y democráticos, y los ciudadanos que creemos en esos valores y llevamos por bandera, no un trapo de colores, sino esas mismas ideas, no podemos dejarnos engañar por estos trileros de la política, que utilizan a la ciudadanía en pro de sus propios intereses electorales y económicos. Debemos continuar en la lucha cotidiana y defendiendo los principios que nos conduzcan a una democracia real, sin dejarnos deslumbrar por los juegos malabares y los fuegos de artificio que los dos partidos que se han estado alternando en el poder en España utilizan para volver al viejo status en los que siempre pierde la mayoría.