Genial el montaje que nos envía marnofle sobre el Papa Francisco, lo que me da un motivo perfecto para tratar el tema.
Tras sus desafortunadas declaraciones sobre los atentados en la sede de Charlie Hebdo, el Papa nos ha mostrado su verdad, la única verdad que tiene la iglesia por mucho que su cara más visible intente dar imagen de renovación.
”La libertad de expresión no da derecho a insultar la fe de los demás”, fue la frase que expresó durante un viaje que lo trasladó de Sri Lanka a Filipinas. No había un momento menos apropiado para esgrimir estos argumentos, los críticos con el Sumo Pontífice y con la iglesia vimos así que la supuesta renovación era sólo una fachada, ya que sus palabras justificaban el ataque fundamentalista.
Con comentarios como: “Matar en nombre de Dios es una aberración. Pero tampoco se puede provocar ni insultar la fe de los demás. Y si alguien dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo” básicamente culpaba a los dibujantes de Charlie Hebdo por provocar el ataque. Lo primero que se le puede exigir al máximo responsable de la iglesia es un respeto por los fallecidos. No, no es normal golpear a alguien que te insulta, nunca puede ser una excusa para la violencia una provocación verbal y menos un dibujo en una publicación satírica.
La supuesta renovación de la iglesia está condicionada a tocar ciertos puntos polémicos que con una cierta ética y sentido común ya no serían ni tema de debate:
- Se refirió el gasto frívolo de la iglesia, todos sabemos que se trata de una religión subvencionada por gobiernos teóricamente laicos. Que yo sepa el Vaticano sigue en pie, no se regaló a los pobres ni se refundó como hospital.
- También fue el primer Papa que habló en favor del derecho de los homosexuales, bien por él, es el año 2015 y somos libres de tener sexo con quien buenamente queramos (o nos deje). ¿En serio hay que diferenciar entre derechos de homosexuales y heterosexuales? ¡LOS MISMOS DERECHOS!. Un paso sería que oficiase una boda homosexual, pero creo que no quieren renovarse tanto.
- Denunció varios casos de abusos de menores dentro del seno de la iglesia e indicó que eso no era normal. Bien, a esto me refiero cuando digo que entra dentro del sentido común. Si en mi trabajo se que están violando a un niño, lo mínimo que haría sería denunciarlo. Sólo faltaría que lo felicitásemos por ello.
En definitiva, la iglesia es la iglesia. Personalmente respeto a los creyentes, cada uno es libre de creer lo que quiera, faltaría más. Pero el saqueo, los asesinatos, las cruzadas, el engaño y demás injusticias perpetradas por el catolicismo no debería caer en saco roto, se deberían exigir responsabilidades.
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