La derecha española ha hecho del chiringuito sostenido con fondos procedentes de toda la ciudadanía un recurso para crear una extensa red de clientelismo.
Por Lucio Martínez Pereda
El Chiringuito del Partido Popular, Concordia y Libertad, inactiva en los últimos meses se renovó este 17 de marzo. Desde 2019 todas sus subvenciones procedían de Gobiernos autonómicos y locales del PP. @publico_es
La última “ ayuda” recibida la “consiguieron” el pasado diciembre: 110.000 euros procedentes de la Comunidad de Madrid. Fue concedida por la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, según el diario Público.
La reactualizada fundación “Concordia y Libertad” según el diario de izquierdas, se nutrió de fondos procedentes del Ayuntamiento de Madrid, la Xunta de Galicia, la Junta de Castilla y León, y la Comunidad de Madrid.
Hagamos un rápido y contemporáneo resumen del chiringuitismo español: Toni Cantó “pillaba “con la “Oficina del Español”, Santiago Abascal tiene su fundación “Disenso” y el PP su “Concordia y Libertad“.
La derecha española ha hecho del chiringuito sostenido con fondos procedentes de toda la ciudadanía un recurso para crear una extensa red de clientelismo. Es una reactivación del antiguo caciquismo en la que se acumula más de siglo y medio de astucia política y neo- nepotismo.
La corrupción en España -legal o ilegal, eso es secundario-es una segunda piel en las relaciones políticas que sirven para unir el Estado a la Sociedad, y ahí la experiencia histórica acumulada por la derecha en su gestión supera notablemente a la izquierda.
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