Cuando todavía resuena en la memoria el holocausto que hace 76 años marcó de tristeza las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, su historia emerge hoy entre las páginas de la historieta La bomba.
La viñeta realizada por el escritor belga Didier Alcante, el ilustrador canadiense Denis Rodier y el periodista francés Laurent-Frederic Bollée, revela el nacimiento de la mayor arma de destrucción masiva de la historia de la humanidad, durante el período comprendido entre 1938 y 1945 (año de su primera aplicación práctica).
En 472 páginas, los autores recogen en tono de documental los procesos de descubrimiento de las reacciones de fisión en cadena y su potencial para ser utilizadas como arma, hasta su detonación en las referidas ciudades niponas, que todavía sufren las consecuencias de este hecho, agravado con el paso de un tsunami y un sismo.
Con versión en castellano editada por el sello español Norma editorial, la obra presenta un bagaje investigativo, que alterna con matices de ficción para conformar un texto atractivo, a pesar de su alto contenido político y tecnológico.
El retrato a modo de cómic de uno de los momentos más salvajes e inhumanos de la humanidad, constituye un homenaje a las miles de personas que perdieron la vida y un documento para recordar el daño que ocasiona la ciencia cuando se pone al servicio de la guerra.
Según relatan los libros, el 6 de agosto de 1945, un avión bombardero Boeing B-29, bautizado Enola Gay, dejó caer en Hiroshima la bomba ‘Little Boy’ que hizo estallar una carga de 15 mil toneladas de TNT y devastó un rango de 13 kilómetros cuadrados, porque Japón se había negado a aceptar la rendición propuesta por los aliados.
Tres días después, la fuerza aérea estadounidense sobrevoló la ciudad japonesa de Kokura, sin embargo, el cielo estaba tan nublado que fue preciso ejecutar el plan alternativo, lanzar la bomba ‘Fat Man’ sobre Nagasaki.
Ambos ataques, autorizados por el entonces presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, provocaron la muerte de más de 140 mil personas y en el mismo mes de agosto, el emperador nipón Hirohito oficializó un anuncio de rendición materializado el 2 de septiembre de ese año.
Prensa Latina
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