El capitalismo ha llegado al punto en el que la desigualdad es tan bárbara que el 1% de la población mundial se apropia del 84% de lo que produce la clase trabajadora.
Contrario a lo que prometió durante la contienda electoral, la administración del presidente Joe Biden no solo no ha modificado ninguna de esas penalizaciones impuestas por su predecesor, sino que, de su propia cosecha, afirmó que Cuba era un estado fallido.
«La existencia o no de una legislación estricta o incluso la prohibición del aborto, no incide en el número de abortos en un país; a lo que afecta es a la salud de la mujer».