Y así, con palabras bañadas en oro, cada semana cientos de personas escuchan enviciados como hay que hacer el bien al prójimo y todas esas cosas que representa una Institución que tiene las manos repletas de quemaduras y llenas de sangre.
Por Víctor Chamizo con ilustración de JRMora. «El comportamiento de la Iglesia con los casos de pederastia es un hecho claro de vergüenza consentida, que, en muchos de los casos, llega a ser de vergüenza justificada, lo que es infinitamente peor».
Artículo de Alba Puerto. «La hermana Cathy era profesora en la Secundaria de Keough en los 70 y descubrió que el padre Maskell estaba abusando sexualmente de decenas de estudiantes, por enfrentarse a él acabó muerta.»