Televisión | Las chicas del cable: feminismo “casi, pero no…”

Por Alba Puerto

Primero aparecieron las turbias declaraciones de Yon González, protagonista de Las chicas del cable: “las mujeres también maltratan a los hombres, a eso no se le hace caso”. Sí, los hermanos y los amigos se matan entre ellos, ¿por qué no le hacemos caso a eso también? Porque la violencia por parte de las mujeres supone en torno al 1% mientras que la machista es una matanza sistematizada que ya se ha cobrado más muertes que ETA. Además, el asesinato es el final del machismo, antes vienen los chistes inofensivos que todas hemos oído, los toqueteos “sin intención” en el metro o en la facultad y las vejaciones por arreglarte.

Más tarde vinieron las vergonzosas preguntas de Pablo Motos en El Hormiguero; horas después, la promotora de la serie informó que la entrevista no era ofensiva. Busqué las declaraciones de las actrices y no me creí a Ana Fernández no dándole importancia. Pensé: “puede que les mandaran no relacionar la serie con la etiqueta ‘feminismo’ (aunque Netflix parece progresista) y como es actriz no se le nota; pero que te pregunten si sabes perrear en vez de preguntarte por la primera producción que Netflix realiza en España (es decir, por tu trabajo) te tiene que ofender.”

Acabo de leer las declaraciones de las actrices, la serie no es feminista pero:

«Es una serie femenina apoyada por personajes masculinos, mujeres que luchan por ser ellas mismas y por labrarse su propio futuro» – Blanca Suárez

«No siempre vamos a ir de maléficas o de princesas, de apoyo del hombre, de mujer, de hija, de madre.» – Ana Fernández

«Está liderada por mujeres y trata historias de la mujer [la incorporación al mundo laboral gracias a Telefónica en los años 30]» – Ana Polvorosa

«Nosotros las acompañamos y las reforzamos.” – Yon González

Hasta este punto las cuatro dan una visión feminista, aquí comienza la mandanga:

Maggie Civantos: «No creo que la intención sea feminista. Es que no es una serie solo para el público femenino, es una serie para todo tipo de público.» – Entonces Malcom X, que trata la lucha de los negros por los derechos civiles, solo la deberían ver negros. -«Al contarse a través de mujeres se cuentan los problemas de la época. Ellas luchan con obstáculos, es inevitable que se hable de la búsqueda de independencia, pero no con la intención de hacer una serie feminista porque ahora está de moda el feminismo»

Sí, el feminismo está de moda, como las hombreras y el cardado en los 90’. Es cierto que se habla de feminismo. Se habla porque ha llegado Trump diciendo: “cuando eres famoso, puedes coger a las mujeres del coño y te dejan hacerles lo que quieras”. Se habla porque, si te violan, dirán que ibas provocando porque te vistes como una guarra. Se habla porque las mujeres militares no tienen chalecos adaptados a su fisionamía (pecho y caderas), una de ellas se compró uno por su cuenta para protegerse durante unas maniobras y la han expedientado. Otra ha sido denunciada por ir al baño a cambiarse una compresa.

Ana Fernández: «Lo del feminismo sería meternos en temas muy delicados. La mujer a nivel emocional es más retorcida que el hombre, quien es más noble.”

Blanca Suárez: «En esa época se necesitaba el feminismo, algo fuerte que cortase con lo que estaba ocurriendo.»

El feminismo ya no se necesita, vaya. Porque no siento miedo cuando vuelvo sola a casa, porque jamás me han acorralado contra una pared para meterme mano y no me he podido defender, porque nunca he ido con tres amigas y nos han gritado “morenas, ¿por qué vais solas?”. Porque jamás me han dicho que voy “puta” por pintarme los labios, porque nunca yendo en el metro se han frotado el paquete mirándome ni me han tocado el culo después, porque jamás cuando voy de fiesta tengo que estar pendiente de si me echan algo en la bebida, porque cuando una mujer va a una entrevista de trabajo no le preguntan si va a quedarse embarazada. Porque cobramos lo mismo que nuestros compañeros varones, porque hay más que un 20% de congresistas y senadoras. Porque al ir al súper, las cuchillas “para mujeres” (rosas, 5’99 euros) no cuestan el doble que las de “hombres” (azules, 2’99 euros). Porque si tengo tres novios en un año no me dirán zorra, mientras al tío le dicen campeón y le preguntan cómo tiene a todas loquitas. Porque siempre pago para entrar en la discoteca. [En estos sitios, si vamos dos chicas entramos gratis mientras ellos pagan entrada.] Dato: cuando pagas por algo, compras un producto; si no pagas, tú eres el producto.

El feminismo es un deber, más si cabe al ser mujer: por las que vivieron antes que tú, por las que vendrán después, por las que caminan a tu lado o ya no lo hacen porque las han asesinado. La elección no es: ¿eres feminista o machista? Eres feminista si no quieres que elijan a un hombre antes que a ti porque “al ser mujer, eres más emocional y no deberías estar en un puesto en el que se deben tomar tantas decisiones” Eres feminista si no quieres competir con otras mujeres por ser la más guapa (por misoginia interiorizada), si no quieres subordinarte a un hombre. Si quieres que te respeten como mujer y amar a quien quieras, si quieres tener derecho al deseo sexual. Ojo, el derecho a ser sexual no significa que nos permitan ser objetos de deseo.

Puedo entender que teman identificar su serie con el feminismo porque este se ha manchado con el denominado “hembrismo”, pero así solo menosprecian el propio movimiento. Este no es una masa negra que nos posee para enseñar los pechos en cualquier manifestación; es una forma de pensar con respeto, educar en valores, trabajar como comunidad… vivir.

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