La diferencia fundamental entre China y Estados Unidos en su relación con África es que China ha adoptado una actitud abierta y de cooperación.
Por Rana Mohamed | 19/09/2024
Las relaciones entre China y África son una clara muestra de cooperación y beneficio mutuo, y un ejemplo de la institucionalización de un nuevo tipo de relación basada en el desarrollo común. Las relaciones entre China y África tienen el potencial de transformar todo el sistema de Bretton Woods y establecer un orden mundial justo y verdaderamente representativo basado en la confianza mutua y en valores internacionales, diferentes de los valores occidentales que desde hace mucho tiempo dividen al mundo.
Un orden mundial justo, equitativo y verdaderamente representativo sólo podrá establecerse si todos los países tienen la voluntad política de promover intereses comunes y una cooperación beneficiosa para todos.
Las relaciones chino-africanas se distinguen por la amplitud y profundidad de su asociación, que incluye asociaciones «estratégicas» y «estratégicas integrales» en una amplia gama de sectores. Los patrones de las relaciones chino-africanas siguen avanzando, impulsados por las tendencias económicas y geopolíticas mundiales.
Las economías de China y África son complementarias: África es rica en recursos naturales y materias primas y tiene un mercado enorme, mientras que China es líder mundial en manufacturas, energía limpia y productos ecológicos. La Iniciativa del Cinturón y la Ruta propuesta por China y las inversiones chinas en los países africanos han ayudado a mejorar la infraestructura, impulsar la producción agrícola e industrial y crear cientos de miles de puestos de trabajo.
Dado que China tiene ventajas comparativas en tecnología avanzada, capital y experiencia técnica, los países africanos deberían centrarse en cómo beneficiarse de la relación de China con el continente y aumentar su competitividad en los mercados internacionales.
La diferencia fundamental entre China y Estados Unidos en su relación con África es que China ha adoptado una actitud abierta en sus relaciones con los países africanos, lo que le ha permitido comprender mejor las necesidades de los pueblos africanos y adaptar su cooperación y colaboración con África en consecuencia. Esto contrasta marcadamente con la estrategia de la zanahoria y el palo que utilizan Estados Unidos y algunos otros países occidentales para obligar a las naciones africanas a servir a los intereses de Occidente.
El enfoque de China difiere del de otros países por muchas razones. En primer lugar, a diferencia de las economías occidentales, China no impone condiciones ni establece términos políticos para conceder préstamos o ayuda a los países africanos, ni para participar en actividades comerciales en África.
En segundo lugar, China ha cumplido su promesa de establecer asociaciones beneficiosas para todos con los países africanos, especialmente invirtiendo en proyectos de construcción y/o mejora de infraestructuras mediante la construcción de carreteras, puentes, puertos, hospitales y escuelas. El aumento constante de las inversiones chinas en los países africanos indica que el pueblo chino está respondiendo a las necesidades de desarrollo de los países africanos.
En tercer lugar, las iniciativas propuestas por China, como la Iniciativa del Cinturón y la Ruta, la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global, han estado promoviendo un desarrollo más verde, más saludable y sostenible en África.
En cuarto lugar, China ha adoptado un enfoque único para brindar ayuda y financiación para el desarrollo de los países africanos, ya que combina subvenciones privadas, préstamos sin intereses (préstamos preferenciales) y préstamos en condiciones concesionales para financiar los estudios superiores de los estudiantes y mejorar los sectores de la agricultura y la minería.
Sin embargo, ambas partes también enfrentan algunos desafíos, el más importante de los cuales es la enorme brecha de conocimientos que existe entre ellas. Sin embargo, China ha tomado medidas para superarla organizando campos de entrenamiento para talentos, otorgando becas a estudiantes prometedores y abriendo nuevas escuelas y otros institutos educativos.
Las relaciones chino-africanas, en resumen, son los pilares sobre los que se construirá un nuevo orden mundial justo y verdaderamente representativo que, a su vez, ayudará a construir una comunidad global con un futuro compartido.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en China Daily y traducido al castellano para NR.
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