La alianza atlántica se está preparando para fortalecer puntos estratégicos de cara a un conflicto de largo plazo con Rusia.
Por Oriol Sabata | 19/03/2024
Suenan tambores de guerra en toda Europa. El eje atlantista parece empeñado en llevar a cabo una escalada bélica internacional y extender la guerra de Ucrania al conjunto del continente.
Los países de la OTAN han lanzado una campaña de alarma social entre sus poblaciones para visibilizar a Rusia como una ‘amenaza’ y justificar así un importante incremento en sus partidas de defensa, que deberían alcanzar, al menos, el 2 por ciento de su PIB. Cada día hay más voces en Occidente que admiten abiertamente el fracaso de la estrategia de la alianza en el frente de batalla en Ucrania. El apoyo táctico y de inteligencia y las toneladas de armamento entregado al régimen de Kiev, así como la guerra económica contra el Kremlin no están dando los resultados esperados.
La situación de desesperación en los despachos de Washington y Bruselas es tal, que se teme una victoria rusa. Un escenario que sin duda marcaría un antes y un después tras tres décadas de hegemonía de la OTAN en el panorama mundial. El eje atlantista no está dispuesto a aceptar esta reordenación de poder global y lejos de negociar una salida diplomática al conflicto en Ucrania, se están produciendo una serie de maniobras que indican que Occidente estaría tratando de entrar en una nueva fase de disuasión para un conflicto a largo plazo.
En esa misma línea, la alianza ha dado el pistoletazo de salida para la construcción de la mayor base militar de la OTAN en Europa. El lugar elegido será la base de la Fuerza Aérea rumana ‘Mihail Kogalniceanu’. El eje invertirá 2.500 millones de euros para ampliar la instalación existente, que contará con 2.800 hectáreas y albergará un total de 10.000 soldados de la OTAN de manera permanente.
Para hacernos una idea de su magnitud, superará en tamaño a la base alemana de Ramstein, actualmente una de las mayores en suelo europeo. Se espera que la obra se alargue durante unos 5 años. La base militar, ubicada al lado del Mar Negro y a unos 300 kilómetros de la ciudad portuaria de Odessa, tendrá una importancia estratégica clave para llevar a cabo operaciones en la región.
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