Por Víctor Chamizo
Hoy es 24 de julio. Mañana se producirá en el Congreso la segunda votación para la investidura de un presidente de Gobierno que lidere la formación de un nuevo gabinete. Cuando este artículo salga a la luz, probablemente esa votación ya se haya producido y sepamos si el PSOE va a gobernar en coalición con Unidas Podemos, o, por el contrario, nos embarcamos en un nuevo proceso electoral para noviembre.
Después de haber escuchado el debate, y después de todo el torrente de noticias que nos han llegado acerca de los pactos a través de los medios de comunicación, la sensación que he percibido en todo momento es que Sánchez, o el PSOE, o el PSOE, o Sánchez, elijan ustedes el orden que más les convenga, nunca han deseado un pacto de gobierno. Solo han deseado un pacto de investidura.
Pedro Sánchez siempre ha deseado un gobierno monocolor, un cheque en blanco, algo así como “fíense de nosotros y voten la investidura y luego ya hablamos”. Y, claro, que a uno le tomen como un alumno de colegio, pues le hace sentirse incómodo cuando menos. Dicho de otro modo, Unidas Podemos puede tener generosidad, pero de ahí a ser idiota hay un abismo.
Y ya que hablamos de generosidad, podríamos aprovechar para desmitificar esa imagen que los grandes medios han querido ofrecer de Pablo Iglesias, como un individuo ambicioso que quería una vicepresidencia a toda costa. Se ha visto que no, con meridiana claridad. Iglesias ha demostrado una gran talla política. Me pregunto qué habría sucedido de haber estado las cartas cambiadas.
Por otra parte no hemos dejado de escuchar las amenazas de los socialistas con la llegada de las derechas al poder, como medida de presión hacia los de morado. Las encuestas del CIS que lidera Tizano, le dan al PSOE un incremento notable en escaños. Pero fiarse de las encuestas es como tirar una moneda al aire. Convencido estoy de que lo saben.
Por tanto, existe un asunto más que llama mi atención: esa preocupación en poner el acento en el trío de Colón, en el “que vienen ellos” para chantajear a Unidas Podemos. Y me surge una pregunta: ¿es que al PSOE no le preocupa? Porque a tenor de su comportamiento, no lo parece. ¿Por qué? El que lo sepa que responda.
Increíble que PSOE se crea de izquierdas, peor aún que piense que nos lo creemos. El resto lo hemos visto…Me quedo con Pablo. Hace falta un político de su talla y honestidad.