¿Qué está sucediendo en la República de Serbia?

Este nuevo territorio abierto a la inversión capitalista quedó como campo para que aterrizaran una prolífica cantidad de empresas, sobre todo de origen chino, pero sobre todo que se desarrolle como una zona liberada de reglamentación alguna.

Por Marina Moyano y Diego Hernando Gómez | 4/02/2025

La prensa argentina suele tener en sus ediciones impresas, tanto como en sus páginas de internet, un segmento que lleva por título “Mundo” en la mayoría de los casos, o en su defecto, “Internacionales”. Lamentablemente, el rótulo del segmento termina pecando de pretenciosidad, y al momento de narrar los acontecimientos que tienen lugar por fuera de Argentina, el espectro se cierne principalmente sobre tres zonas geográficas, a saber: Estados Unidos; Israel; países de Europa Occidental como Francia, Italia o España; y puede ser que algo del gigante asiático también.

El asunto es que desde hace más de tres meses que en la región de los Balcanes, en el sudeste europeo, viene desarrollándose una de las manifestaciones sociales más importantes del presente siglo. Se trata de la República de Serbia, presidida desde hace 13 años por el Partido Progresista Serbio, y en donde desde el 2014, por entre medio de los resquicios que permite el desarrollo de las formas democráticas del sistema de gobierno, ininterrumpidamente la figura más poderosa del Estado ha sido la de Aleksandar Vučić.

Un breve recorrido

Desde la desintegración de Yugoslavia, república que consistía en los territorios de los actuales países de Eslovenia, Croacia, Bosnia Hercegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia y Kosovo, en la década de los noventa del siglo pasado, se fue introduciendo la propiedad privada de los medios de producción en la economía. Esto trajo aparejado la llegada de capitales extranjeros al país. A diferencia de Croacia o Eslovenia, ambos incorporados a la OTAN en la década de 2000, ambos Estados miembros de la Unión Europea (UE), y ambos receptores de inversión de los países occidentales, la vecina Serbia quedó marginada. Esto no fue más que el corolario final de la comprensión maniquea del conflicto, que dividía el asunto entre víctimas y victimarios, y establecía que de un lado estaban los agresores y genocidas serbios, y del otro los agredidos y las víctimas croatas, musulmanes y albanokosovares; de que algunas masacres se publicaran hasta el hartazgo y que otras resultaran ocultadas con sofisticada discreción.

Tanto fue así que este nuevo territorio abierto a la inversión capitalista quedó como campo para que aterrizaran una prolífica cantidad de empresas, sobre todo de origen chino, pero sobre todo que se desarrolle como una zona liberada de reglamentación alguna, regulación y cumplimentación de protocolos de mínimo cuidado humano y ambiental. El caso de la construcción de la nueva estación principal de ferrocarril de Belgrado, la capital de Serbia, es un ejemplo. Lo es también el caso de los empleados de la fábrica china de neumáticos, Linglong, en la localidad de Zrenjanin, al noreste del país. Estos trabajadores de nacionalidad vietnamita son traídos por la empresa a vivir en barracas, precarios e improvisados galpones, hacinados, y sin las mínimas condiciones de higiene necesarias para que el espacio sea habitable: no hay baños, ni agua corriente ni potable. Un tercer caso, aún en curso, es la construcción de un nuevo estadio en el vecindario de Surčin, en Belgrado, en el cual se realizaría la exposición internacional de Serbia 2027.

La fatal tragedia

En el pasado año 2024, el caso que llamó la atención de la opinión ciudadana fue el de la estación de ferrocarril de Novi Sad. Novi Sad es la segunda ciudad en importancia del país, fue declarada capital cultural europea en 2019 y se encuentra localizada a 83 kilómetros en dirección al norte de Belgrado. Allí se llevó a cabo la reconstrucción de la estación de ferrocarril, llamativamente, de una forma muy veloz, prácticamente en tiempo récord. Sucedió unos días después de terminados los trabajos de construcción, el viernes 1 de noviembre, que mientras los pasajeros aguardaban debajo de la marquesina recién renovada la llegada del colectivo, la misma se desmoronó. El accidente, si es que debería llamarse accidente a un acto totalmente predecible que fue producto de la negligencia, tuvo consecuencias fatales. Diez personas esperaban el autobús bajo la marquesina al momento del desprendimiento del material, cerca de las 12 del mediodía. En total fallecieron 15 personas, 14 de ellas ese mismo día.1 Resultaron heridos muchas personas, se cree que cerca de unas treinta personas, entre las cuales se encuentran Teodora (65 años) y Vukasin (30 años), que nada más que hace dos semanas pudieron dejar el hospital, y una joven cuyo cuerpo no pudo sobreponerse finalmente a las heridas y terminó falleciendo el 17 de noviembre y cuyo nombre era Anje Radonjić (de 24 años), alcanzando así el número de 15 víctimas fatales.

Ese mismo día, por la noche, tanto en la estación de tren como en la plaza central de la ciudad, la Plaza de la Libertad, se reunieron padres e hijos, estudiantes, ciudadanos, a encender velas y a traerles flores a los mártires de la tragedia. El alcalde de la ciudad en ese momento, Milan Djurić, decretó tres días de luto al ver el efecto que la tragedia había tenido en la población.

A partir de ese día, el de la tragedia, los estudiantes de Novi Sad impulsaron cada día a las 11.52 de la mañana, en clara referencia al horario en el cual sucedió la desgracia, un acto de conmemoración a las víctimas, y convocaron a hacer 14 minutos, que luego serán 15, de silencio. Esta expresión de solidaridad para con las familias y amigos de las víctimas, que también impulsaba la búsqueda de justicia por ellos, que iniciaron los estudiantes de Novi Sad, encontró apoyo en los estudiantes de Belgrado y así mismo de Niš, ciudad del sur de Serbia. Tras los 3 días de luto, del 2 al 4 de noviembre, el nivel de efervescencia de la población no cedía.

No solo eso, sino que, en sentido contrario, con el correr de los días los estudiantes comenzaron a levantar la voz cada vez con mayor ímpetu. A través de pancartas que mostraban en los 15 minutos de silencio en los que se reunían, exigían respuestas por parte de la clase política: demandaban que se juzgara a los responsables, tanto aquellos que formaran parte del gobierno, como aquellos que integran la empresa constructora. Exigían los documentos del llamado a licitación y de la asignación de la obra a la empresa Starting doo.

¿Quién es la empresa constructora Starting doo?

Se trata de una empresa de la cual durante muchos meses nada se supo, salvo de que se trataba de capitales chinos. Recientemente, el 27 de enero, un miembro del Movimiento Popular de Serbia, Djordje Stanković, anunció que el proceso de encarcelamiento del dueño y de los empleados de la empresa estaba en curso. Pero esta información no esta confirmada. El especialista en el tema, ingeniero y geólogo, Zoran Djajić, sostiene que nadie de la compañía irá finalmente a la cárcel debido a que tienen protección desde arriba, es decir del gobierno. Él mismo había aportado información sobre la empresa al juzgado y nunca se tomó en consideración su aporte.2 Djajic sostiene que desde el gobierno le permitieron construir sin prestar observancia a ninguno de los estándares de seguridad y calidad, que deben considerarse para que la obra sea correctamente realizada, a cambio de dinero. Por ello, una obra que debía costar 3,5 millones de euros terminó teniendo un costo de cinco millones de euros.

Recordemos que la misma empresa estaba comprometida con otros proyectos del gobierno, como son, por ejemplo, la reconstrucción y la construcción de la línea férrea en todo el territorio de Serbia, trabajos en el Centro Clínico, trabajos en las cárceles de la localidad de Pančevo, y de hecho, fue la encargada de construir el gigantesco proyecto urbanístico de Belgrado, llamado Belgrado sobre el agua (Belgrade waterfront) ó Beograd na vodi, en serbo-croata.

Se cree que la misma está vinculada con el lavado de dinero, ya que se han encontrado contratos entre la otra compañía china, llamada China Civil Engineering Construction Corporation y Starting doo., por más de cinco millones de euros, según comunicó Forbes. De hecho, fue la primera quién cedió la construcción de la estación de Novi Sad a la empresa Starting, en noviembre de 2021, tras una “consulta amistosa” de cesión. Por ello mismo es que la compañía Starting doo. es prácticamente una empresa fantasma, cuyo registro en los papeles de la documentación de la obra no tiene antecedentes, ni empleados, y que hasta el 28 de enero no se le había imputado responsabilidad alguna.

¿Qué exigen los estudiantes?

Desde el día de la tragedia los estudiantes convocaron a toda la sociedad a parar esos 15 minutos, estuviesen donde estuviesen, en señal de conmemoración de las víctimas. Con el correr de los días, y frente a la renuencia del gobierno de dar respuesta a las exigencias, las demonstraciones comenzaron a extenderse en el tiempo y en escala.

El 11 de noviembre, fecha en la cual el presidente Aleksandar Vučić había programado una cadena nacional, los estudiantes se reunieron en Belgrado frente al edificio de la presidencia. Mientras el mandatario daba su discurso, se podían escuchar los sonidos desde el exterior. Exigían que se abrieran los documentos de asignación de la obra. “¿Por qué se resistía así el gobierno?”, se preguntaban los estudiantes. El 17 de noviembre se organizó un bloqueo de seis horas en el puente de Varadin, uno de los tres más importantes de la ciudad de Novi Sad. Y con ello también aumentaron las exigencias: comenzaron a exigir no solamente responsables frente a lo que consideran un crimen producto de la corrupción, sino también empezaron a buscar respuestas de índole política: la renuncia del primer ministro Miloš Vučević y la del alcalde de Novi Sad, Milan Đurić.

Para la tercera semana de noviembre, la fiscalía general de Novi Sad comunicó que se habían encarcelado a 11 personas responsables de la tragedia, entre los que se encontraban miembros de la empresa francesa Egis, dedicada al asesoramiento, la ingeniería de la construcción y los servicios para la movilidad, como también a autoridades gubernamentales. Pero esto no parecía ser suficiente. Los docentes se habían plegado a los estudiantes, y los maestros de primario y profesores de secundario también. Faltando poco para que se diera el receso invernal, el presidente consideró que lo más adecuado para que el tiempo acalle a las manifestaciones era finalizar la primera mitad del curso lectivo con anterioridad a lo planificado por el calendario escolar. Sin embargo, nuevamente, esto no fue suficiente.

Las manifestaciones siguieron, y se realizaron, y aún realizan, día a día, contra viento y marea. Mas de 64 facultades de todo el país están ocupadas desde el 1 de noviembre. Los estudiantes y manifestantes han recibido ataques por parte de ciudadanos que se cree que están vinculados con el Partido Progresista Serbio. Pero esto no los ha detenido ni atemorizado tampoco. Sino que cada vez la solidaridad es mayor. Los estudiantes han infundido de confianza a la sociedad, le han quitado el temor y la han despertado e incentivado a salir a las calles en busca de una sociedad mejor, donde haya justicia y funcionen correctamente las instituciones.

Los bloqueos han alcanzado medidas impensadas hasta hace tres meses atrás. La autopista más importante de Serbia, llamada autokomanda, fue bloqueada por 24 horas. Han acudido a ayudarlos los campesinos del norte de Serbia, quienes a menudo aportan sus tractores a los bloqueos, y cuyas demandas al gobierno han sido largamente, por décadas, desoídas. Los padres, madres, abuelas, cuyos hijos, hijas, hermanas, hermanos, están viviendo en otro país producto de la falta de trabajo en Serbia, apoyan a los estudiantes y pugnan junto a ellos por un futuro mejor en Serbia.

Los estudiantes han realizado peregrinaciones desde todas partes de Serbia a Novi Sad el pasado fin de semana para la conmemoración de los tres meses de la tragedia. La renuncia del alcalde de Novi Sad, tanto como la del Primer Ministro serbio y todo el gabinete, no han calmado las manifestaciones y las exigencias de la sociedad. El presidente sostiene que podría formarse un nuevo gabinete de ministros, mientras que la oposición política sostiene que lo mejor sería un llamado a elecciones. Pero los estudiantes, y toda la sociedad que en ellos se apoya, no están ni con el primero ni con la oposición. No quieren elegir, posiblemente en elecciones no del todo limpias, entre políticos que, directa o indirectamente, forman parte del mismo sistema que ha provocado la muerte de estos 15 inocentes. Quieren que haya justicia, que reine el derecho y que las instituciones funcionen honesta y transparentemente como corresponde.

Aún tenemos que esperar, ser pacientes y estar atentos, para ver cómo terminará este movimiento, el más importante de los Balcanes en lo que va del siglo XXI.


Notas:

1 El nombre de los primeros 14 fallecidos es el siguiente: Nemanja Komar (nacido en 2007), Andela Ruman (2004), Đorđe Firić (1971), Valentina Firić (2014) y Sara Firić (2018), Milica Adamović (2008), Mileva Karanović (1948), Sanja Arbutina Ćirić (1989), Miloš Milosavljević (2003), Stefan Hrka (1997), Đuro Švonja (1947), Vukašin Raković (1955), Vasko Sazdovski (1979) de Macedonia del Norte, Goranka  Raca (1966). Fuente: sitio de internet del diario serbio “Srpska Info” del día 01/11/2024: enlace: https://srpskainfo.com/foto-ovo-su-zrtve-stravicne-nesrece-u-novom-sadu-14-osoba-poginulo-medju-njima-i-2-djevojcice/

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