Palestina-Israel: sin soluciones a la vista

Con un aumento de la violencia recientemente que ya dejó muchas víctimas y a pesar de los llamados internacionales, la situación es compleja, con Israel controlando Gaza y las fronteras de la franja. Se prevé que el conflicto continúe, afectando a civiles

Por Gonzalo Fiore Viani / La Tinta

El recrudecimiento de la situación y el consecuente inicio de una nueva guerra entre Israel y Hamas no aminoraron, sino que, más bien, sucede todo lo contrario, con su profundización en los últimos días. Una vez pasada la atención inicial, es importante preguntarse: ¿en qué estado se encuentra hoy la situación en la Franja de Gaza? ¿Cuáles son las perspectivas de cara al futuro?

En principio, el peligro de que la guerra se extienda fuera de sus fronteras es concreto y preocupa no solo a la región y a otros países del mundo árabe, sino a toda la comunidad internacional. Egipto y Jordania son dos de los pocos países árabes que han firmado tratados de paz con Israel y han mantenido relaciones diplomáticas. Además, han jugado un papel importante en la diplomacia regional. Irán ha respaldado a grupos palestinos, como Hamas, y ha sido crítico de Israel. Su apoyo a grupos militantes palestinos ha contribuido a la tensión en la región y recientemente algunos funcionarios iraníes afirmaron que podrían apoyar a Hamas de manera militar. Turquía ha criticado enérgicamente las políticas de Israel hacia el pueblo palestino y ha buscado desempeñar un papel activo en la diplomacia regional, al igual que Qatar, país que proporcionó apoyo financiero a Gaza y ha sido un interlocutor en las negociaciones entre Israel y Hamas.

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Bombardeos israelíes sobre Gaza este domingo, 22 de octubre. Imagen: EFE / EPA / Mohammed Saber

Por lo pronto, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, los datos revelaron que al menos 6.546 palestinos han muerto, entre ellos, 2.704 infancias, y más de 17.439 resultaron heridos desde que comenzaron los bombardeos israelíes luego de los atentados terroristas de Hamas. Al mismo tiempo, de acuerdo con lo reportado por las autoridades israelíes, aunque el movimiento de resistencia islámica liberó a dos ciudadanos estadounidenses en los últimos días tras la mediación de Qatar, todavía mantiene como rehenes a 203 personas, entre ellas, 21 personas argentinas. En ese sentido, desde el gobierno argentino han estado negociando los últimos días con el gobierno de Israel, así como también con los de Qatar y Turquía para buscar una instancia de negociación con Hamas con el objetivo de lograr la inmediata liberación de los rehenes argentinos.

Argentina es un país con buena imagen entre los palestinos por varios motivos: porque no tiene nada que ver con el conflicto y, a su vez, por el fútbol, con jugadores como Diego Maradona y Lionel Messi, y también por figuras como el papa Francisco o el director de orquesta Daniel Barenboim, quien ha hecho grandes esfuerzos en la integración palestina-israelí, dirigiendo orquestas integradas deliberadamente con miembros de ambos países.

Hasta ahora, dos tercios de los hospitales de Gaza han debido cerrar sus operaciones debido a la crudeza del bloqueo israelí. A pesar de las solicitudes internacionales de que liberen los ingresos de insumos, apenas se dejaron arribar 20 camiones de ayuda humanitaria suministrada por Naciones Unidas en los últimos días. Sin embargo, expertos afirman que en estas circunstancias se necesita al menos el ingreso de 100 camiones diarios para lograr paliar el desastre humanitario en la región. Por lo pronto, no hay expectativas de que esto pueda suceder.

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Familiares de palestinos muertos tras los ataques de Israel lloran junto a sus cuerpos en el Hospital Nasser en Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza, este 25 de octubre. Imagen: EFE/EPA/Haitham Imad

La situación se encuentra en un punto crítico y no se vislumbran soluciones a corto plazo. En este aspecto, es importante el rol de Egipto. Tras la guerra de 1967, Israel tomó el control de la Península del Sinaí, incluyendo la ciudad de Rafah. Posteriormente, después de un acuerdo, las fuerzas israelíes se retiraron, pero Rafah quedó dividida por una frontera, con un lado en el territorio egipcio y el otro en la Franja de Gaza. Se estableció un punto de cruce fronterizo que, hasta la fecha, es la única entrada a Gaza que no está bajo el control directo de Israel. La apertura de este paso está gestionada por El Cairo, pero para que las mercancías ingresen, requieren la aprobación de Tel Aviv. Es una tarea difícil para los y las palestinas obtener un permiso de las autoridades egipcias para cruzar, incluso en tiempos de relativa calma, y la frontera solo se abre en ciertos momentos. Si se cierra repentinamente, los palestinos pueden quedar atrapados fuera de Gaza. Además, Egipto no puede abrir el paso de Rafah de manera unilateral por razones humanitarias, como durante el desplazamiento de palestinos, ya que necesita coordinarse con Israel para hacerlo.

Distintos actores internacionales han salido a pedir por el fin del conflicto e incluso han ofrecido “soluciones”, pero poco indica que estas vayan a tener algún asidero en el corto o ni siquiera en el mediano plazo. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, fue uno de los líderes internacionales que se expresó en ese sentido: “Canadá sigue firme en su compromiso con una solución de dos Estados. El mundo y la región necesitan un Estado palestino pacífico, seguro, próspero y viable junto con un Israel pacífico y próspero”. En la misma línea, el papa Francisco llamó a Joe Biden para hablar de la situación en la región e intentar acercar posiciones para lograr un alto al fuego humanitario. Unos días antes, afirmó a los fieles en la Plaza de San Pedro que sus “pensamientos están con Palestina e Israel”, y manifestó su preocupación respecto de que el conflicto pueda extenderse: “Las víctimas están aumentando y la situación en Gaza es grave. Que, por favor, se haga todo lo posible para evitar un desastre humanitario y la posibilidad de que esta guerra crezca. La guerra no resuelve ningún problema. Sólo siembra muerte y destrucción. Aumenta el odio y multiplica la venganza. La guerra destruye el futuro”. En ese sentido, les pidió a los fieles que adopten “un solo lado” en el conflicto, el lado “de la paz, la oración y la dedicación total”.

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Manifestantes por la causa palestina por las calles de Washington. -Imagen: EFE/EPA/Jim Lo Scalzo

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó: “Porque Hamas haya cometido un acto terrorista, Israel no tiene por qué matar millones de inocentes; no es posible que las personas no tengan sensibilidad. Si la ONU tuviera fuerza, podría tener una intervención mayor, pero mucha gente quiere guerra, estimular el odio y no lo veo así, que me critiquen, yo quiero la paz”. Y agregó: “He hablado con muchos presidentes sobre la guerra en Medio Oriente. La creación del corredor humanitario, el alto el fuego y la repatriación de brasileños en la Franja de Gaza son prioridades de la diplomacia brasileña. Los niños no pueden seguir siendo asesinados en ambos lados. Tenemos que hablar de paz y de una solución a este conflicto. Israel y Palestina deben tener su derecho a la tierra. Este es mi papel: garantizar las condiciones para la paz”.

Por su parte, el par colombiano, Gustavo Petro, se manifestó en apoyo al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en su cuenta oficial de X: «Decir la verdad no es razón de dimisión. Israel debe cumplir las resoluciones de Naciones Unidas. El orden jurídico internacional debe preservarse y es la base de la paz». Días antes, expresó que el caso de la violencia sobre Palestina “es solo un adelanto del tratamiento que surgirá con el incremento del éxodo de los pueblos del sur hacia el norte por razones políticas y, sobre todo, climáticas. Es el miedo a la diferencia multiétnica en los países del norte lo que crea el neofacismo con el que se trata a los pueblos del sur. Palestina es solo el comienzo”.

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Tumbas de personas fallecidas tras la incursión israelí ocurrida en el campo de refugiados Nur-Shams en Tulkarem, Cisjordania, cubiertas con banderas palestinas y de la milicia Yihad Islámica. Imagen: EFE / Manuel Bruque

A pesar de los llamados internacionales y los esfuerzos de varios líderes mundiales, la situación sigue siendo sumamente compleja. Israel mantiene su control sobre Gaza y sus fronteras, y la violencia ha aumentado significativamente, con un alto número de víctimas civiles. Las perspectivas de una resolución a corto o mediano plazo son escasas. La comunidad internacional aboga por una solución de dos Estados, pero la realidad en el terreno sigue siendo muy compleja. Lo cierto es que actualmente, en lugar de lograr un acuerdo, Israel mantiene el control del espacio aéreo sobre Gaza y su litoral, además de regular quién y qué productos pueden ingresar a través de sus fronteras.

Recientemente, al menos 20 camiones con ayuda humanitaria han atravesado el cruce fronterizo de Rafah, que enlaza el norte de la península del Sinaí egipcio con la Franja de Gaza. A pesar de que esta noticia es alentadora, la tensión en la región sigue aumentando y se prevé una guerra de larga duración. Algunas especialistas, incluso, alertan que la guerra podría extenderse hasta “diez años” debido al alto costo político y de imagen internacional que tendría para Israel avanzar con todo su poderío militar y arrasar la región. Por lo pronto, todo indica que, al menos durante unos largos meses, la guerra va a continuar y en el medio, como siempre, quienes continuarán sufriendo serán civiles.

*Por Gonzalo Fiore Viani para La tinta / Imagen de portada: MAHMUD HAMS / AFP.

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