El título ya indica que no se trata de un libro de historia. No tiene la precisión que debería exigírsele. Pero desde hace tiempo sabemos que sin los relatos de las personas, sin la memoria oral, la historia es mucho más pobre.
Por Martí Caussa / Viento Sur
Este libro cuenta las historias de militancia, detención, lucha en la cárcel y salida en libertad de seis amigos: Sabin Arana, Josu Ibargutxi, Enrique Gesalaga, Xabier Armendáriz, Miguel Ángel Gómez y Chato Galante. Los cuatro primeros entraron a la cárcel en los años 1968 y 1969 como militantes de ETA o de EGI (las juventudes del PNV) y los dos últimos fueron encarcelados en 1973 por pertenecer a la LCR. Pasaron por muchas cárceles pero coincidieron en la de Segovia en la época de la fuga frustrada de 1975 y de la exitosa pero acabada dramáticamente de 1976. En esta cárcel nació una profunda amistad. Salieron en libertad como militantes de LCR-ETA VI entre marzo de 1976 y abril de 1977, después de la muerte de Franco y de las grandes manifestaciones por la amnistía.
En los nueve años que transcurrieron entre 1968 y 1977 la sociedad experimentó grandes cambios y los presos políticos con sus luchas se propusieron ser, y lo consiguieron, agentes activos de los mismos. En este proceso ellos mismos salieron transformados. Muchos años después lo cuentan en este libro, cuando la amistad seguía viva y les unía el compromiso con la recuperación de la memoria histórica, con los objetivos de verdad, justicia y reparación. El libro es en sí mismo una contribución a estos objetivos.
Hay que dar las gracias a Carmen y David, que han coordinado el libro, y a Alfonso que lo ha publicado, porque su decisión ha implicado un acto de fe en la capacidad de este texto para abrirse camino hacia un número suficiente de lectores iniciales y en la actuación de éstos como difusores y propagandistas del mismo. Tal como me ha ocurrido a mí. Hablo de fe porque, aunque la decisión tiene una base racional -ellos, naturalmente, han leído, trabajado y valorado el libro- hay otra parte de intuición, incluso de apuesta, porque han creído en la fuerza de este libro singular, difícil de clasificar, de comparar con otros libros. Precisamente esta singularidad es la que se abrirá camino hacia el corazón de sus lectores.
El título ya indica que no se trata de un libro de historia. No tiene la precisión que debería exigírsele. Pero desde hace tiempo sabemos que sin los relatos de las personas, sin la memoria oral, la historia es mucho más pobre. Por ejemplo los libros de historia explican que el final de los años sesenta fueron una época de intensa radicalización de la juventud, pero los relatos de este libro nos proporcionan una imagen especialmente rica y viva:
- El padre es el que ofrece durante toda mi niñez y juventud la influencia comunista…no sé si es por rebelión ante tanta chapa comunista…yo empiezo a hacer actividad antifranquista, sí…pero en el Partido Nacionalista Vasco…Mas tarde cuando tengo que escapar de casa…le tengo que explicar que estoy en ETA…”ah, menos mal porque yo creía que estabas en el PNV”…
- Creo que tenía unos once años, cuando mi hermana se casa, tiene un criatura en el año 61 y detienen a mi cuñado con la primera de las acciones de ETA. Lo detienen, es salvajemente torturado por Melitón Manzanas, y se tira varios años en la cárcel…Esas cosas, en un chaval de once, doce años…imagínate lo que origina…
- Para mí el momento en que, en enero del 69, a alguien al que conocía aunque poco [Enrique Ruano], lo mata la policía, me lleva a un compromiso muy definitorio en mi vida.
Los lectores que no vivieron aquellos años seguramente tienen una imagen de la violencia de ETA muy distinta de la que se narra en este libro, durante los años anteriores al juicio de Burgos de diciembre de 1970:
- tal y como enfocábamos la violencia entonces, desde luego inicialmente no se aplicaba contra personas, sino más bien contra el aparato propagandístico del franquismo. Por ejemplo, reventábamos los repetidores de televisión…
Entonces la organización decide hacer una campaña de bombas en varios pueblos…colocamos el aparato y nos vamos [29 de abril de 1968]. Pero a mí, en el último momento, se me ocurre pensar que la hora de la explosión pudiera ser un tanto peligrosa y que pudiera pillar a alguien. Y les digo a mis compañeros que esperen, que voy a subir a manipular el aparato y retrasar la hora…Cuando empecé a manipular el reloj para retrasar la hora la explosión me pilló de frente - Nunca he sabido si aquella decisión [no promover una muerte] se revocó formalmente, o si Txabi [Etxebarrieta] consideró por su cuenta que era el momento para pasar a un nuevo estadio en el enfrentamiento con el Estado, o si, simplemente, fue el producto de los nervios del momento, pero a la vista del proceso posterior, las condiciones sí estaban maduras, desde mi punto de vista; la espiral inició su proceso de escalada y el pueblo fue respondiendo como esperábamos que sucediese: muertes de Pardines i Txabi [7 de junio de 1967], escalada represiva y, al mismo tiempo de solidaridad; muerte de Melitón Manzanas [2 de agosto de 1968], estados de excepción en Euskadi y mayor apoyo y solidaridad; Proceso de Burgos [diciembre de 1970], estado de excepción a nivel estatal y explosión de las luchas de solidaridad y por las libertades…
La parte central del libro es una entrevista colectiva en que los amigos recuerdan su militancia, la detención, las torturas, el juicio, el paso por la cárcel, las huelgas de hambre, las fugas que intentaron,…Unos completan lo que han dicho otros, se interpelan, debaten, expresan desacuerdos,…Esta interacción da un valor añadido al libro. Por ejemplo, cuando hablan de la actitud ante la policía cuando fueron torturados:
- Hombre, ante la txakurrada siempre no hablar. Lo que pasa que yo nunca me he creído, ni antes de caer, ni después de caer, que sea posible para todo el mundo…Yo más confiaba en mi capacidad de engaño
- Mi planteamiento con la policía no era intentar jugar a ser más listo que ellos…A estos no les digo nada, o en el peor de los casos, les escupo. Entonces me daban una buena paliza y listo
- Pero hay que tener en cuenta, siendo cierto eso del carácter, que ahí llega un momento en el que coges muchísimo miedo y a veces es incontrolable
Un momento importante del libro es cuando se narra el juicio de Burgos. Un hecho tan duro, con una petición de nueve penas de muerte, tres de ellas dobles, se cuenta con un lenguaje muy poco dramático, incluso distendido, pero no por ello menos emocionante:
- toda la comuna participaba en la preparación del evento [juicio]. Al final se ideó una estrategia con los abogados de pregunta-respuesta, pregunta-respuesta, pero que llevaba un orden…
cuando me preguntaba el Fiscal, yo siempre le respondía: ”No, no, yo soy un prisionero de guerra, porque esto es una guerra entre Euskadi y el Estado español. Yo soy prisionero de guerra y solo digo mi rango”…
Durante el juicio anduvimos muy tranquilos…Pero cuando viene la sentencia, sobre todo con aquellas tres penas de muerte dobladas, hostias, se nos cayó el alma al suelo…
Hasta que el 28 de diciembre llegó la sentencia, y no había ninguna pena de muerte…Esto nos sentó a nosotros como una victoria [hay una imprecisión en el original: el 28 de diciembre llegó la sentencia con las penas de muerte y el 30 de diciembre se comunicó la conmutación de estas penas]
Los entrevistadores preguntan sobre muchos temas, pero los entrevistados no han hecho una preparación previa, no consultan notas, ni verifican datos. Sus respuestas son espontáneas, cuentan lo que recuerdan y lo hacen sin pretensiones, sin rubor, sin temor al ridículo:
- en la época de mi primera militancia no había, o yo no conocía, a ninguna mujer…
- en la célula solamente había un chica, y yo creo que fui el último que se le declaró. Y cuando lo hice me dijo ya se han declarado todos…
- la sexualidad en estos momentos carceleros, para una mayoría de gente de dieciocho, diecinueve, veinte años…es una época terrible, en la que estás creciendo y las hormonas te salen por la orejas…
- Hubo gente que ya fuera de la cárcel te enteras que es homosexual y que probablemente lo sería en la cárcel…
En diciembre de 1973 el III Congreso de LCR y la VII Asamblea de ETA VI decidieron la unificación, tras un proceso que se había iniciado meses antes. Pero si esta unificación hubiera fracasado entre los presos, seguramente habría habido muchos problemas para consolidarla. Los protagonistas del libro cuentan como la vivieron:
- Me acuerdo de una frase del Sirri, durante este período que me escribió hablando de trotskismo; me dice, ya verás cuando puedas leer, como es algo que lo llevas dentro sin tu saberlo. Y es verdad, quiero decir, cuando empecé a leer cosas de Trotsky y vuestras, era una identificación natural…
- cuando entré en la cárcel…es encontrarme de repente con unos tíos, que no es que fueran familiares, es que eran sin más…mi gente…
Imaginaos, en el talego dos reuniones de célula a la semana…con la ventaja de que eran trotskos, pero no hablaban trotsko, como los madrileños…
Los seis protagonistas del libro se hacen amigos en la cárcel de Segovia y les une particularmente el intento de fuga que se frustró el 2 de agosto de 1975. La descripción de su preparación durante seis u ocho meses, en colaboración con ETA-pm, es una de las partes más brillantes del libro.
El fracaso de la fuga supuso una agravación de las condiciones de vida en la cárcel y como protesta se inició una huelga de hambre. En el curso de la misma se tuvo noticia de la petición de las penas de muerte para Garmendia y Otaegi, que fueron seguidas de otras nueve (una para otro militante de ETA y ocho para militantes del FRAP). Entonces decidieron prolongar la huelga y convertirla en huelga de hambre y sed. En total fueron 25 días, la más larga de las varias que llevaron a cabo.
El libro cuenta también las tensas discusiones sobre si participar o no en la nueva fuga de Segovia que esta vez preparaba en solitario ETA-pm y que la dirección de LCR-ETA VI no estaba de acuerdo en apoyar, debido a la profunda desconfianza respecto a aquella organización a raíz del fracaso del primer intento de fuga. Explican las discusiones que tuvieron, las diferencias, su desconfianza hacía ETA-pm, la crítica durísima a la dirección de LCR-ETA VI y como, finalmente, deciden aplicar el criterio mayoritario del colectivo. Cinco participaron en la fuga (entre ellos dos de los entrevistados) que tuvo lugar el 5 de abril de 1976:
- la propuesta era que a partir del agujero de salida, cada uno iba por su lado. Desde mi punto de vista fue un error tremendo de la organización no aceptar esta propuesta…
- Yo creo que en la votación la postura mayoritaria es la que acabas de explicar. Venció, pero por uno o dos votos, ese es el recuerdo que tengo yo…
- gente con “ruina” [grandes condenas]…dijeron claramente: “Yo con estos tíos no voy ni desde aquí a la galería de al lado…”, una desconfianza increíble…
Como ya se ha dicho las salidas en libertad se produjeron entre marzo de 1976 y abril de 1977. Cuentan que los recibimientos populares los colocaron en una nube:
- nos dan la bienvenida, cantos, una situación apoteósica…que parecía..eso que se afirmaba de que vamos a salir dentro de ese proceso de luchas y aquí barreremos lo que haga falta…Pero luego se quedó ahí…y no recuerdo cuándo me bajé de la nube
Muy pronto empiezan a ver reticencias, vacíos, desconfianzas, incluso comentarios despectivos… por parte de algunos:
- éramos sí muy rojos, pero españolistas y entonces que el españolismo dominara las Gestoras Pro Amnistía…tela…Sí, se nos admitía, pero ya el calificativo, el epíteto, de españolista empezó a sonar…
¿Cuál era el problema en el debate que tenías con ellos? Que no admitían el derecho a la autodeterminación…Y más tarde, cuando la reivindican, parece que la autodeterminación la inventan ellos…
La entrevista de este libro se realizó muchos años más tarde de la salida de la cárcel, en el 2011, después de cambios profundísimos en la sociedad. Pero sus memorias no transmiten ni resquemor ni nostalgia, sino vitalidad, voluntad de seguir adelante con nuevos compromisos, particularmente con la memoria histórica:
- Yo creo que hacer frente a situaciones duras en la vida da otro tipo de…o te hundes, o sales adelante. Y yo creo que nosotros somos un poco ejemplo cuando nos juntamos, porque…de qué hostias hemos sido capaces de mantenernos en el lugar…somos capaces de reírnos de nosotros mismos y de todo el mundo de alrededor…y de seguir adelante, ¿no?
- No es algo del pasado, es algo de nuestro presente. Cuando se habla de crímenes franquistas, no se habla de algo que concierne al pasado, al contrario, es algo que hipoteca el presente y condiciona sustancialmente nuestro futuro, y por tanto nos afecta a todas y todos…
Tenemos autoridad política para desarrollar esta actividad…para poner en solfa ese asunto
A medida que se avanzamos en la lectura del libro nos damos cuenta que contiene otro tema importante, que no se anuncia en el título, pero que sí destaca Carmen en su prólogo:
- esa intensa amistad creada en prisión, mantenida tantos años, de hermandad irreductible que suponía una fuerza especial en la vida de cada uno
Cuando a lo largo del libro estas personas van contando sus historias, se interrumpen, discuten o se gastan bromas se nota que lo hacen con mucho respeto de fondo, con mucho cariño, incluso con amor.
Quizá cuando leáis el libro no estaréis de acuerdo con las valoraciones que hacen los protagonistas, en ocasiones veréis que se repiten cosas ya explicadas, como ocurre a menudo en las charlas entre varias personas, quizá encontraréis alguna página que os aburrirá, pero creo que a pesar de los pesares pensaréis que en sus testimonios hay mucha verdad, mucha generosidad, mucha confianza en la humanidad.
Quizá, al final, os ocurra lo mismo que a mí y tengáis ganas de decirles: ¡Gracias por haberlo contado compañeros! Los que quedáis, cuidaos para seguir contándolo y seguir conservando vuestra amistad. Los que ya no estáis seguiréis vivos en nuestra memoria: Sabin (2013), Moro (2014), que fue uno de los entrevistadores, y Chato (2020).
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