Por Jorge Coronado
Mientras escribo el título de este artículo no puedo parar de pensar si el impacto sería mayor poniendo “Amo a mi bandera”. De igual manera, pienso que existen dos Españas; no como Pablo Motos explicó en el Hormiguero, vacilando que hay dos hemisferios del cerebro totalmente diferentes. No obstante, si pienso que viven dos pensamientos e ideologías diferentes (cómo mínimo).
Me importa una mierda, la bandera de Venezuela, España, China, Estados Unidos o de Triana – ya la tendremos-, de verdad, me importan una mierda. Pero si me importan las personas, pero para no ser demagogo, unas más que otras. No invierto el mismo tiempo para mis hijos y familiares que para el resto. Y creo que todos estaréis de acuerdo conmigo.
“Yo no tengo ningún bando” es la misma frase que “A mí no me van a robar porque no tengo nada de valor” o “yo no voy a sufrir un ataque informático porque no tengo nada”. Las tres tienen una característica común: que es falso.
Ojalá nuestros abuelos y abuelas hubieran podido elegir bando, o no participar por elección propia, en la guerra civil. Ojalá no hubiéramos vivido una guerra civil.
Existe una izquierda y una derecha, pero son dos ideas; dos conjuntos diferentes de ideas sociales, políticas, culturales, económicas, religiosas, etc. Una es revolucionaria y progresista, y la otra clásica y conservadora. Sin embargo, seguimos viéndolos como sustantivos asociados a un partido donde uno debe ser y estar incondicionalmente, “manque pierda”.
Para aquellos que piensan que no existe la derecha e izquierda. Solo tienen que salir más a la calle, o escuchar a sus amigos y seres queridos. También, relacionarse con otras personas ya que, si su entorno cercano es homogéneo como las noticias de su tablón de Facebook, pocas respuestas podrá encontrar. Debemos explorar y preguntar a otras personas que piensan diferentes a nosotros.
Si lo haces, quizás, encuentres que algunas personas de una corriente concreta están usando una estrategia muy antigua y dibujan un discurso con el objetivo de separar las ideologías y aunarlas en una bandera. Nada nuevo, pero sigue siendo una ideología, y sigue siendo un conjunto de ideas.
Podemos ya lo intentó y terminó derivando y construyendo su propia personalidad. Es decir, aunque en los comienzos de Podemos, en los círculos, se aceptaba a cualquier persona, aunque tuviesen diferentes pensamientos… Podía participar y entrar. Sin embargo, por dentro, todos sabíamos que la ideología base del partido – que nació de un rebufo de un movimiento social – sería de izquierda. Y de igual manera VOX, que actualmente pretende crear confusión con una bandera que quiere apropiarse. Actuación significativa, muy representativa de la derecha y de una identidad autoritaria que saca pecho para recordarnos a sus “enemigos” qué proyecto de España quieren hacer.
Nada nuevo. Me preocupa que no tengamos un Ministerio del Tiempo para poderlos mandar por una puerta que viaje al pasado a la época que quieren vivir. Todos ganamos. Ellos en su España y nosotros en la nuestra. Me preocupa que no exista esa posibilidad, y en vez de ganar ambos; solo podamos sobrevivir uno. Aunque siento más preocupación por la cantidad de jóvenes que estoy viendo con un pensamiento liberal económico y mente cerrada para la libertad de los demás. Porque no vale de nada defender que cualquier persona pueda vestir como quiera si luego la vas a humillar e insultar.
Me explico: quizás se nos ha ido de las manos tantas Start ups y pensar en el dinero. Siempre hablamos de los pobres de derecha y no nos cuestionamos lo que buscan: ¿menos derechos sociales? ¿menos ayudas económicas? ¿un salario mínimo más bajo? ¿morir por no poder pagar un seguro privado? Aunque a veces pienso que unos solo quieren pagar menos impuestos y otros un trabajo para cubrir su ocio.
Pero nunca hemos pensado concretamente sobre las personas jóvenes que son así. Acepto que las personas mayores han sufrido situaciones traumáticas y que pueden provocar que pensar de forma diferente sea un problema, o, peor, causar un problema, por ejemplo: tener un hijo homosexual.
Recuerden el discurso de Santiago Abascal donde decía en el parlamento: “odio histórico de la izquierda hacia los homosexuales”… Reflexionen por qué y cuándo lo dijo.
Los vampiros y su inmortalidad nos han enseñado que la mente no va paralelamente con el tiempo o una época. Tenemos límites, nos cansamos y nos morimos. La naturaleza es sabia y para que no vivamos una dictadura de pensamiento de unos pocos sobre otros, durante todas las generaciones de nuestra especie… nos ha restringido el tiempo de nuestras decisiones y actuaciones. Os imagináis que seguimos con el/la primer/a líder homo sapiens como rey o reina.
Y es que es falso que sea necesario tener que aprender a tocar canciones con la guitarra para poder componer. No siempre necesitamos una gran influencia de otras personas para tener un pensamiento propio.
Por ello, pienso que podemos vivir todos con ideologías diferentes. Eso sí, siempre que tengamos claras las cartas con las que se juegan: los derechos humanos. Me reitero, yo creo que es posible vivir con una bandera compuesta por selfies de sus compatriotas: libres, educados y siendo buenas personas.
Estupendo!!!