Las corporaciones que desarrollan este tipo de tecnologías robóticas son las que en el futuro sustituirán a la mano de obra humana. Tendrán ingentes beneficios económicos y desde luego no están en absoluto interesadas en dedicar parte de ellos a sostener a humanos innecesarios para ellos
Por Remedios Copa
HAY VECES que al volver atrás en el tiempo es imposible no contemplar el momento actual con cierto horror, tristeza y desolación. En este caso viene a cuento a propósito de Ucrania, pero también del contexto general del mundo.
Si bien no es novedad que los países en los que EE UU tiene intereses e interviene de alguna manera, ya sea mediante sanciones económicas, desestabilización de Gobiernos poco o nada afines a sus intereses, o desarrollando una guerra abierta sobre territorios lo más alejados posible de las fronteras norteamericanas, su intervención en Ucrania tiene ciertas peculiaridades novedosas, tanto en la intervención como en los resultados y que no escapan a la situación de refeudalización del mundo y a la tendencia a la nazificación en Europa, en unos países con mayor intensidad que en otros.
Actualmente, ningún país en el contexto globalizado puede eludir la influencia externa en su política interna. Si cada español tenemos una deuda con el exterior que ronda los 40.000 euros, en el momento que nuestro país deje de cumplir con las condiciones del pago los acreedores externos van a crucificarnos y exigir. Pero además, los intereses de terceros y la codicia de las grandes fortunas llevan mucho tiempo implementando un modelo que favorece la dominación del mundo, la refeudalización y la extinción de la clase media. Tanto para gestionar nuestra economía como para tomar las medidas pertinentes para que el futuro tecnológico tenga un desarrollo que preserve nuestra integridad física y nuestros derechos sin recurrir a la reducción de la población como dicen algunos/as altos mandatarios, nuestros políticos deberían ser los garantes de una gestión que aborde los acuciantes problemas reales que están ahí, pero que ninguno quiere hablar de ellos. También la sociedad tiene que ser consciente de lo que tenemos encima y exigir de verdad a sus representantes una acción decidida y eficaz.
Claro está que como dice el refrán, el pastor está para servir al amo, no para cuidar de los intereses y el bienestar de las ovejas y evitar incluso que estas se revelen. Ahora ya los representantes de nuestro Gobierno hablan con soltura de que estamos en guerra, pero ni nos han preguntado para entrar en ella ni hacen nada para que salgamos de ese pozo sin fondo, sumidero de vidas humanas y recursos económicos; ahora los precios de los alimentos y de las hipotecas se disparan, la sanidad y el bienestar social se recortan pero los gastos militares se disparan y nos los presentan como prioritarios. Está claro que intereses externos y ajenos a los nuestros priman sobre cualquier otra consideración, sin olvidar que políticos y medios de comunicación, (salvo pocas excepciones), implementan un discurso que favorece la aceptación sin que el rebaño levante la cabeza y oponga otro criterio.
Como apuntaba el Coronel Baños en una de sus conferencias, los propios artífices del desarrollo de la ingeniería robótica están asustados de los resultados imprevisibles y peligrosos que están teniendo para la sociedad. Es obvio que eliminan muchos puestos de trabajo sin que se creen medidas alternativas para evitar el caos social; como mucho se trata de dar una mísera renta de subsistencia sin siquiera garantía alguna. Incluso en la atención a la dependencia, sector en el que su desarrollo preveía un alto número de puestos de trabajo que solamente habrían de ser desempeñados por trabajadores humanos, la robótica ya utiliza la sustitución. Japón está desarrollando incluso robots enfermeros que ya han llegado a hospitales.
Las corporaciones que desarrollan este tipo de tecnologías robóticas son las que en el futuro sustituirán a la mano de obra humana. Tendrán ingentes beneficios económicos y desde luego no están en absoluto interesadas en dedicar parte de ellos a sostener a humanos innecesarios para ellos.
La refeudalización, invento que Pedro Baños atribuye a occidente, está eliminando una clase media que no le interesa y además no está interesada en que en ella surja una nueva burguesía; su objetivo se centra en eliminar todo excedente que vaya más allá de dos clases sociales, una élite que podrá tenerlo todo y otra clase social desfavorecida y dispuesta a su servicio.
En cuanto a los cambios en la geopolítica, los BRICS representarán en 2024 el 37% del PIB global y serán el 46% de la población. Ante circunstancias tan novedosas como las expuestas los cambios radicales surgen veloces y los resultados son bastante imprevisibles y muy poco alentadores. Que quienes nos representen para gobernarnos no se estén empleando a fondo en estos menesteres no es admisible.
Y para terminar volviendo a Ucrania dónde el aumento de la ruso-fobia y el auge del nazismo venía haciendo estragos desde que comenzó el Maidan, su afán desmedido por entrar en la OTAN y la política seguidista de intereses norteamericanos más que de los propios ucranianos practicada por Zelenski ha vulnerado incluso derechos de los ciudadanos al cambiar la constitución para permitir expropiaciones de gran parte de las tierras negras y vender bienes estatales a corporaciones extranjeras.
Aunque actualmente Ucrania no está ofreciendo un recuento oficial de sus muertos de guerra, los datos del primer año de guerra alcanzaron las 18.955 víctimas civiles y más de 8 millones de refugiados en el exterior. En los últimos días, mueren por decenas cada día. Según datos facilitados por funcionarios estadounidenses se cifran en 70.000 los muertos y más de 120.000 heridos.
Son cifras muy altas, sobre todo si tenemos en cuenta que el ejército ucraniano cuenta con medio millón de efectivos. Tal vez por esa razón, Zelenski trató de atraer a los mercenarios de Wagner y está haciendo reclutamiento forzoso de hombres desde adolescentes hasta los 60 años. Actualmente trata de contener el éxodo clandestino de hombres comprendidos en esa franja de edad. Los sobornos que pagan los ucranianos para eludir el reclutamiento oscilan entre los 3.000 y los 15.000 euros. Esta situación hizo que creciera una mafia que Zelenski denunciaba ayer.
Muchos de esos mafiosos se instalan en España. Los familiares de un general ucraniano son poseedores de una inmensa fortuna en propiedades, adquiridas en el sur de España, aunque él decía no tener conocimiento de nada.
Algunos de los ucranianos que han logrado huir del país eludiendo a los reclutadores contaron que si se negaban a incorporarse al ejército eran encarcelados, por lo que habían creado grupos de wassap para eludir el reclutamiento. Algunos que estuvieron encarcelados revelaron que Zelenski estaba obligando ir al frente a presos extranjeros.
En general, quienes han hecho declaraciones sobre las razones por las que no están dispuestos a luchar por su país, hablan de que ya no queda nada por lo que luchar: expolio de los bienes del país, violencia, destrucción, auge del nazismo, familiares exiliados…
Un país que depende del extranjero para hacer la guerra contra Rusia, que pide crédito a la OTAN y dinero a Bruselas para pagar deudas, pensiones, salarios, e incluso para la campaña de elecciones ya no es un país, declaran algunos de los que han podido librarse de ir al frente y huir.
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