
Los Centros de Observación y Clasificación (COC) del Patronato de Protección a la Mujer fueron instituciones franquistas destinadas a la vigilancia, clasificación y control moral de mujeres consideradas “caídas” o en riesgo de desviarse de la moral nacionalcatólica.
Por Lucio Martínez Pereda | 16/04/2025
Áun queda mucho por conocer sobre el funcionamiento Patronato de Protección a la Mujer . El último aparato de represión franquista en ser históricamente investigado. La periodista Andrea Momoitio ha escrito para Público el primer artículo publicado en la prensa generalista española sobre la institución que proporcionaba la legitimación científico – psiquiátrica a las funciones represivas llevadas a cabo por el Patronato : los Centros de Observación y Clasificación, los COC.
Las mujeres jóvenes (16- 25 años) que fueron puestas forzadamente bajo la tutela del Patronato no sólo sufrieron su condición de víctimas en los centros religiosos de órdenes femeninas que trabajaban para esta institución “externalizadamente” a cambio de gran beneficios económicos. Los Centros de Observación y Clasificación (COC) del Patronato de Protección a la Mujer fueron instituciones franquistas destinadas a la vigilancia, clasificación y control moral de mujeres consideradas “caídas” o en riesgo de desviarse de la moral nacionalcatólica. En estos centros, las jóvenes eran sometidas a exámenes médicos, ginecológicos, psicológicos y de conducta, y según los resultados de la clasificación , se decidía su destino en los centros de ‘prevención” o “rehabilitación”.
Tenemos documentada la existencia de estos centros en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Las Palmas y Ávila. El primer COC se abrió oficialmente en 1961 en Madrid en la calle Marqués del Urquijo. Posteriormente, otro centro importante estuvo en la zona de Arturo Soria, gestionado por las Trinitarias. En Barcelona se estableció un COC tras la apertura del de Madrid. Zaragoza también contó con un centro de observación abierto poco después del de Barcelona. En Las Palmas (Gran Canaria) existió un centro en la calle Santo Tomás, en Tafira Alta. Además de los COC, el Patronato utilizó centros psiquiátricos como el de Ciempozuelos (Madrid) y el de Arévalo (Ávila) para internar a mujeres consideradas especialmente problemáticas. Antes de contar con los edificios de los COC, el Patronato empleó el centro religioso de Nuestra Señora del Amparo en Madrid para la clasificación inicial de las jóvenes.
La función principal de los COC era la “ recepción, observación, examen y clasificación” de las jóvenes consideradas “desviadas” de la moral oficial, antes de decidir su destino dentro del sistema de internamiento y reeducación. Estos centros de vigilancia, represión y clasificación moral, médica y social de las mujeres, determinando su futuro dentro del sistema del Patronato. Las jóvenes llegaban a los COC tras ser detenidas por la policía, denunciadas por familiares y vecinos o remitidas por autoridades. Eran aisladas durante un periodo inicial de observación muy variable bajo vigilancia estricta. Se les aplicaba exámenes médicos, incluyendo ginecológicos, y evaluaciones psicológicas. El personal- médicos, psiquiatras, psicólogos, religiosas y celadoras- observaba su conducta y elaboraba informes que determinaban su clasificación y el tipo de internamiento o reeducación que recibirían. Según la clasificación, las jóvenes podían ser enviadas a reformatorios, Hogares Taller, o incluso permanecer en el propio COC por más tiempo. Los Centros funcionaban como una especie de “comisaría” del Patronato, con un régimen similar al penitenciario, incluyendo celdas individuales y medidas disciplinarias parecidas.
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