Contra todo pronóstico, Inuit Ataqatigiit (Comunidad Inuit), el partido indigenista y socialista del primer ministro, Múte Bourup Egede, el más situado a la izquierda de todo el arco parlamentario, ha sufrido una contundente derrota.
Por Angelo Nero | 14/03/2025
Aunque las encuestas daban una amplia mayoría a la mayoría de gobierno independentista, compuesta por el izquierdista Inuit Ataqatigiit, del primer ministro, Múte Bourup Egede, y sus socios socialdemócratas de Siumut, en las urnas ha acabado imponiéndose la oposición de centro derecha formada por Demokraatik y Naleraq, en unas elecciones que han suscitado un inusitado interés, ya que Kalaallit Nunaat (tierra de los kalaallits), esta nación constituyente del Reino de Dinamarca es la isla más grande del mundo, pero apenas residen en ella sesenta mil almas. No son sus almas lo que le interesa al Tío Sam, ahora reencarnado en Donald Trump, sino sus enormes recursos naturales, gas, petróleo y tierras raras, que el Sheriff mundial ambiciona, para lo que ha amagado con comprar la isla a Dinamarca, o anexionarla por la fuerza.
El socioliberal Demokraatit, liderado por Jens Frederik Nielsen, que solía concentrar el voto de la minoría danesa, y que siempre ha sido escéptico respecto a la independencia de Groenlandia, aunque ahora apoya un proceso gradual de autodeterminación, al que las encuestas no le daban más del 18% de porcentaje, ha rozado el 30% de los votos -en las anteriores elecciones de 2021 obtuvieron el 9,25%-, con un aumento del 250% en el apoyo de los electores, lo que le da 10 escaños, 7 más que en la anterior legislatura, y postula a este partido de centroderecha a liderar el próximo gobierno groenlandés, aunque tendrá que buscar apoyos para alcanzar la mayoría en el Inatsisartut, el parlamento del país insular, que está fijada en 16 diputados.
Situada también en el centroderecha, y por lo tanto candidata a colaborar con los Demócratas, ha quedado como segunda fuerza -al principio del recuento de votos incluso estuvo como primera-, Naleraq (Punto de Orientación), dirigida por el expresidente -entre 2002 y 2009- Hans Enoksen, que apoya también un proceso más acelerado cara la independencia y una negociación con los EEUU, y ha pasado de un 12,26 % a un 24,5 % -un incremento de voto del 115%-, lo que le otorga 8 escaños, el doble de los que tenía en la pasada legislatura. Los sondeos previos le daban un incremento de votos, pero sin llegar más allá del 16%.
Contra todo pronóstico, Inuit Ataqatigiit (Comunidad Inuit), el partido indigenista y socialista del primer ministro, Múte Bourup Egede, el más situado a la izquierda de todo el arco parlamentario, ha sufrido una contundente derrota, ya que las encuestas lo situaban como primera fuerza política y, finalmente, ha quedado como tercera, pasando del 37,5% al 21,4% -con una importante pérdida del 38% de los apoyos electorales-, y perdiendo 5 escaños, con los que quedan solo con 7 diputados. El partido independentista, que ha gobernado Groenlandia -en coalición con los socialdemócratas de Siumut-, en once de las nueve últimas legislaturas, desde 1983, y que aboga por una independencia más gradual, condicionada por la económica y por el desarrollo de la sanidad y la educación -ahora muy dependientes de Dinamarca-, pasaría a liderar la oposición.
Sus socios, los socialdemócras de Siumut (Adelante), no salen mejor parados, pasan de ser la segunda fuerza política a la cuarta, del 30% de los votos a menos del 15%, pierden la mitad de sus apoyos electorales, y también pierden 6 escaños, quedando solo con 4 diputados en el Inatsisartut. Con respecto a la independencia, el partido de Erik Jensen, asociado a la Internacional Socialista, mantiene una postura más tibia, y es partidaria de alargar los plazos.
El electorado más fiel es el del unionista y derechista Atassut, liderado por Aqqalu Jerimiassen, que se mantiene en torno al 7%, y sigue conservando sus 4 escaños en el parlamento groenlandés.
La participación en estas elecciones ha sido superior al 70%.
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